Nuevo conflicto con las universidades: “Galleguito” Álvarez enfrenta el reclamo salarial con apoyo de figuras de peso en el Gobierno
El subsecretario de Políticas Universitarias tiene el respaldo de Santiago Caputo y hace equilibrio con Pettovello; el reclamo salarial está en un punto crítico, pero el Gobierno no quiere ceder con los fondos
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El Gobierno está de cara a otro frente de tormenta con las universidades, un tema que ya lo complicó en el primer tramo del mandato. Los funcionarios de Javier Milei se sentarán hoy con los gremios docentes para reanudar la discusión paritaria en un momento donde el reclamo salarial recrudeció de forma crítica en las casas de estudios, con el apoyo de los rectores. Antes de iniciar la conversación, el Ministerio de Capital Humano, que comanda Sandra Pettovello, ya advirtió que “los docentes universitarios incrementaron sus ingresos en 71% mientras que el resto de los estatales lo hizo en un 58,5%”.
El Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que nuclea a todos los rectores, sin embargo, advirtió que “nunca en los 40 años de democracia las condiciones salariales fueron tan desfavorables” para docentes y no docentes y que “entre noviembre y julio, el salario del personal universitario registró una caída del 45% en términos reales”. Aseguran que los números que exhibió Capital Humano son falsos, porque los salarios docentes no acompañaron a las paritarias que UPCN cerró en los primeros meses del año para paliar la inflación.
En la Casa Rosada señalan que los gremios pretenden un 40% de aumento de acá a fin de año y que eso implicaría un gasto de 700.000 millones de pesos, que la administración de Milei no está dispuesta a hacer.
Los rectores hicieron un llamado a la comunidad universitaria “y a la sociedad en general” a unirse al pedido. Se recrea así un clima similar que se había gestado en la previa de la gran marcha del 23 de abril, cuando el principal reclamo versaba sobre la falta de fondos para el funcionamiento de las universidades. Aquella manifestación en defensa de la universidad pública fue, por su masividad, uno de los acontecimientos más adversos que enfrentó la gestión de Milei, que no se vio venir el impacto en la calle y se vio obligada a reaccionar con el desembolso de fondos.
“Galleguito” Álvarez, el interlocutor
Al frente de la contención de este nuevo conflicto está el subsecretario de Políticas Universitarias, Alejandro Álvarez, un funcionario que en un momento del conflicto fue apartado de la mesa de discusión con los rectores pero que ahora volvió a estar fortalecido puertas adentro del Gobierno.
Es que Álvarez, el “Galleguito”, hoy tiene dos terminales poderosas. Por un lado, se reporta a Pettovello, su jefa en el organigrama. Si bien ellos tuvieron varios chispazos y se dijo que ella en un momento quiso echarlo, el subsecretario sobrevivió a los despidos en Capital Humano y logró cierta hacer equilibrio con la ministra. Por el otro, Álvarez fortaleció su vínculo con Santiago Caputo, el asesor de Milei que hoy es decisivo en la diaria del Gobierno.
El “Galleguito” –hijo de Alejandro “Gallego” Álvarez, mítico fundador de Guardia de Hierro- es un converso. Toda su vida militó en la Juventud Universitaria Peronista (JUP) como líder de la agrupación La Vallese, en la Facultad de Ciencias Sociales de la UBA. Pero en 2018, con el debate por el aborto legal, su militancia dio un vuelco y comenzó a vincularse con los sectores Pro Vida que finalmente recalaron en las filas libertarias. Fue durante ese debate que conoció al diputado Santiago Santurio, que en el Congreso fue asesor legislativo de Milei entre 2021 y 2023.
Álvarez tuvo un segundo tobogán que lo hizo desembocar en La Libertad Avanza. Prolífico en redes sociales, conoce –incluso desde antes de la campaña de 2023- a algunos de los influencers libertarios más célebres, como los que integran la cofradía de Daniel Parisini, conocido en X como Gordo Dan. De ahí su buena sintonía con Caputo, que es un referente de la comunicación digital paraoficial del Gobierno.
Luego de la marcha universitaria de abril, Caputo decidió involucrarse de lleno en la cuestión universitaria. “Le puso un ojo al tema y quiere ocuparse. Además, la universidad es sinónimo de juventudes”, dijo alguien que conoce de cerca al asesor presidencial.
Esta vez, el conflicto encuentra a las dos partes muy endurecidas. En el Gobierno aseguran que estarán atentos y buscarán evitar que se desarrollen acciones de protesta que impidan el normal desarrollo de las clases en las facultades. Están convencidos de que encontrarán predicamento en parte del alumnado que no quiere perder días de cursada.
Los gremios, por su parte, están decididos a tomar medidas de fuerza. “Si no hay acuerdo paritario van a arrancar con 72 horas de paro activo, las clases no van a arrancar con normalidad. Habrá clases públicas y movilización”, dijeron cerca de los rectores.
En la mesa de discusión, además, se sumará otro actor que viene exhibiendo intransigencia en sus posturas. A la reunión de esta tarde se sumarán funcionarios de Empleo Público y esa es un área del Gobierno que ahora está bajo la órbita del ministro de Desregulación y Transformación del Estado, Federico Sturzenegger.
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