Piqueteros de izquierda criticaron al Gobierno por la inflación y anunciaron una “marcha federal”

Dos acampes, más de cuatro movilizaciones, un viaje a la provincia de Jujuy. Esos fueron solo algunos de los hitos que, a lo largo del último mes, protagonizaron las distintas organizaciones sociales de izquierda que forman parte de la Unidad Piquetera. Lejos de un mero capricho, los movimientos frenéticos de sus principales referentes no se dieron por casualidad: son expresiones que responden a una situación agravada por la escalada inflacionaria y el endurecimiento del Gobierno ante una agudización de la conflictividad social.

Sin un acuerdo firmado con el ministro de Desarrollo Social, Juan Zabaleta, los piqueteros volvieron a lanzarse a las calles porteñas este miércoles para seguir su reclamo de mejores provisiones para los comedores y la ampliación de los cupos de los programas sociales. Tras dos reuniones consecutivas con funcionarios de la cartera en menos de una semana, las organizaciones marcharon a partir de las 10 desde 9 de Julio y Venezuela. Aunque esta vez el destino final no fue la cartera que gestiona la asistencia social, sino la Plaza de Mayo.

Durante el acto, que se realizó ante una multitud, los referentes sociales no se ahorraron las críticas al oficialismo. Tampoco dejaron de denunciar la “política represiva” que, según denunciaron en los últimos días, llevan adelante distintos gobiernos provinciales como el de Jujuy, liderado por el radical Gerardo Morales. Ayer, sin ir más lejos, los jefes piqueteros viajaron a la capital de esa provincia para exigir el desprocesamiento de dos dirigentes jujeños, detenidos por “entorpecimiento de transportes y servicios” y “desobediencia a la autoridad”. Ambos, finalmente, fueron liberados.

“Hay una frase que trajimos en una banderola, que expresa a la perfección lo que está pasando hoy: nos quieren sacar de la calle, pero no de la pobreza”, sostuvo, una vez arriba del escenario, la coordinadora nacional del MST Teresa Vive, Mónica Sulle, quien remarcó “el compromiso” de la Unidad Piquetera de “ir a cada provincia que lo necesite”. Y tras alertar acerca de la “derechización” personificada en figuras como la del economista Javier Milei, señaló: “Les molesta esta postal, que denunciemos con nuestra presencia lo que es la pobreza”.

Por su parte, quien tampoco se guardó su opinión fue la dirigente del Frente de Organizaciones en Lucha (FOL), Damaris Rolón, otra de las referentes que suele encabezar las negociaciones con el Ministerio de Desarrollo Social. “En el Frente de Todos siguen paveando, siguen peleándose entre a ellos. ¡Dejen de hacerle el juego a la derecha! ¡Déjense de joder!”, exclamó, en clara referencia a las internas que jaquean al gobierno de Alberto Fernández.

“Dejen de espectacular con los cargos que van a tener en 2023. ¡Las pelotas el 2023! ¡Ahora hay hambre, ahora hay pobreza, ahora hay desocupación!”, continuó Rolón, con tono acalorado, para después rematar: “Lo vamos a decir hasta el cansancio: la deuda es con el pueblo”.

Escenario abierto

“Tenían que poner toda la carne al asador”, deslizaron ante LA NACION desde el entorno del ministro Zabaleta en relación a la numerosa convocatoria piquetera de este miércoles. Y agregaron, irónicos: “Es lo mismo que si haces un festival de rock: la última fecha tiene que ser la más potente”. Sucede que, técnicamente, el 13 de abril figuraba en el calendario como la finalización del “plan de lucha” que las organizaciones votaron a mediados de marzo. Pero las manifestaciones no se detendrán: sus referentes ya anunciaron una “marcha federal” para las próximas semanas.

La semana que viene, piqueteros y funcionarios volverán a verse las caras. La última reunión, que tuvo lugar el lunes pasado, se desarrolló en términos “cordiales”, según indicaron desde las organizaciones. Algo que, sin embargo, no se habría traducido en respuestas concretas. “Es preocupante, porque hay millones de personas que no tienen nada”, indicó Sulle, quien junto al resto de los dirigentes exige una “universalización” de los Potenciar Trabajo. Es decir, que se amplíe la cantidad de beneficiarios del programa y que cada uno lo cobre sin necesidad de “intermediaciones”.

Así y todo, los dirigentes aseguraron que se constituirá una comisión con el fin de “mejorar la calidad, variedad y cantidad de alimentos” para los comedores de los barrios, pero se mostraron cautos en relación a su efectivo cumplimiento. “Siguen prometiendo una variedad de productos que no llega”, se quejó la referente del MST Teresa Vive. Y añadió: “Que puedan garantizar el acceso a la comida es muy importante, mucho más en un momento donde la inflación trepó a más del 6%”.