Coronavirus y políticos contagiados: ¿cuál es la percepción de la opinión pública?
Por primera vez en la historia, el conjunto de los dirigentes políticos no estuvo en el centro de la escena por su gestión, o por sus cruces, sino por su salud. La ola de casos positivos de coronavirus en el oficialismo y la oposición impacta en la opinión pública, aseguran los especialistas, aunque con matices según el rol de cada referente. Los referentes minimizan el efecto, pero admiten que habrá cambios en sus dinámicas.
En los últimos días, la exgobernadora bonaerense María Eugenia Vidal, el intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, el diputado provincial de Juntos por el Cambio Alex Campbell, la funcionaria nacional Magdalena Odarda, y dos funcionarios cercanos al jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta, entre otros, dieron positivo.
Mientras tanto, el presidente Alberto Fernández modificó su agenda luego de reunirse con el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, quien se había encontrado con Insaurralde. Y Rodríguez Larreta, quien había estado con Vidal, como otros exfuncionarios y asesores, debió someterse a un testeo preventivo. Por eso, anteayer no fue a la reunión en Olivos con Fernández y el gobernador Axel Kicillof y acotó su agenda de reuniones presenciales. Además, ayer se confirmó que dos funcionarios de su gabinete, que estuvieron con Vidal, tienen el virus, más otros cinco que se conocieron ayer.
Alto interés
Aunque el origen de los contagios es incierto, las especulaciones abundan. Cada test o caso sospechoso en la clase política genera expectativa sobre los orígenes del contagio. Los resultados de los hisopados se conocen a cuentagotas y el interés es alto. En los últimos días, los asesores de los dirigentes vieron sus teléfonos al rojo vivo por la cantidad de consultas sobre su salud.
"Tengo el celular explotado", dijo el asesor de un dirigente con riesgo de haberse contagiado por un contacto estrecho. "No sé cuál será la relación de la gente con el tema, pero vimos que subió mucho el rating, hay interés en verlo", agregó una fuente cercana al interbloque de diputados provinciales de Juntos por el Cambio, cuyo referente, Campbell, resultó positivo.
Desde el oficialismo y la oposición relativizan la percepción negativa de los contagios en la opinión pública y mantienen que muchos encuentros presenciales son indispensables para llevar a cabo sus tareas de gestión, políticas o sociales.
A partir de un análisis de las redes sociales, Martín Romeo, de la consultora SOLO, quien asesora a funcionarios de distintos colores partidarios, aseguró que registró un malestar, de parte de los usuarios, por los contagios, pero también cuando perciben que los políticos aparecen sin barbijo o no respetan la distancia social, como ocurrió con el Presidente en sus últimas visitas al interior del país.
Cuarentena y legitimidad
En parte, Romeo atribuyó la indignación al prolongado tiempo del aislamiento. Y es que los contagios de políticos aparecen en un contexto delicado, cuando pasaron 90 días de cuarentena, aumentan los casos, y el gobierno nacional planea endurecer las medidas de aislamiento y dar marcha atrás con las flexibilizaciones.
Lucas Romero, de la consultora Analogías, coincide con esa visión: "Estamos en una fase de la cuarentena donde la legitimidad de las decisiones que se toman por la emergencia sanitaria está en riesgo. Y el hecho de que la clase política no cumpla, afecta el respaldo de la sociedad", dijo. "Si el Presidente se va de gira y no respeta las normas, ¿por qué lo las va a mantener la gente? Si la política no se cuida, va a agravar la toma de decisiones en un contexto muy severo".
Alberto Fernández argumentó en varias entrevistas que detrás suyo hay una persona que "constantemente" le rocía alcohol en gel para protegerlo. Y aseguró que en las fotos donde aparece con seguidores sin usar barbijo o tapabocas, siempre respeta la distancia social. Sobre el abrazo con el gobernador de Formosa Gildo Insfrán, admitió que "debió haber sido más cuidadoso" pero aseguró: "Si me equivoqué, eso no desestima nada".
Sin embargo, el aumento de infectados en el AMBA y la aparición de casos en la política activó las alarmas en Olivos. Esta semana, como informó LA NACION, el médico presidencial le recomendó a Alberto Fernández que se quede en Olivos.
¿La gestión le gana a la política?
Gran parte de los políticos están en sus casas, y sus actividades pasan en buena medida por las aplicaciones de videollamada. Pero en ciertas ocasiones eligen la modalidad presencial para encontrarse con vecinos y recorrer el territorio, o para dialogar entre ellos. Un ejemplo reciente es el almuerzo que mantuvieron Larreta, Vidal, Emilio Monzó y Martín Lousteau. ¿Por qué no hacer esos encuentros online? La respuesta varía.
Romero lo atribuye al temor a posibles escuchas ilegales. Los asesores y dirigentes, a la efectividad del encuentro presencial, sea por temas de administración o políticos. Cerca de un ministro aseguran que "no es lo mismo", a los fines de la gestión, encontrarse de forma distante, que presencial, con otros dirigentes, o incluso con vecinos, en los barrios, para controlar las medidas que se toman. Un referente opositor usó, casualmente, la misma frase: "No es lo mismo verse cara a cara que por cámara".
Los consultores les recomiendan a los políticos, sean oficialismo u oposición, evitar los encuentros, y en caso de que sean indispensables, tomar los mayores recaudos posibles. Pero advierten que el impacto en la imagen varía entre quienes gestionan y los que no.
"Los funcionarios muestran una imagen de trabajo y esfuerzo en la ejecución de su tarea. Sobre todo en el caso de aquellos que tienen una salud vulnerable y arriesgan su propio estado físico en cumplimiento de su rol institucional", dijo a LA NACION el consultor Federico Aurelio, en alusión al caso de contagio del intendente de Lomas de Zamora, Martín Insaurralde, considerado población de riesgo, cuyo cuadro de salud empeoró en los últimos días.
El ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, se encuentra aislado desde el fin de semana por las sospechas por un posible contagio a partir de su reunión con Insaurralde, quien confirmó que su test positivo el viernes.
Cerca de Arroyo remarcan que hasta la semana pasada, la sede del ministerio estaba desierta y que el ochenta por ciento de las reuniones eran remotas. Pero justifican las reuniones presenciales. "Se ha construido un sentimiento de que la política es mala, de que si hay una reunión es malo, pero se están administrando temas importantes, que pueden resultar, por ejemplo, en créditos para sectores necesitados. Y muchas veces esto no se puede lograr de otra forma que intercambiando ideas en persona", agregó.
Según Romeo, las críticas son mayores cuando los políticos contagiados no tienen cargos. "El caso de un funcionario es más justificable. Insaurralde es intendente y Campbell es diputado, finalmente, son trabajadores esenciales, están en funciones, y están legislando. El caso de Vidal es leído de otra forma", sostuvo.
En la oposición provincial también detectan que hay una mirada más crítica de los contagios en la oposición que en el oficialismo. En el entorno de Vidal aseguran que la exgobernadora tiene un "importante rol social", sobre todo en el marco de la crisis por la pandemia. De todas formas, desligan su contagio de su actividad política: aseguran que pudo haberse infectado en otro contexto, no político, por ejemplo, en el supermercado. Además, resaltan que el porcentaje de reuniones presenciales es "mínimo" en comparación con las "cinco o seis por Zoom todos los días".
Tanto dirigentes como consultores coinciden en que estos contagios sentarán un precedente. A partir de los últimos contagios, que se producen en paralelo al aumento de casos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), muchos representantes planean cambiar su estrategia.
En el entorno de Arroyo evalúan clausurar los encuentros presenciales o disminuirlos, aún más que hasta la semana pasada, a lo mínimo indispensable. Mientras que cerca de Vidal le recomiendan que no vuelva a encontrarse de forma presencial con otros dirigentes. Y en el entorno de Campbell el plan es similar. De todas formas, cualquier decisión está en ciernes: faltan 14 días para que puedan salir del aislamiento obligatorio.
Una lectura paralela del impacto de los contagios entre los políticos es la influencia que pueden tener en la toma de conciencia en la sociedad acerca de los riesgos del coronavirus. "Es probable que los casos positivos de gente reconocida por la sociedad, en conjunto con el aumento en el número de contagiados, que son más abstractos, genere que se tomen más precauciones", opinó Aurelio.
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