Por un faltazo de la CGT fracasó el intento por avanzar con el blanqueo laboral
La CGT pegó al faltazo en el Senado y convirtió en un fracaso el inicio del debate del proyecto de ley de blanqueo laboral que impulsa el Gobierno como parte de un plan para combatir el aumento del desempleo.
La jugada de la central obrera provocó malestar en el oficialismo, que como contrapartida le pidió al ministro de la Producción, Dante Sica , que tampoco se presentara ante el plenario de comisiones, a pesar de que llevaba esperando más de media hora en el despacho de un senador de Cambiemos.
Cuando concluyó la reunión, las señales de malestar en el oficialismo eran evidentes. "No sé por qué no vino la CGT", respondió, lacónico y serio, el presidente provisional del Senado, Federico Pinedo (Pro-Capital) ante la consulta de LA NACION.
Por su parte, Julio Cobos (UCR-Mendoza) apuntó sus dardos sin medias tintas a la delegación sindical. "Se había acordado. Esta no es una reunión improvisada, hasta se había tenido el gesto de esperar la marcha de la CGT. No sé las razones, pero siempre aparecen estas cuestiones imprevistamente", afirmó el senador radical.
En el oficialismo, aseguraron que fue Héctor Daer quien, minutos antes del inicio de la reunión, se comunicó para anunciar que ano asistirían, aunque sin precisar razones.
Sin la delegación sindical y sin el ministro Sica, el plenario de las comisiones de Trabajo y de Presupuesto y Hacienda terminó convertido en el escenario de una pulseada en el que nadie quiso hacerse cargo del fiasco.
"Si esto tiene como finalidad que los trabajadores dejen de estar en negro tenemos que tener la opinión de la CGT sobre este tema", planteo el jefe del Bloque Justicialista, Miguel Pichetto (Río Negro).
El senador peronista salió así al cruce de Cobos, que minutos antes y ya molesto por el desplante sindical, había reclamado avanzar con la firma del dictamen argumentando que el proyecto contaba con el consenso de la mayoría de las fuerzas políticas con representación en el Senado.
Según explicaban en el oficialismo, la CGT se había comprometido tanto con representantes de Cambiemos como del PJ.
En el peronismo, en tanto, negaron haber tenido algún contacto con la central obrera. Esto fue acordado por Sica con la CGT, argumentaron.