Revés para Julio De Vido y Ricardo Echegaray: el tribunal del caso de la valija de Antonini Wilson rechazó sobreseerlos y seguirán siendo juzgados

El Tribunal Oral en lo Penal Económico N°1, que juzga el caso por la valija con 800.000 dólares que el empresario venezolano Alejandro Antonini Wilson intentó ingresar al país hace 16 años, supuestamente enviada por el gobierno chavista para la campaña electoral de Cristina Kirchner, rechazó una batería de recursos que presentaron el exministro Julio De Vido y el extitular de la Aduana Ricardo Echegaray para ser sobreseídos y excluidos del juicio oral y público.

Los jueces Luis Losada, Ricardo Fornari y Diego García Berro rechazaron los planteos de Echegaray y De Vido para enviar la causa a la justicia electoral, con el argumento de que se trataban de aportes indebidos a la campaña 2007 de Cristina Kirchner. También rechazaron los pedidos de Echegaray y de De Vido para declarar el caso prescripto porque se tramitó más allá del plazo razonable, al haber transcurrido 16 años desde la entrada de la valija con dinero al país.

Asimismo, el tribunal rechazó los pedidos de De Vido y de Echegaray de declarar la nulidad de la acusación del fiscal y la solicitud de ambos exfuncionarios de ser sobreseídos. Los acusados argumentaron que su actuación fue a todos luces legítima y que no hay delito en la conductas que tuvieron tras el hallazgo del dinero.

En la audiencia, que se extendió por cinco horas, los jueces del tribunal oral leyeron una resolución de 75 carillas, donde desgranaron sus argumentos para rechazar las cuestiones preliminares que se plantearon en el comienzo de este juicio oral, donde ambos exfuncionarios están acusados.

Una vez concluidas las “cuestiones previas”, este miércoles comenzó el juicio oral y público, que se realiza por Zoom, con la etapa de las declaraciones indagatorias, donde los acusados tienen la oportunidad de defenderse y contestar preguntas de los jueces, del fiscal y de los defensores.

Abrió la ronda de declaraciones Rosa García, una exfuncionaria que era la jefa de la Aduana en la jurisdicción de aeroparque Jorge Newbery, donde se produjo el hallazgo del dinero pasadas las 2 de la mañana el 4 de agosto de 2007, cuando Antonini Wilson llegó a la zona de arribos de vuelos privados con una valija con US$790.550. El jet, que traía también a funcionarios, venía de Venezuela y había sido contratado por la empresa Energía Argentina SA (Enarsa). Se supo luego que el dinero era para la campaña electoral del kirchnerismo.

García explicó que la despertaron de madrugada para informarle del hallazgo del dinero y defendió el encuadre que se hizo en un primer momento del caso, como una infracción aduanera al régimen de equipajes y no como el delito contrabando. La misma tesitura expresaron María Cristina Gallini, jefa de turno de equipajes, y Jorge Lamastra, guarda de Aduana que revisó la valija con el dinero.

La fiscalía sostiene que al encuadrar el asunto como infracción aduanera se evitó dar aviso al juez y se permitió que los dueños del dinero quedaran en libertad de movimientos y se profugaran. De hecho, Antonini Wilson, de nacionalidad venezolana y norteamericana, tiene pedido de extradición a los Estados Unidos, vive en Miami y no está entre los sentados en el banquillo de los acusados.

Garcia dijo que si Antonini Wilson hubiera declarado el dinero al llegar, si habría labrado un acta, le hubieran cobrado una multa y podría haberse llevado la plata, mas allá de notificar a las autoridades que combaten el lavado de dinero. La mujer dijo que “no hubo ocultamiento” del dinero, a pesar de que Antoni Wilson dijo que en su valija había libros y papeles. Luego, cuando le ordenaron abrirla y se vieron los dólares, manifestó que eran unos 80.000 y no la suma efectivamente encontrada.

Lamastra recordó que vio en el scanner “una forma amorfa” cuando pasó la valija de Antonini Wilson y que él mismo lo interrogó. Antonini dijo que la valija era suya. Y reconstruyó el diálogo que mantuvieron cuando se descubrió que no se trataba de libros y papeles, sino de fajos de billetes de 50 dólares, atados con bandas elásticas. Se llevaron la valija y los billetes a una sala, donde fueron contados, y se labró un acta. La plata quedó guardada en la caja de seguridad de Aeroparque.

Negó Lamastra ante las preguntas del juez García Berro que alguien hubiera comentado que los pasajeros eran “personas de Presidencia” o algo por el estilo.

Luego declaró Gallini, que dijo que dormía cuando la llamaron para advertirle del hallazgo. Avisó a sus superiores e indicó que se encuadrara el caso como una infracción aduanera, dado que había habido un asunto similar tiempo atrás con otros empresarios, dijo. “Todos estábamos de acuerdo en que era una infracción al régimen de equipaje”, insistió.

Cuando le preguntaron si sospechó que ese dinero podía tener algún origen ilícito, contestó: “Para nada, no era de mi incumbencia, ni cuánto era ni porque lo traían. No era la primera vez, eso lo tiene que aclarar Antonini Wilson cuando lo encuentren”. Dijo que en otra ocasión empresarios llegaron “con mucho mas dinero”, pagaron una multa y “no hubo publicidad y nadie pensó nada extraño”.

Los jueces seguirán con la audiencia el miércoles próximo, con las indagatorias a De Vido, Echegaray, el exjefe del Occovi (el organismo que controlaba los peajes) Claudio Uberti y el funcionario de la Aduana Guillermo Lucángeli. Ese día también fue citada como testigo la exagente de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) María Luján Telpuk, quien insistió en que Antonini abriera la valija. Fue así como se encontró el dinero. Hay otros tres testigos previstos para esa jornada.

El decomiso de casi US$800.000 se mantuvo oculto durante las siguientes 60 horas, período en el que Uberti se reunió de urgencia con el entonces presidente Néstor Kirchner en la Quinta de Olivos y con Antonini Wilson en su hotel. El venezolano, por su parte, ingresó a la Casa Rosada para presenciar un acto que protagonizaron Kirchner y Hugo Chávez.

Tras el estallido del escándalo, sin embargo, Antonini huyó a Uruguay y de allí a Estados Unidos, donde colaboró con el FBI. Meses después, en diciembre de 2007, cuatro venezolanos y un uruguayo fueron detenidos en el estado de Florida, acusados de intentar su silencio con más millones de dólares, en bolsos. Tres de ellos se declararon culpables; el restante fue declarado culpable y enviado a prisión. Allí se supo que la plata tenía como destino la campaña de Cristina Kirchner.

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