Roberto García Moritán, el legislador porteño que incomoda a Rodríguez Larreta y desafía al kirchnerismo

Pese a ser un aliado del gobierno porteño, Roberto García Moritán suele decir que Republicanos Unidos, el espacio liderado por Ricardo López Murphy y que se incorporó a Juntos por el Cambio (JxC) el año pasado, es oficialismo y oposición a la vez en la ciudad de Buenos Aires. Más allá de esta definición y de algunas jugadas que generaron incomodidad en las filas de Horacio Rodríguez Larreta, el legislador porteño entiende que puede conseguir más resultados desde JxC que en la vereda contraria.

Economista y empresario gastronómico, García Moritán se convirtió en una figura pública cuando oficializó su relación con su actual esposa, la modelo Carolina “Pampita” Ardohain. Pero luego de encabezar en 2021 la boleta para la Legislatura porteña de Republicanos Unidos, con la que consiguió un 23% (casi 200.000 votos) en las PASO de la coalición, decidió mantenerse siempre con un perfil alto.

Este año fue noticia por protagonizar varias polémicas: les gritó “ñoquis inútiles” a los legisladores del Frente de Todos en medio de una sesión y provocó a su colega Ofelia Fernández en más de una ocasión. La última, cuando fue a buscarla a su despacho para “invitarla” a ver el partido de fútbol entre la Argentina y Polonia, en un video en el que intentó dejar en evidencia que no había nadie en la oficina de la legisladora kirchnerista.

Aunque con otras formas, la política no es algo desconocido para García Moritán. Su padre, que lleva el mismo nombre, es un exdiplomático de carrera que alcanzó cargos de responsabilidad durante las presidencias de Eduardo Duhalde y de Néstor y Cristina Kirchner, aunque sus diferencias con el kirchnerismo lo hicieron renunciar a su cargo de vicecanciller de Jorge Taiana, en 2008. Luego orbitó cerca del Frente Renovador, de Sergio Massa.

La Legislatura tampoco es la primera experiencia como funcionario de García Moritán, quien formó parte de los dos últimos años del gobierno de María Eugenia Vidal en la provincia de Buenos Aires. Estuvo a cargo del desarrollo productivo en barrios populares en el Organismo Provincial de Integración Social y Urbana y después continuó con esa tarea en la Secretaría General. Hoy, lo hace desde su ONG Asociar.

Republicanos Unidos logró sumar dos bancas en la Legislatura: García Moritán y la abogada Marina Kienast. Conscientes de que esos dos escaños pueden inclinar las votaciones en una legislatura, en donde Larreta ya no cuenta con una mayoría automática, repiten que su principal objetivo es hacerlos valer y festejan haber conseguido aprobar 13 proyectos propios.

Aunque integran Juntos por el Cambio, los dos diputados se sumaron a la sesión especial que el kirchnerismo, los libertarios y la izquierda montaron para presionar a Larreta a derogar el impuesto de sellos sobre los resúmenes de las tarjetas de créditos. Un impuesto que el jefe porteño dispuso en 2020 luego de que el presidente Alberto Fernández decidiera quitarle más de un punto de coparticipación a la Ciudad.

Con el apoyo de García Moritán y Kienast, ese “frente Anti-Grúas” alcanzó los 28 integrantes y quedó a un solo voto de logar el quorum. La sesión no prosperó, pero la actitud de los alfiles de López Murphy generó malestar en el larretismo y sus socios. Los acusaron de ser cómplices de una maniobra “oportunista” del kirchnerismo para incomodar a Larreta. Según relatan fuentes partidarias, el jefe de Gobierno estaba al tanto de la situación. Fue el propio López Murphy quien lo llamó para avisarle. Rodríguez Larreta habría intentado convencerlo de que desistieran.

“Cumplimos con nuestro compromiso con los porteños y la reducción impositiva”, dijo García Moritán al cierre de esa jornada, para destacar que la baja de impuestos es una de sus promesas de campaña. “Vamos a seguir trabajando para que esa y otras bajas de impuestos sean una realidad”, desafió el legislador que reconoce estar en sintonía con la ideología libertaria y, pese a la postura del larretismo y la Coalición Cívica, cree que Javier Milei debería sumarse a la coalición opositora.

El “Frente Anti-Grúas” obtuvo su nombre cuando kirchneristas, libertarios y trotskistas convocaron a una sesión especial para objetar el sistema de grúas de la Ciudad. Para evitar ser acorralado por la oposición, Larreta dispuso la estatización temporal del servicio. García Moritán considera una victoria ese cambio y destaca “el valor político” de haber conseguido aprobar un proyecto propio, que prohíbe el acarreo de vehículos cuando no obstaculicen el tráfico.

Pese a incomodar y mostrarse incómodos frente a algunas medidas del Poder Ejecutivo, desde Republicanos Unidos, mientras buscan que crezca la pata liberal dentro de Juntos por el Cambio, remarcan que el principal enemigo hoy “es el kirchnerismo” y deben concentrarse en un objetivo a la vez. Sin embargo, refuerzan la idea de “ser fiel a sus votantes” y explican bajo esa excusa las situaciones que incomodaron a Larreta. Festejan también haber conseguido una baja de impuestos de 4.500 millones de pesos -por un ajuste en el cobro de patentes y contratos y contrataciones de personal- para la aprobación del presupuesto del año que viene del jefe de gobierno porteño. En esa misma línea, muestran una postura estricta en contra del uso de fondos públicos para la campaña presidencial de Larreta.

Fue, sin embargo, Rodríguez Larreta el primero que le dijo a García Moritán que debería ser jefe de gobierno porteño. Fue en febrero, después de una reunión con emprendedores tecnológicos a la que el legislador había invitado al alcalde. En su último raid mediático fue también él quien lo sumó a la larga lista de candidatos para sucederlo.

La decisión finalmente dependerá de lo que haga Ricardo López Murphy, quien encabeza Republicanos Unidos, que al igual que sus socios de Pro y el radicalismo presentará una boleta nacional. Con el anuncio del diputado nacional, que dijo que no se baja de la pelea de la Ciudad -entusiasmado por algunos números que le acercan-, tambalea la boleta que ilusionaba a algunos liberales que imaginaban a López Murphy como presidente, José Luis Espert como candidato a gobernador y García Moritán para la Ciudad.

Aunque imaginaba ser candidato en la Ciudad, el legislador porteño ya cruzó la General Paz y activó recorridas en algunas provincias. Al igual que varios políticos, en el verano pasará por la temporada de la costa y estará en Pinamar y Mar del Plata. En privado, desliza que está dispuesto a postularse a la presidencia “si es lo que necesita el espacio”. Ilusionados ante las encuestan que reciben, que los ubican en torno al 10% en la Ciudad, pretenden conseguir en 2024 tres bancas más en la legislatura porteña y más representantes en el Congreso Nacional.

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