La boleta única quedó a un paso de conseguir dictamen en el Senado, aunque persisten las diferencias
El proyecto aprobado por Diputados en 2022 tendría las firmas aseguradas y este miércoles conseguiría la luz verde para su debate en el recinto a pesar de la resistencia del kirchnerismo
LA NACION
Tanto en el campamento libertario como en el de los exsocios de Juntos por el Cambio impera la confianza en que este miércoles conseguirán las firmas necesarias para emitir dictamen al proyecto de ley de boleta única de papel y dejar al texto un paso más cerca de ser debatido en el recinto del Senado después de que Cristina Kirchner le ordenara al bloque del Frente de Todos mantenerlo empantanado por más de un año y medio.
De todas maneras, que la iniciativa supere el tratamiento en comisiones no garantiza su aprobación. Es que todavía persisten algunas diferencias, planteadas por los integrantes del interbloque Innovación Federal, integrado por los provinciales Mónica Silva (Juntos Somos Río Negro) y los misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, del Frente Renovador de la Concordia.
Si en el tiempo que media hasta su tratamiento en el recinto estos legisladores mantienen sus pedidos de modificación, el texto no podrá convertirse en ley y deberá volver en segunda revisión a la Cámara de Diputados.
El proyecto será discutido, a partir de las 14, en un plenario de las comisiones de Asuntos Constitucionales y de Justicia y Asuntos Penales y fuentes legislativas confiaron a LA NACION que al término del debate entre los senadores, ya que no se aceptaron los pedidos de invitar especialistas a exponer, la modificación del Código Electoral aprobado en la Cámara de Diputados en junio de 2022 recibirá la luz verde para su debate en el recinto del Senado.
No obstante, todavía quedan algunos detalles que casi con seguridad terminarán de definirse minutos antes del inicio de la reunión. Uno de ellos es saber si se emitirán uno o dos despachos, el segundo planteando algunas modificaciones, ya que todavía persisten algunas de las objeciones planteadas la semana pasada, cuando las comisiones se reunieron por primera vez para discutir el tema.
Los cambios centrales
La iniciativa establece varias modificaciones al sistema que rige las elecciones nacionales. La más importante es el reemplazo de la actual papeleta partidaria por una única boleta de papel diseñada y distribuida en cada punto de votación por las autoridades electorales federales.
El texto aprobado por Diputados adoptó el método utilizado por la provincia de Córdoba, que contempla una sola boleta que contiene todas las ofertas electorales de las diferentes fuerzas y alianzas políticas que compiten en cada distrito en cada una de las categorías en juego en esos comicios.
Este sistema, junto a otras cuestiones instrumentales que contiene la sanción de la Cámara baja, fueron cuestionadas la semana pasada, entre otros, por la rionegrina Silva, que antes que el plenario pasara a cuarto intermedio mostró su inclinación por el sistema que se usa en la provincia de Santa Fe, en la que se vota con una boleta diferente por cada una de las categorías de cargos electivos nacionales en juego.
La legisladora que responde al gobernador Alberto Weretilneck también cuestionó el denominado “botón de lista completa”, en referencia al casillero que permite votar por una sola fuerza en todas las categorías. Sostuvo que puede llevar a los electores a confusiones que podrían terminar con la anulación del voto al hacer más de un tilde.
En la reunión de la semana pasada, el kirchnerismo se plantó en su negativa cerrada a aceptar el cambio de reglas de juego. Además de considerar que el tema no es urgente, ya que no se votará hasta dentro de un año y medio, los legisladores de Unión por la Patria rebatieron las bondades de la boleta única de papel que habían esgrimido sus defensores, como el supuesto ahorro en costos de impresión de boletas.
Por el contrario, la UCR y el Pro defendieron el texto aprobado en Diputados por considerar que permitirá terminar con las estratagemas habituales que se suelen denunciar en todos los actos eleccionarios, como el robo de boletas que obliga a los partidos a reponerlas durante los comicios.
Los defensores del cambio también sostienen que el uso de la boleta única de papel beneficiará a los partidos más chicos que, al contar con menos financiamiento del Estado, no tienen la suficiente capacidad para reponer sus boletas el día de la elección. Además, sostienen, con el uso del nuevo instrumento ya no será necesario que cada fuerza tenga un fiscal por mesa para controlar y garantizar el adecuado suministro de papeletas.
El debate será conducido por el peronista disidente Edgardo Kueider (Entre Ríos-Unidad Federal), que la semana pasada fue elegido presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales. En diálogo con LA NACION, el senador confirmó que en la reunión de este miércoles no habrá invitados y que el debate se circunscribirá a la discusión entre los legisladores.
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