Las dudas sobre la participación de Alberto Fernández en la cumbre del Mercosur ponen en duda su realización

La participación de Alberto Fernández en la próxima cumbre del Mercosur está en duda. Aunque el Gobierno afirma que la Argentina estará representada en el cambio de la presidencia pro témpore, en el bloque aseguran que el mandatario argentino ya dejó trascender que no se presentará.

La ausencia del mandatario podría poner en jaque la misma organización de reunión, prevista para el 2 de julio próximo, en la que Paraguay le hará el traspaso de mando a Uruguay por otros seis meses. En el bloque no descartan que, en caso de confirmarse el faltazo, el cambio de autoridades se efectúe de hecho, sin ceremonia y a través de un comunicado.

Voceros oficiales consultados sobre las versiones que circulan en el bloque respondieron que, al faltar un mes y medio para la cumbre, todavía no es un tema en la agenda.

Una alta fuente del bloque regional indicó que el motivo por el que Fernández no participaría es la tensión que mantiene con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro. La cumbre los obligaría a sentarse, aunque virtualmente, en la misma mesa.

El bloque atravesó en las últimas semanas una fuerte crisis interna que todavía no quedó del todo saldada. Luego del cimbronazo interno que provocó la decisión de la Argentina de revisar las negociaciones comerciales -que forzó al Presidente a acercar posiciones en una charla telefónica con el uruguayo Luis Lacalle Pou-, el vínculo quedó resentido. Prueba de ello fue el comunicado de Paraguay el mismo día del anuncio argentino, en el que el gobierno de Mario Abdo Benítez avaló la búsqueda de métodos "jurídicos, institucionales y operativos" para permitir la continuidad de las negociaciones excluyendo a la Argentina. La diplomacia interpretó al escrito como un mensaje duro contra la Casa Rosada que terminaría por forzar la flexibilización del bloque, rechazada por Fernández e impulsada por sus socios.

Los roces se sumaron a la tensión creciente entre la Casa Rosada y Brasil. A casi seis meses del cambio de gobierno en nuestro país, todavía no hubo una foto entre Fernández y Bolsonaro, pese al intento de que se concretara un encuentro durante la asunción de Lacalle Pou, el 1 marzo último en Montevideo. Fernández no viajó con la justificación de que era el mismo día de la apertura de sesiones ordinarias en el Congreso.

Pese a los rumores, sin embargo la Cancillería ratificó hoy a LA NACION que el país seguirá siendo parte del grupo y que habrá representación oficial en las próximas reuniones multilaterales. "La Argentina va a estar representada fuera de toda duda", afirmaron fuentes oficiales, tajantes.

Está previsto que el canciller participe de la cumbre del Consejo del Mercado Común, junto a otros cancilleres, el 1 de julio, en lo que será la previa de la cumbre de mandatarios, un día después.

Solá, con la Mesa de Enlace

En tanto, el canciller Solá volvió a ratificar ayer que la Argentina no se irá del Mercosur. "No hay ni hubo ruptura", dijo el ministro en una conversación con la Mesa de Enlace, que le transmitió la preocupación del sector agropecuario por los roces recientes.

La Cancillería insiste, sin embargo, en la necesidad de repensar los acuerdos comerciales con países como Corea del Sur que, según el Gobierno, podría perjudicar a la industria local.

"No debemos olvidar que el Mercosur es para conectarse con el mundo, para beneficiarnos con las inversiones, la tecnología y el comercio y no para encarar una apertura ingenua o indiscriminada", dijo el secretario de Relaciones Económicas Internacionales, Jorge Neme.

Solá conversó con Jorge Chemes (Confederaciones Rurales Argentinas), Carlos Iannizzotto (Confederación Intercooperativa Agropecuaria), Carlos Achetoni (Federación Agraria Argentina) y Daniel Pelegrina (Sociedad Rural Argentina). El ministro también estuvo acompañado por el jefe de Gabinete de la Cancillería, Guillermo Chaves, y la subsecretaria de Mercosur y Relaciones Económicas Internacionales, María del Carmen Squeff.