Un fiscal de Nueva York acusó de terrorismo a uno de los prófugos del ataque a la AMIA

Una fiscalía de Nueva York acusó de terrorismo a uno de los prófugos por el atentado a la AMIA. Se trata del el colombiano-libanés Salman El Reda, considerado un alto funcionario del Hezbollah, acusado de planificar con sus agentes ataques en Tailandia, Panamá y Perú, y almacenar precursores químicos explosivos, incluido el nitrato de amonio.

Así lo hizo saber el Departamento de Justicia de los Estados unidos en una comunicación oficial en el que difundió la acusación del fiscal Geofrey S. Bernan. Allí se menciona que El Reda ayudó a planificar y ejecutar el atentado de Hezbollah el 18 de julio de 1994 contra el edificio de la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en Buenos Aires, donde murieron 85 personas.

Para realizar esta acusación, el fiscal norteamericano intercambió datos con el fiscal de la Unidad AMIA en la Argentina, Sebastián Basso, que sigue la pista de El Reda, en continuidad con la acusación que ya había hecho antes de morir el fiscal Alberto Nisman. “Esta acusación es un respaldo para la línea de investigación que seguimos en la Argentina”, dijo el fiscal Basso a LA NACION.

El Reda, de 58 años, tiene doble ciudadanía (colombiano-libanesa) y es miembro de la Jihad Islámica, que es el brazo armado del Hezbollah. El Reda está acusado, entre otros delitos, de conspirar para proporcionar y proporcionar apoyo material a Hezbollah, una organización terrorista extranjera designada. El Reda tiene su base en el Líbano y sigue prófugo.

“Hace casi tres décadas, Samuel Salman El Reda, veterano agente terrorista de Hezbollah, supuestamente ayudó a planificar y ejecutar el atroz ataque contra un centro comunitario judío de Buenos Aires que asesinó a 85 personas inocentes e hirió a muchas otras”, dijo el fiscal general adjunto Matthew G. Olsen, de la División de Seguridad Nacional del Departamento de Justicia. “Esta acusación sirve como un mensaje para quienes participan en actos de terrorismo: que la memoria del Departamento de Justicia es larga y no cejaremos en nuestros esfuerzos para llevarlos ante la justicia”.

“Como se alega, durante décadas, Samuel Salman El Reda ha dirigido operaciones terroristas en nombre de la Organización Jihad Islámica de Hezbollah, incluido un atentado con bomba en 1994 en Buenos Aires que masacró a 85 víctimas inocentes”, dijo el fiscal federal Damian Williams para el Distrito Sur de Nueva York. York.

“Los fiscales de carrera de esta oficina no han olvidado el dolor y sufrimiento que supuestamente El Reda ha causado, y agradecemos la dedicación de nuestros socios encargados de hacer cumplir la ley por llevar adelante este importante caso. El Distrito Sur de Nueva York sigue siendo líder en el procesamiento de terroristas violentos y organizaciones terroristas, y no descansaremos hasta que aquellos que crean caos y destrucción sean llevados ante la justicia”, señaló.

“Si bien han pasado casi 30 años desde este horrible ataque terrorista, el FBI y nuestros socios en todo el gobierno de Estados Unidos están comprometidos a brindar justicia a las familias de las víctimas”, dijo la subdirectora ejecutiva Larissa L. Knapp de la División de Seguridad Nacional del FBI. “Nuestro alcance y nuestra memoria son largos, como demuestra esta investigación. Los cargos revelados hoy son el resultado del arduo trabajo y la determinación de los hombres y mujeres del FBI y del Departamento de Justicia, y de la asistencia de nuestros socios internacionales en la aplicación de la ley”.

Hezbollah

Según documentos judiciales, Hezbollah es una organización islámica chiita con sede en el Líbano con componentes políticos, sociales y terroristas. Hezbollah fue fundado en la década de 1980 con el apoyo de Irán después de la invasión israelí del Líbano en 1982, y su misión incluye el establecimiento de un Estado islámico fundamentalista en el Líbano.

Desde la formación de Hezbollah, la organización ha sido responsable de numerosos ataques terroristas que han matado a cientos de personas, incluidos ciudadanos y personal militar estadounidenses. En 1997, el Departamento de Estado designó a Hezbollah como organización terrorista extranjera, de conformidad con la Sección 219 de la Ley de Inmigración y Nacionalidad, y así sigue siendo designada en la actualidad.

En 2001, el Departamento del Tesoro designó a Hezbollah como entidad terrorista global. En 2010, funcionarios del Departamento de Estado describieron a Hezbolá como el grupo terrorista técnicamente más capaz del mundo y una amenaza continua a la seguridad de Estados Unidos.

La Jihad Islámica, conocida como Organización de Seguridad Externa y Unidad 910, es un componente de Hezbollah responsable de la planificación y coordinación de actividades de inteligencia, contrainteligencia y terroristas en nombre de Hezbollah fuera del Líbano.

En julio de 2012, un agente de la Jihad detonó explosivos en un micro que transportaba turistas israelíes en las proximidades de un aeropuerto en Burgas, Bulgaria, y mató a seis personas e hirió a otras 32. Otras oepraciones fueron abortadas en todo el mundo, incluso mediante el arresto de un agente de la Jihad Islámica que vigilaba objetivos israelíes en Chipre en 2012, la incautación de sustancias químicas precursoras para la fabricación de bombas en Tailandia en 2012, la incautación de sustancias químicas similares en mayo de 2015 y la incautación de tres toneladas de nitrato de amonio en Londres en 2015. Desde junio de 2017, varios agentes de la Jihad islámica fueron arrestados, acusados y condenados en el Distrito Sur de Nueva York por delitos relacionados con el terrorismo.

Desde al menos 1993, El Reda ha dirigido operaciones terroristas en nombre de Hezbollah y la Jihad en América del Sur, Asia y el Líbano. El Reda fue responsable, de ayudar a planificar y ejecutar el atentado a la AMIA. El Reda desplegó agentes en Tailandia, Panamá y Perú, para ayudar a Hezbolá a vigilar antes de cada atentado en apoyo de la planificación de ataques y almacenar precursores químicos explosivos, incluido el nitrato de amonio.

El Reda está acusado de proporcionar apoyo material a una organización terrorista extranjera designada, castigado con 20 años de prisión; conspirar para proporcionar apoyo material a una organización terrorista extranjera , lo que conlleva una pena máxima de otros 20 años de prisión; ayudar e instigar a recibir entrenamiento de tipo militar de una organización terrorista extranjera , lo que tiene una pena máxima de 10 años de prisión o una multa; y conspirar para recibir entrenamiento de tipo militar de una organización terrorista extranjera , lo que lleva una pena máxima de cinco años de prisión.

Los fiscales federales adjuntos Jacob H. Gutwillig y Jason A. Richman para el Distrito Sur de Nueva York están procesando el caso, con la asistencia del subjefe Larry Schneider de la Sección Contraterrorismo de la División de Seguridad Nacional.

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