Un necesario reencuentro con la institucionalidad

Ante todo queremos expresar nuestra satisfacción por el sesgo claramente republicano que ponen de manifiesto los primeros actos de la administración Macri.

Ello así, nos preocupa la excesiva utilización de los DNU. Cabe recordar que nuestra constitución prohíbe su dictado como principio general en tanto los declara de nulidad absoluta e insanable. Sólo los permite "cuando circunstancias excepcionales hicieran imposible seguir los trámites (...) para la sanción de las leyes...". La Corte ha considerado que se presenta ese marco de emergencia exclusivamente ante tragedias naturales, invasiones extranjeras, cataclismos de orden económico de gran dimensión u otras situaciones equivalentes. Consideramos, tal como lo hemos expresado ya, que el decreto de designación de miembros de la Corte Suprema en comisión desconoció la señalada limitación para incurrir en una inconstitucionalidad. Es de destacar la decisión de Macri, poco común para un presidente, de dar marcha atrás e iniciar el proceso de consulta que prevé el decreto 222/03. Urge brindar toda la información exigida por la citada norma, pues no se han dado a conocer aún los antecedentes de índole profesional -clientes, sociedades, etcétera- ni los de carácter tributario de los destacados juristas propuestos.

También consideramos inconstitucional el DNU que modifica la ley de medios audiovisuales. No así el decreto autónomo que decidió la intervención de la Afsca, pues se trató del ejercicio de una atribución que la Ley Fundamental le reconoce al Ejecutivo. El primero implicó una intromisión injustificada en la esfera del Congreso. Más allá de las bondades de su texto, su trascendencia merecía un tratamiento legislativo. La ausencia de la necesaria deliberación lo alejó de la "cultura del consenso" mencionada por el primer magistrado en su discurso inaugural.

Comprendemos las dificultades por las que transita la nueva administración que lo obligan a remover los actos de destrucción institucional cometidos por los Kirchner. Pero el reencuentro con las instituciones democráticas vendrá de la mano del "gobierno de la ley", y no de la invocación de una supuesta emergencia. Esta actitud ya nos ha cansado a los argentinos, hoy esperamos de las nuevas autoridades el cumplimiento irrestricto de la Constitución.

El autor es constitucionalista