María Eugenia Vidal ratificó su rechazo a la "despenalización"
Dijo que el proyecto planteaba dificultades para el sistema de salud pública; valoró la confesión de Calcaterra y culpó al municipio de Moreno por la explosión de la Escuela N° 49,La gobernadora dijo que el proyecto planteaba dificultades para el sistema de salud pública
No fue la primera señal, pero sí la más clara. Mientras en el Senado se iniciaba la sesión por la ley de aborto legal, seguro y gratuito, María Eugenia Vidal se manifestó en contra de la sanción. "Yo, en lo personal, tengo que decir que si la ley no se vota hoy, mañana voy a estar más aliviada, porque estoy seriamente en contra de la ley", sostuvo la gobernadora bonaerense.
En realidad, había ido un poco más allá en el comienzo de la entrevista que dio a Radio Mitre. "Tengo una posición personal, que fue clara y pública desde hace muchos años: yo estoy en contra de la despenalización" del aborto, señaló. Ante la consulta de LA NACION, en la gobernación indicaron que Vidal se refería a la "legalización": que no está a favor de perseguir penalmente a las mujeres que interrumpen un embarazo..
Vidal ya había dado señales de su rechazo a la iniciativa. Una semana antes de la sesión en Diputados, visitó el Vaticano y se reunió con el papa Francisco. El encuentro había sido agendado a comienzos de año y "coincidió" con la votación, explicaron en La Plata, pero el mensaje fue claro. Un mes después, se fotografió con un joven con pañuelo celeste. Hace dos semanas, finalmente, dejó trascender su preocupación por la implementación de la ley en el desvencijado sistema de hospitales públicos bonaerenses.
Sobre ese punto volvió a explayarse ayer. "La ley plantea dificultades no resueltas en relación a la objeción institucional que impactan en el sector público. Si uno o varios sanatorios privados dicen que no lo hacen, esa persona va a ir a un hospital. La responsabilidad, para mí, es de la obra social o la prepaga, no de la institución pública", señaló.
Vidal también cuestionó que el proyecto sea "muy reglamentarista", al exigir que el hospital dé una respuesta en cinco días, cuando ya hay complicaciones para atender el resto de las cirugías programadas. Y planteó reparos a la figura del "adulto" que puede acompañar a las menores que pidan la interrupción de un embarazo.
El debate sobre el aborto dividió a Pro también en Buenos Aires. Ayer, el senador Esteban Bullrich volvió a argumentar en favor de las "dos vidas". Gladys González, muy próxima a Vidal, voto en favor de la ley y destacó la "libertad propiciada por Macri".
La entrevista le permitió a Vidal explayarse sobre algunos frentes de tormenta que atraviesa el país, Cambiemos y su gestión. Sobre los aportantes truchos de 2017, la gobernadora fue tajante a la hora de diferenciarse de Cristina Kirchner (ver página 20) y pedir una ley de financiamiento de campañas. Pero evitó el eje central de la denuncia.
También elogió el avance de la causa de los cuadernos de las coimas y valoró la confesión de Ángelo Calcaterra, primo de Mauricio Macri y exdueño de Iecsa: "No recuerdo en la historia argentina un empresario que se haga cargo y no responsabilice a su gerente".
Vidal inició la entrevista enumerando las acciones de la provincia en las escuelas de Moreno y responsabilizó al municipio, que conduce el kirchnerista Walter Festa, y a la gestión de Daniel Scioli, por la falta de obras y las falencias estructurales en las aulas. Fue la primera vez que habló de la explosión de la Escuela N° 49, que terminó con dos vidas hace una semana.ß
No fue la primera señal, pero sí la más clara. Mientras en el Senado se iniciaba la sesión por la ley de aborto legal, seguro y gratuito, María Eugenia Vidal se manifestó en contra de la sanción. "Yo, en lo personal, tengo que decir que si la ley no se vota hoy, mañana voy a estar más aliviada, porque estoy seriamente en contra de la ley", dijo la gobernadora bonaerense.
En realidad, había ido un poco más allá en el comienzo de la entrevista que dio a Radio Mitre. "Tengo una posición personal, que fue clara y pública desde hace muchos años: yo estoy en contra de la despenalización" del aborto, señaló. Ante la consulta de LA NACION, en la gobernación indicaron que Vidal se refería a la "legalización": que no está a favor de perseguir penalmente a las mujeres que interrumpen un embarazo.
Vidal ya había dado señales de su rechazo a la iniciativa. Una semana antes de la sesión en Diputados, visitó el Vaticano y se reunió con el papa Francisco. El encuentro había sido agendado a comienzos de año y "coincidió" con la votación, explicaron en La Plata, pero el mensaje fue claro. Un mes después, se fotografió con un joven con pañuelo celeste. Hace dos semanas, finalmente, dejó trascender su preocupación por la implementación de la ley en el desvencijado sistema de hospitales públicos bonaerenses.
Sobre ese punto volvió a explayarse ayer. "La ley plantea dificultades no resueltas en relación con la objeción institucional que impactan en el sector público. Si uno o varios sanatorios privados dicen que no lo hacen, esa persona va a ir a un hospital. La responsabilidad, para mí, es de la obra social o la prepaga, no de la institución pública", señaló.
Vidal también cuestionó que el proyecto sea "muy reglamentarista", al exigir que el hospital dé una respuesta en cinco días, cuando ya hay complicaciones para atender el resto de las cirugías programadas. Y planteó reparos a la figura del "adulto" que puede acompañar a las menores que pidan la interrupción de un embarazo.
El debate sobre el aborto dividió a Pro también en Buenos Aires. Ayer, el senador Esteban Bullrich volvió a argumentar en favor de las "dos vidas". Gladys González, muy próxima a Vidal, voto en favor de la ley y destacó la "libertad propiciada por Macri".
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