La Universidad de Morón y el Municipio de Tigre trabajan en conjunto en el desarrollo de viviendas sustentables en el Delta, con el fin de ofrecer unidades habitacionales, acordes con el cuidado del medio ambiente, destinadas a las familias de bajos recursos.
Tras la firma de un convenio, trabajan en siete prototipos de vivienda en el barrio Otamendi, y además en algunos espacios públicos sobre el arroyo Curubica y dos módulos sobre el arroyo Pajarito. Para las dos casas ya terminadas, y las que actualmente se encuentran en construcción, utilizan madera y materiales reciclados o en desuso como pallets, contenedores de madera para motos o piezas de auto, carpinterías, perfiles y algunos metales fruto de demoliciones. Además, para la construcción se usaron materiales del ecosistema isleño.
El Municipio, junto con la universidad, realizan el control y la dirección de las obras y la construcción está a cargo de unos 80 alumnos y 10 profesores de la Facultad de Arquitectura, Diseño, Arte y Urbanismo de la universidad de zona oeste. Y son los mismos estudiantes que financian estos trabajos en base a donaciones de materiales y eventos que efectúan.
"Este proyecto se desarrolla en la última materia de la carrera que se llama proyecto final integrador, y con este trabajo se reciben. Es decir, los alumnos se reciben proyectando, gestionando y construyendo una obra de arquitectura que sirva a las necesidades de una comunidad postergada de nuestro país. Este trabajo tiene un fin claramente social, pero también está basado en un cambio radical en la enseñanza de arquitectura, supone la apertura total de las aulas y su relación directa con la realidad", explicó Alejandro Borrachia, decano del establecimiento educativo.
El intendente de Tigre, Julio Zamora, resaltó que debido materiales renovables y su correcta administración representa un desarrollo sustentable, que disminuirá las emisiones y los residuos generados en la construcción tradicional y el consumo energético, lo cual resultará en el bienestar y la salud humana. "No se trata solamente de intervenir en mejoras habitacionales sino de vincularlas, además, a un sesgo de concientización acerca del cuidado y la preservación del medioambiente para las generaciones futuras", destacó el funcionario.
La madera, materia prima fundamental
Las obras responden a la lógica constructiva, a los materiales, y a la mano de obra características del delta, además de reinterpretar a las tipologías autóctonas que son parte de la cultura y de la memoria de los isleños. "Las dos casas ya terminadas, y las cuatro que se encuentran en construcción, utilizan la madera como material principal. Esta es un recurso eficiente y renovable y la tecnología que la pone en marcha es de fácil montaje y armado, reduciendo costos, tiempos y consumo de energía en la obra. Además permite, con una mínima capacitación, la generación de mano de obra nueva y calificada para el lugar de implantación. También se utilizan materiales reciclados o en desuso como parte de la lógica de economía de recursos y como base del sistema constructivo adoptado", explicó el decano.
Otra de sus características es que tienen tecnologías pasivas para generar confort térmico, como aislaciones, ventilaciones cruzadas, fachadas ventiladas, dobles techos y parasoles. Asimismo, tienen un sistema de filtrado y recolección de agua de río y para la reutilización del agua de lluvia.
Por todos los beneficios que este proyecto tiene para las personas vinculadas como para la naturaleza, es que el Municipio y la Universidad esperan poder seguir trabajando en este tipo de construcciones más allá de los dos años que en principio acordaron. Un dato interesante es que además de las viviendas se prevé la construcción de un puente para los vecinos de la zona.