El dólar, la inflación y las oportunidades

El clima bochornoso de este intenso verano, con temperaturas récord en años parece tan sofocante como la cifra de inflación que sigue trepando lo mismo que la suba del dólar blue, que no detiene su ascenso. ¿Una devaluación por goteo que también atañe al oficial? La reacción inmediata de los que tienen ahorro en pesos es adquirir bienes tangibles, autos, viajes; los que cuentan con alta capacidad adquisitiva compran oficinas, departamentos pagando financiado en cuotas tal como ofrecen los fideicomisos. Otros más expertos en el mundo financiero tal vez en acciones. Es decir, todo indica que nadie en condiciones de ahorrar se puede quedar con los pesos sin un destino útil porque la inflación los devora. En este escenario están en acción aquellos sabuesos, especialistas en encontrar oportunidades de buenas propiedades. Seguramente tendrán que ganar la pulseada con los propietarios que no están dispuestos a negociar activos -incluso de alta gama- por valores inferiores a la tasación convalidada con los operadores del sector. ¿O sí?

El dilema de estos días es acertar con el precio justo, más aún cuando los valores se modifican en la medida en que la inflación se acelera y el dólar trepa. El problema de los que tienen unidades usadas para vender es que no quieren perder el valor de capitalización de su inmueble. ¿Es tiempo de vender? ¿Y de comprar?

Algunos desarrolladores, que siempre se anticipan a lo que vendrá, están activos buscando negocios y enhebrando otros. "Este año hay que trabajar intensamente; el que viene será mucho más complicado porque es electoral y eso condiciona a la gente." Developers/inversores: una dupla que se anima a colocar los pesos y también a construir. O comprar tierra, fracciones o lotes, un bien que escasea o al menos, que hay que coincidir que es finito. La rueda gira para ese segmento que desde luego admite las complicaciones del escenario actual. Pero el que abarca a las unidades usadas sigue estancada. ¿Qué les deparará 2014 a este segmento tan importante? ¿Habrá respuestas a este problemática? ¿Algún atajo para vislumbrar una salida? Es enero, y aún en vacaciones las preocupaciones no se pueden dejar de lado. La pregunta es: ¿cómo seguir?