Marzo fue otro mes de volatilidad cambiaria y las oscilaciones del dólar desalentaron la recuperación de la construcción. Una industria que venía reflejando una muy tenue recuperación mensual en el primer bimestre del año. El Indicador Sintético de la Actividad de la Construcción (ISAC) mostró que este sector tuvo una caída interanual de 12,3 por ciento. El porcentaje es alto porque la comparación es con números elevados del año pasado. Sin embargo el dato más preocupante fue el retroceso de 3,5 por ciento tras dos meses consecutivos de recuperación. A este dato se suma que en marzo también bajó la superficie autorizada para los permisos de edificación, que refleja el poco interés de los desarrolladores por iniciar nuevas obras. En este caso, la caída es de 8,7 por ciento mensual y 19,5 por ciento interanual luego de que en febrero ambas variaciones fueran positivas. Por otra parte, todos los insumos –también los de las obras públicas– mostraron fuertes bajas en la medida anual. El Índice Construya (IC), que mide la evolución de los volúmenes vendidos al sector privado de los productos para la construcción que fabrican las empresas líderes que conforman el Grupo Construya (ladrillos cerámicos, cemento portland, cal, aceros largos, carpintería de aluminio, pisos y revestimientos cerámicos, adhesivos y pastinas, pinturas impermeabilizantes, sanitarios, grifería y caños de conducción de agua), señaló que las ventas de insumos de las empresas del Grupo se ubicaron 17,1 por ciento por debajo de las registradas en abril de 2018. Y al comparar con marzo, los volúmenes despachados en abril de 2019 registraron un aumento del 3,71 por ciento desestacionalizado. En el análisis del primer cuatrimestre, la baja fue de 16,8 por ciento en comparación con el mismo período del año anterior.
Horizonte nublado
Otro dato desalentador son las expectativas de los empresarios del sector. El Indicador del Estudio de Opinión Construya (IE-EOC) arrojó que sólo el 16 por ciento de los encuestados considera que habrá una evolución positiva de su actividad en los próximos doce meses y el 43 por ciento que se mantendrá igual. Mientras que el 35 por ciento opinó negativamente sobre el futuro próximo.
En cuanto a las alternativas de ahorro, 30 por ciento de los encuestados calificó a la construcción como el mejor método de ahorro. En segundo lugar, se ubicó la compra de moneda extranjera con 24 por ciento y en tercer lugar el plazo fijo con 16 por ciento. Respecto a la evolución de la actividad en los últimos doce meses la mayoría de los encuestados señaló una disminución de su nivel de actividad. Del total, 4 por ciento indicó que su actividad aumentó. Otro 18 por ciento señaló que se mantuvo y el 76 por ciento indicó que disminuyó mientras que un 2 por ciento no contestó. De esta manera, fue récord la proporción de respuestas negativas superando incluso a la encuesta anterior cuando el porcentaje fue de 67 por ciento.
Con respecto a los facilitadores para llevar adelante el negocio, los actores de la cadena que respondieron consideraron como principal facilitador del negocio al "crecimiento de la actividad económica". Le sigue la opción el "aumento de obras privadas" y, en tercer lugar, se ubica "la disminución del precio del metro cuadrado (en dólares)".
Las medidas
En este contexto, una buena noticia es que el Gobierno planea enviar al Congreso un proyecto para bajar impuestos al sector de la construcción principalmente a las empresas. La propuesta impulsa beneficios fiscales a los proyectos nuevos en el sector atacando tres frentes: el impuesto a las ganancias, al cheque y el IVA. La iniciativa avanza también en una mejora que impactará en los cerca de 310.000 tomadores de créditos hipotecarios en la Argentina. El objetivo es subir el tope de la deducción por crédito hipotecario del impuesto a las ganancias –en $20.000 desde 2001– a cerca de $85.000 en 2020. Si se aprueba el proyecto, llegaría $65.000 este año y subiría al mismo nivel que tiene la deducción para alquileres ($85.000) el año que viene. "Cuando la construcción se mueve trabajan los ingenieros, los arquitectos, los capataces, los albañiles, los electricistas, los gasistas, y también se mueven las industrias", explicó el presidente Mauricio Macri el en video que se emitió para presentar las medidas.
Entre las medidas vinculadas con el impuesto a las Ganancias, se propone una actualización de costos y reinversión en nuevos proyectos se permitirá actualizar el monto de las inversiones en proyectos inmobiliarios (terrenos y construcciones) con la condición de que se reinvierta el monto equivalente en nuevos proyectos en 24 meses. También se empujará una actualización de costos a través de revalúo impositivo (similar al existente). "Consiste en actualizar el costo de la inversión pagando un impuesto del 15% sobre el valor actualizado que podrá ser cancelado en forma diferida (o sea, "en cuotas"). Además, impulsarán una reinversión en fondos de objeto inmobiliario. "Para las ganancias realizadas por ventas de inmuebles se incorpora la posibilidad de diferir el pago del impuesto a condición de que se reinvierta en fondos comunes de inversión o en fideicomisos financieros, con objeto inmobiliario y oferta pública", explicaron. También se propondrá, como se mencionó, el incremento del tope de la deducción de ganancias para los deudores hipotecarios. Con relación al IVA, se posibilitarán devoluciones por los créditos fiscales que se generen y no se hayan podido absorber dentro de un plazo de seis meses. Esto funcionará como financiamiento. Por el impuesto al cheque, se promoverá que las firmas del sector tomen a cuenta de ganancias –para todo desarrollo nuevo– el cómputo del 100 por ciento del impuesto al cheque.