
Costa sobre el Paraná de las Palmas, canales para navegar y variada oferta deportiva caracterizan al Club Jardín Náutico Escobar; los lotes, entre 25.000 y 40.000 dólares
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Para los apasionados por la náutica y la naturaleza, el Delta les tiene reservado un lugar interesante: el Club Jardín Náutico Escobar, donde se puede adquirir una vivienda, o bien construirla para aunar el descanso con la vida deportiva a corta distancia de la city porteña. Hasta allí se llega de dos maneras: en auto, por la ruta Panamericana, a la altura de Escobar se debe tomar la ruta 25 hacia el Paraná de las Palmas y 2 km antes de llegar a la costanera se dobla a la izquierda; o con una embarcación, por el río Paraná de las Palmas hasta la altura de la boya 73.
Son 33 las hectáreas que comprende este desarrollo, cuyos 273 lotes tienen acceso al río, con un frente de 20 metros de costa por cada uno de ellos. En la actualidad, la figura jurídica del lugar es la de club náutico; tiene una comisión directiva de 14 miembros, todos socios, encargados de la administración. Algunas referencias más del lugar las ofrece el presidente de la comisión, Daniel Padin: "Se cuenta con un total de 10 km de canales navegables, lo que lo hace muy exclusivo; los propietarios pueden tener las embarcaciones frente a su lote, o amarrarlas a los muelles. La profundidad promedio es de 3 m, lo cual hace posible albergar yates, veleros o lanchas. Otras de las características es que aún conserva el estilo agreste, con mucha arboleda y plantas típicas del Delta".
Aquí se puede realizar actividades de kayak y remo, además de contar con las clásicas canchas de paddle, fútbol y voley, y dos quinchos, uno cubierto para 100 personas. "Con 24 años de historia, hay que reconocer que la náutica es el punto fuerte del desarrollo, porque tener enfrente de la casa la embarcación es muy atractivo, más con una costa de 1000 m en el Paraná de las Palmas", explica el titular de la comisión directiva.
Respecto de las construcciones, los diseños son muy diferentes. Existe un reglamento que autoriza viviendas con determinado metraje y tipo de materiales, pero no establece un estilo en particular. A la vez cuenta con energía eléctrica, gas envasado, telefonía, Internet por banda ancha, servicio de supermercado y restaurante propio. En la actualidad se realizan obras en el acceso y un nuevo puente en el camino vecinal.
La dimensión de los lotes abarca entre 1000 a 1500 m2, el estándar es de 20 por 50. Los valores varían mucho en función de la ubicación, pero están entre 25.000 y 40.000 dólares. Respecto de las casas, se comercializan entre 110.000 y 230.000 dólares. Para tener en cuenta, el bajo valor de las expensas, que en la actualidad ronda los 180 pesos por lote. La comercialización está a cargo de la Inmobiliaria Liliana Florio. Otra particularidad es la que define Daniel Padin: "Toda persona que invierte aquí es porque le gusta la naturaleza y la náutica. En la actualidad, los propietarios son más familias de fin de semana que residentes, pero esto cambia año tras año".
El club, que marca diferencias para la zona desde 1983 por su acceso directo al Paraná, cuenta con vigilancia las 24 horas, registro de acceso, cámaras de seguridad y comunicación directa con Prefectura y la policía, lo que le otorga mayor confiabilidad en una ciudad como Escobar, al norte de Buenos Aires, que presenta profundos cambios, con varios countries en plena ejecución.
Los orígenes
En la década del 70, los propietarios de cuatro parcelas contiguas, pertenecientes a la familia Pfujer, a orillas del río Paraná de las Palmas, unos 2000 metros aguas arriba del puerto de Escobar y con acceso por tierra desde la ciudad, intuyeron que unificándolas con las 45 hectáreas que hoy ocupa el Club Jardín Náutico Escobar reunían las condiciones ideales para subdividirlas, y sentar las bases de una urbanización con fines recreativos y de actividades náuticas.
El medio natural isleño, con sus arboledas exuberantes y una rica fauna autóctona, ofrecía las características ideales para atraer a grupos de familias ansiosas por lograr espacios verdes y espejos de agua en un medio geográfico distinto del clásico del Gran Buenos Aires y cerca de la Capital. Esto generó que el emprendimiento tuviera un gran éxito económico, con el atractivo inédito de ser la primera urbanización náutica.
"Por eso -indica Daniel Padin- se efectuó el dragado de una amplia red de canales, con 10 km navegables, diseñada por el estudio del arquitecto Estanislao Kocourek. El proyecto, que comenzó a concretar la firma Conilot, posibilitó el acceso por agua como por tierra a cada uno de los 273 lotes iniciales que la propietaria ofreció en venta desde 1983."
Son lotes y viviendas que cautivan para invertir en un entorno diferente y muy atractivo.




