En la Costa Azul. Las vacaciones de Marta Ortega, la mujer más poderosa de la moda, en un yacht de 80 millones de dólares

La mujer más poderosa del mundo de la moda se tomó un respiro. Marta Ortega (38) dejó por unos días la estresante vida corporativa y se embarcó junto con su marido, Carlos Torretta, sus dos hijos, Amancio (9) y Matilda (2), y un grupo de amigos para navegar por la Costa Azul en el espectacular barco de su padre.

TODOS A BORDO

Desde abril de este año, ella es la presidenta de Inditex, el imperio textil del cual Zara es la firma estrella. Fue Amancio Ortega quien decidió que Marta, la menor de sus tres hijos, lidere la empresa que él fundó en Galicia en 1963 y que tiene un valor, según el ranking de la revista Forbes, de 68 mil millones de dólares. Sin embargo, la moda y los negocios no son las únicas pasiones de Marta: también ama los caballos y la vida en el mar.

La equitación es, para ella, mucho más que un hobby y es habitual verla en los concursos hípicos más importantes de Europa, ya sea como participante o en la platea, junto a Torretta. En los primeros días de junio, la pareja asistió al Global Champions Tour que se disputó en Cannes y aprovechó la estadía en la Riviera francesa para zarpar a bordo del Drizzle, un yacht de 67 metros de eslora construido en 2012 en el astillero real holandés Feadship. La espectacular nave pertenece a Amancio Ortega y es una de las más caras del mundo en su categoría: desde fines de 2021 está en venta, a la espera del candidato dispuesto a pagar por ella 80 millones de dólares. Ortega gastó en su momento 101 millones para que Feadship lo hiciera enteramente a su gusto, con camarotes en suite para doce pasajeros, un gran comedor formal más otro en el exterior, un gimnasio, tres áreas de descanso en la cubierta, cocina gourmet y un equipo completo para divertirse en el mar: cama elástica, tobogán, dos motos de agua, kayaks, sets de buceo y dos lanchas auxiliares. Drizzle es, además, una nave poderosa, con dos motores diésel MTU de 2.038 CV que le permiten alcanzar una velocidad máxima de 16,5 nudos y una autonomía de 5.500 millas náuticas.

Durante estas minivacaciones en la Costa Azul, Marta tomó sol en bikini junto a su marido sin perder de vista a Matilda, que chapoteó en una pileta inflable en la cubierta, y a Amancio, que practicó deportes acuáticos. La familia y los amigos hicieron una parada en Cap d’Antibes para almorzar en el exclusivo hotel Eden Roc, y luego regresaron a bordo para continuar su travesía de lujo en las cristalinas aguas del Mediterráneo francés.