Fotos exclusivas. El reencuentro de China Suarez y Benjamín Vicuña en Madrid: almuerzo y paseo con sus hijos

Llegó el esperado reencuentro y el contacto en Madrid. Eugenia Suárez (29) y Benjamín Vicuña (42) se muestran pendientes de sus hijos (siempre dijeron que a pesar de su separación serían familia para siempre) pero algo fríos y distantes entre ellos. Pasean y caminan por las céntricas calles de la capital española junto a sus hijos, los propios, Magnolia (3) y Amancio (1), y Rufina (8), fruto de la relación de China y Nicolás Cabré.

Invitado para participar en la ceremonia de los Premio Platino (se entregaron el domingo 3), el actor chileno aterrizó en el aeropuerto de Barajas el jueves 30 y, tras instalarse en el Westin Palace, a unos 300 metros del Museo del Prado, de la Colección Thyssen y del Reina Sofía, corrió a abrazar a sus hijos menores, a quienes llevó al Parque del Retiro. Remaron en uno de los botes del lago y él subió una foto en sus redes sociales.

Eugenia llegó a España a mediados de septiembre, apenas tres semanas después de que Benja anunciara la separación por redes sociales tras cinco años juntos, y alquiló un departamento ya que piensa extender su estadía por algo más de un mes. Con ella viajaron sus tres hijos, su mamá, Marcela Riveiro y una niñera que la ayuda mientras filma una película con Álvaro Morte, conocido como el profesor en la serie La casa de papel.

El viernes, antes de que arrancara la maratón de ensayos, compromisos y hasta un partido de fútbol con La Liga en Alcalá de Henares –todo en el marco de los premios al cine y la televisión iberoameicana–, Benjamín, la China, sus hijos y la mamá de la actriz aprovecharon el día soleado para hacer turismo. Vestidos con looks casuales –jean y remera básica total white, ella; jeans y camisa sport, él– pasearon por el barrio de Salamanca como en sus mejores tiempos. Tal como se ve en las imágenes, Vicuña estaba feliz de reencontrarse con sus hijos y empujó encantado el cochecito doble (aunque los chicos, de tanto en tanto, no se privaron de “descubrir la ciudad” en brazos de sus padres).

También se lo vio muy unido a Rufina, que estrenaba anteojos de sol cat-eye. Al mediodía, almorzaron en Amazónico, un restaurante muy de moda, que se caracteriza por su cocina tropical, asiática y mediterránea. Y luego desandaron el camino de vuelta a casa con el mismo espíritu familiero con que lo arrancaron.

EN BOCA DE VICUÑA

El domingo, antes de la premiación, Benjamín habló con ¡HOLA! sobre sus hijos menores: “Estuve durante la tarde con ellos. Amancio aprendió a caminar acá, en la Madre Patria. Precioso, mi Amancio. Y Magnolia son mis ojos, es una niña preciosa y muy dulce, la extraño muchísimo porque ella está acá, en Madrid, y yo en Buenos Aires. Este viaje nos vino muy bien, no sólo para poder estar en los premios sino para estar con mi familia”, sostuvo.

Consultado por su reciente participación en un comercial con su hijo Bautista (fruto de su relación con Pampita Ardohain), se mostró muy orgulloso. “Nace una estrella. Mi hijo tiene 13 años y me sorprendió. Estuvo canchero, como se dice en Argentina, muy natural. Y me generó tanta emoción que tuve que pedir parar para llorar. Fue muy movilizante verlo en el set. Quienes tienen hijos grandes deben saber que un día dejan de ser niños para convertirse en pequeños hombres. Cambian los diálogos. Nos acompañamos desde otro lugar”, sostuvo, al tiempo que aseguró que ser padre, aunque es difícil por la responsabilidad que conlleva, es el mejor rol del mundo. De amor o desamor, evitó hablar.

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