Son tendencia en la decoración y acercan porciones de naturaleza al interior de los hogares. Te contamos cómo se hacen.
Son pequeños universos, jardines en miniatura que aportan la cuota de diseño a los ambientes, un objeto que es tendencia sostenida en la decoración de interiores. Recrean -generalmente en recipientes de vidrio-, un pequeño invernadero, ya que con la luz, la temperatura y la humedad adecuadas, permiten el desarrollo de ciertas especies vegetales. Además de aportar vida al interior de casa, los terrarios evocan magia y fantasía y remiten a mundos imaginarios de criaturas minúsculas que habitan entre hojas, piedras y hongos, propias de mitos y las leyendas.
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Mini bosques, microselvas o diminutos desiertos, los terrarios constituyen pequeñísimas porciones de naturaleza, cuyo desarrollo podemos observar de cerca e íntimamente, ya sea en una biblioteca o en un estante de la cocina.
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¿Qué materiales se necesitan para hacer un terrario?
Además de las plantas que habitarán en ellos, para hacer un terrario necesitás solo materiales naturales, que van colocados en capas o estratos dentro del contenedor elegido. De las capas superiores a las inferiores, los materiales son:
- tierra o sustrato (existe uno específico para cactus y suculentas)
- piedra blanca partida
- vermiculita
- carbón picado (previene la aparición de hongos)
- arena gruesa
- leca y piedra partida (se ubican siempre en la base porque absorben la humedad y evitan la pudrición de las raíces).
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Si bien las plantas que provienen de zonas tropicales son las más aptas, también se pueden armar terrarios con otro tipo de especies y darles un carácter desértico o la impronta zen de un jardín japonés.
Si sos principiante en el cuidado de las plantas, una opción viable es hacer un terrario de cactus y suculentas, porque se trata de plantas que exigen poco mantenimiento y son bastante resistentes. En este caso, regalas muy poco (solo humedecer la tierra una o dos veces al mes) y procurales luminosidad alta o algo de luz directa. En todos los casos, evitá encharcar y que se expongan a la lluvia.
Los terrarios pueden ser abiertos o cerrados, y su característica diferencial es el material transparente del contenedor permite ver las distintas capas de sustrato que lo componen.
Evitá teñir los materiales con colorantes o tinturas no naturales, porque pueden afectar la salud de las plantas.
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Consejos para hacer un diseño atractivo
- Incluí al menos tres especies de plantas.
- Incorporá plantas de distintos colores y formas.
- Elegí una especie para que protagonice la escena. Su forma, floración, color o tamaño puede ser la característica que la destaque.
- Encontrá una relación pareja en la proporción entre el tamaño del contenedor y el de las plantas.
- Buscá el contraste entre las capas de sustrato, alternando los materiales claros con los oscuros.
- Evitá que los materiales que componen cada estrato o capa se mezclen. Para eso, mové el terrario lo menos posible. Nunca lo inclines.
- Agregá materiales de terminación como arena gruesa, musgo o piedritas.
- Según el estilo que le quieras dar a la composición, podés sumar claveles del aire (tillandsias), piedras de formas atractivas o caparazones vacíos de caracoles de tierra o agua. Algunos eligen sumar pequeñas estatuillas o muñequitos de plástico.
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