Dime qué follaje tienen tus plantas y te diré qué necesitan
El lenguaje de las hojas en una herramienta poderosa saber cómo para cultivar un jardín atractivo y saludable.
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Cada planta cuenta su propia historia por medio de sus hojas. El follaje no solo embellece nuestros jardines, sino que también sirve como un indicador crucial del bienestar de las plantas y de sus necesidades.
Desde el color, hasta la textura y la forma de las hojas, cada detalle del follaje revela mucho sobre las necesidades específicas de una planta. Saber observar y analizar las características del follaje es imprescindible para cualquier jardinero o aficionado.
El follaje puede guiar a los jardineros en la creación de ambientes ideales para sus plantas. Al comprender qué mensaje transmite su follaje, se puede asegurar un cuidado más efectivo, promoviendo un crecimiento saludable y encontrando el espacio adecuado de a acuerdo al color, tamaño o forma de sus hojas.
El lenguaje de las hojas
- Follaje grueso: plantas como el Aloe vera y las suculentas tienen hojas gruesas y carnosas. Estas hojas están adaptadas para retener agua, indicando que la planta es capaz de soportar períodos secos y necesita menos riego. El exceso de agua puede ser perjudicial para estas especies.
- Follaje fino y delicado: plantas como la Begonia, el Caladium o los helechos, tienen hojas delgadas y tiernas. Se trata de plantas que requieren un suministro constante de agua y no toleran la sequedad. Un suelo húmedo y bien drenado es esencial para su salud.
Entender las características del follaje, como su tamaño, forma, textura y color, permite ajustar las condiciones de cultivo para satisfacer sus necesidades
- Follaje verde oscuro: las plantas con follaje oscuro crecen bien cuando se cultivan en plena sombra.
“Las plantas sintetizan la luz del sol a través de la clorofila, que es la que les da la coloración verdosa. Hay distintos tipos de clorofila: A, B, C1, C2, D y F. La clorofila B absorbe el rojo-azul y refleja el verde oscuro, es la que absorbe la mayor cantidad de luz disponible en las zonas de sombra”, explica la paisajista Agustina Anguita.
- Follaje grisáceo: las plantas con este color de follaje necesitan sol pleno para desarrollarse de manera saludable. El tono gris suele estar dado por unos “pelitos” que genera la planta para que reflejen la luz del sol y así evitar la deshidratación. Estas especies necesitan un muy buen drenaje.
- Hojas pequeñas: las plantas que tienen hojas pequeñas crecen mejor cuando se cultivan a pleno sol. “El tamaño de las hojas es una estrategia de las plantas para no deshidratarse. A menor superficie de exposición, menor pérdida de agua”, explica Anguita.
- Follaje tipo cabellera o acintado: el follaje en forma de cintas o pelos es el resultado de adaptaciones evolutivas que permiten a las plantas optimizar su supervivencia en climas ventosos.
Las hojas en forma de cintas o pelos no ofrecen resistencia al viento ya que las masas de aire pueden pasar entre entre ellas sin dañarlas.
- Hojas grandes: las hojas grandes tienen una mayor superficie para captar luz solar, lo que permite una fotosíntesis más eficiente.
En ambientes de baja luminosidad, como los bosques tropicales, plantas como la Monstera deliciosa tienen hojas grandes para capturar la cantidad limitada de luz que llega al suelo del bosque.
Por otra parte, las hojas grandes pueden ayudar a regular la temperatura de la planta y mantener la humedad en el entorno local.
Al aumentar la superficie de evaporación, las hojas grandes pueden enfriar la planta y aumentar la humedad alrededor de ellas
Este tipo de plantas sufre con el viento, ya que las grandes superficies ofrecen resistencia al viento que, al impactar sobre ellas, las hace jirones y las deshidrata.
- Hojas variegadas (con múltiples colores): las hojas de algunas especies del género Coleus tienen patrones de colores brillantes. Un exceso de luz directa puede dañar estas hojas, mientras que la luz insuficiente puede desvanecer sus colores.
Prestar atención a los diferentes aspectos del follaje es de gran ayuda para ajustar y mejorar las prácticas de cuidado de las plantas y disfrutar de un jardín saludable sin grandes esfuerzos.
LA NACION
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