Desde aromáticas, lechugas, tomates hasta uvas y limoneros; ninguna excusa te detiene para aprovechar al máximo todos los espacios verdes de tu casa
Dependiendo del espacio disponible y de las necesidades propias de una familia, lo ideal es hacer un listado de las verduras y hortalizas que se consumen y, en base a eso, diseñar la huerta según las preferencias, épocas y requerimientos de cada una.
El trabajo de mantenimiento —riego, fertilización, control de plagas y enfermedades, resiembra o trasplante de plantines— requiere un estudio previo para que, además de funcional, la huerta sea vistosa y se mantenga prolija durante todo el año, sobre todo cuando ocupa un lugar preponderante en el jardín.
1. La huerta camuflada en el jardín
Esta huerta dinámica fue diseñada combinando cajones de durmientes que se intercalaron con setos de arbustos perennes (Buxus sempervirens) para mantener la estructura en la época otoñal. Se diseñó con iluminación, ya que es protagonista dentro del jardín.
Las espalderas construidas con una trama cuadriculada de cañas sirven para que los tomates se desarrollen en todo su esplendor y se mantengan prolijos. Lechuga de varios tipos, puerros, apio, perejil, frutillas, cebollas y aromáticas aseguran un abastecimiento a lo largo del año.
(Clara Billoch, paisajista)
Lechuga: puede sembrarse todo el año en almácigo o por siembra directa con raleo posterior. Distancia ideal: 20 a 30 cm. Es importante escalonar la siembra y no dejar que florezcan, porque se endurecen las hojas. Si hay exceso de abonos nitrogenados o compost fresco podrían aparecer pulgones.
2. La huerta en un lugar de paso, el perfecto aprovechamiento
Los canteros realizados a ras del suelo fueron destinados al cultivo de verduras y aromáticas. Se trata de un lugar de paso, con sol todo el día y vista obligada desde el comedor principal. Los límites de los canteros fueron resueltos con adoquines, para evitar que las piedritas sueltas invadan.
Se combinaron hortalizas con aromáticas, como el romero, para enriquecer la visual, ya que es un arbusto perenne (también pueden usarse lavandas). Puerros, cebollas, salvias y cebollines conforman esta huerta que continúa hacia el cerco lateral con más canteros.
(Maggie Cavanagh, paisajista)
Puerro. Siembra desde finales del verano hasta el invierno, a unos 1-2 cm de profundidad. Trasplantar cuando alcanzan un grosor de un lápiz. Recortar las raíces y las hojas. Distribuirlos cada 30 cm. Desde la siembra hasta la cosecha pueden pasar 5 meses. Se asocian bien con zanahorias, espinacas, acelgas y repollos.
Salvia. Siembra en almácigo al comienzo de la primavera. También por división de matas en otoño. Necesita suelos bien drenados. Las hojas se recolectan antes de la floración.
3. Una huerta para espacios en desusos o deslucidos
Esta huerta ubicada en una terraza fue resuelta con cajones de madera de lapacho. El piso original estaba deslucido y se cubrió con piedras sueltas, una solución rápida y económica. El fondo de los cajones se forró con polietileno de 200 micrones para aislar la humedad.
La baranda de los dos laterales se reemplazó por dos bancos con respaldo para sumar un espacio de estar. Los cultivos rotan según las necesidades y la época del año. Un limonero en maceta, brócolis, repollos combinados con curry, salvias, ciboulette, perejil, orégano son parte del listado de necesidades de la familia.
(Valeria Hermida, paisajista)
Ají. Siembra directa en primavera, cuando hayan pasado las heladas. En zonas ventosas conviene podar. Necesita riego abundante, pero no tolera suelos anegados. La cosecha es posterior a cuatro meses desde la siembra, con tijera.
Brócoli. Siembra en almácigo desde fin del verano hasta el otoño. Las variedades de verano se siembran en noviembre. Requiere poco riego. Cuando los plantines tienen 15 cm se trasplantan al sitio definitivo, con 30 cm de separación y 35 cm de profundidad como mínimo. Se cosecha la cabeza central con cuchillo y eso estimulará el crecimiento de brotes laterales.
4. La huerta como parte del diseño paisajista del jardín
El acceso a esta huerta fue resuelto con un camino de durmientes, con césped intercalado para vincularlo al resto del jardín. Si bien está cercada con alambre para protegerla de los perros, la idea fue integrarla al diseño paisajístico.
Alrededor fueron plantados frutales: ciruelo, damasco, limonero y naranjo. Los cajones de quebracho se dispusieron de manera dinámica. La elevación de los canteros (75 cm) tiene la finalidad de hacer más cómodas las tareas de siembra, mantenimiento y cosecha.
(Eugenia Anaya, Estudio de Paisajismo)
Mentas
Podar cada 20 días para evitar que invadan todo el cantero. Se propagan por división de mata en otoño, para trasplantar al terreno definitivo en primavera. También cortando un estolón de raíz o gajos. Pueden cultivarse bajo media sombra, pero sus hojas serán menos aromáticas.
- Minthostachys mollis. Menta peperina. Su infusión sirve para paliar dolores estomacales, diarreas y vómitos. Oriunda de Sudamérica.
- Mentha suaveolens. Menta de manzana. En dosis altas en tóxica. No consumir por mujeres embarazadas.
- Mentha rotundifolia. De olor muy fuerte, reservada para uso medicinal.
- Mentha spicata. Menta verde. Es la llamada hierbabuena, con la que se prepara té y mojito.
La huerta es parte del diseño del jardín, con tablones de madera blanquecina que remite a los álamos existentes. El grupo de rectángulos que la componen fueron ubicados contra la medianera cubierta con ampelopsis, a un lado de la parrilla.
El suelo de granza distingue el sector de la huerta del resto del jardín, y permite trabajar cada uno de los canteros con comodidad y sin preocuparse por el alto tránsito.
Albahaca. Siembra en almácigo a principios de primavera y directa hasta el verano. Para trasplantar, espaciar a 30 cm de distancia. Pasado un mes, podar las extremidades para favorecer el desarrollo lateral. Muy resistente a enfermedades, suele asociarse con tomates para ahuyentar plagas. La cosecha se realiza cortando las hojas que se consumen. Conviene ir raleando las espigas florales para evitar la formación de semillas y prolongar la cosecha.
5. La huerta perfecta para espacios de guardados
El sector posterior de un jardín fue destinado para la huerta y la zona de producción y servicio (ténder y guardado de herramientas).
Todos los cultivos dentro de los canteros elevados fueron protegidos por estructuras removibles de hierro recubiertas con alambre de gallinero, de entre 50 cm y 1 m de altura. Esto limitará las especies a plantar según su desarrollo. Se sumaron cítricos intercalados entre los canteros: mandarina, limón, naranja y quinoto.
(Stewart Murray, paisajismo)
6. ¿Y por qué no a un costado de la terraza?
Un gran cantero de 9 m de largo y 2 m de ancho fue construido sobre el lateral de una terraza. La profundidad de 60 cm determina el tipo de cultivos que pueden desarrollarse: espinaca, lechuga, hinojo, tomates, perejil, curry, lavanda, chauchas en soporte y uva en espaldera que, a su vez, tapa las vistas vecinas. En el verano, los tutores de ramas quedan totalmente cubiertos de verde.
Uva. La familia de las uvas moscatel, cereza y americana son las que se comercializan aquí. Es un arbusto con tronco retorcido que se va limitando con la poda anual. Produce uvas comestibles para cosechar en verano y sus semillas pueden sembrarse en otoño. Requiere 50 cm de profundidad, poco riego y suelo bien drenado
Chaucha. Siembra directa en primavera, en suelos bien sueltos, en hoyos cada 10 cm de distancia. Escalonar la siembra para tener chauchas disponibles por más tiempo. Necesita riego frecuente. Los frutos se cortan, no se tironean.
7. Ideal. La huerta en el sector parrillero
El sector de la parrilla fue destinado también a un cantero elevado con la huerta. Los soportes realizados con hierro de construcción doblado sirven como guías de las habas y las arvejas.
Haba. Siembra directa (remojar las semillas antes durante unas 12 horas) en otoño-invierno. Hacer hoyos con 20 cm de distancia. Cuando las plantas alcanzan 40 cm de altura, despuntar la yema apical para estimular el desarrollo de nuevos tallos. Se cortan las legumbres cuando están verdes brillantes.
Arveja. Sembrar a fines de otoño en un cantero con espaldera, en hoyos espaciados a 25 cm de distancia y a 5 cm de profundidad. Por hoyo colocar 3 semillas. Controlar el riego, no pasarse. Se cortan las vainas con tijera cuando están verdes brillante.