Tres plantas con flores muy llamativas que son irresistibles para los colibríes
Los colibríes cumplen una función ecológica vital como polinizadores de plantas, especialmente aquellas que tienen flores tubulares y ricas en néctar.
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Las plantas que atraen colibríes son mucho más que un simple atractivo visual en jardines y paisajes; tienen un papel protagónico en el complejo entramado de la biodiversidad.
Los colibríes, esas pequeñas joyas voladoras que parecen desafiar las leyes de la aerodinámica, son aves fascinantes por su capacidad de mantenerse suspendidas en el aire con un movimiento de alas tan rápido que el ojo humano apenas puede seguirlas.
Estos diminutos y fascinantes polinizadores dependen de una variedad de especies vegetales para alimentarse
Los colibríes cumplen una función ecológica vital como polinizadores de plantas, especialmente aquellas que tienen flores tubulares y ricas en néctar.
Sus lenguas largas y especializadas pueden extenderse hasta el doble de la longitud de su pico y les permiten alimentarse de las flores más profundas, mientras transportan polen de una planta a otra, promoviendo la reproducción de especies vegetales y la regeneración de ecosistemas.
Sudamérica es la región con mayor diversidad de colibríes. Existen unas 350 variedades, que habitan desde las altas montañas de los Andes, hasta las selvas tropicales del Amazonas. En este entorno, las plantas que favorecen la presencia de colibríes son clave tanto para los jardines urbanos como para los paisajes naturales.
La preferencia de los colibríes por ciertas flores está vinculada a su fisiología y comportamiento de polinización. Estas aves buscan flores que les proporcionen dos elementos fundamentales: néctar y un buen punto de acceso para alimentarse.
Su anatomía y sus habilidades de vuelo han llevado a una relación simbiótica única con ciertas plantas, adaptadas a sus necesidades
Las flores más atractivas para los colibríes tienen varias características clave:
- Flores tubulares: las especies de flores con forma tubular o alargada son las favoritas de los colibríes. Esta forma les permite acceder fácilmente al néctar sin tener que moverse demasiado, ya que sus picos largos y delgados están perfectamente diseñados para insertar dentro de estos tubos.
- Colores brillantes: las flores rojas, anaranjadas y moradas son especialmente atractivas para los colibríes. Estos colores son visualmente llamativos para ellos, que tienen una excelente visión de colores en el espectro de longitudes de onda que incluyen al rojo y el azul. Si bien las flores rojas son sus preferidas, también se sienten atraídos por otros colores como el amarillo y el naranja.
- Alta producción de néctar: los colibríes requieren grandes cantidades de energía, ya que su metabolismo es extremadamente alto. Por lo tanto, prefieren flores que produzcan grandes cantidades de néctar, que es su principal fuente de alimento. A cambio de este néctar, los colibríes realizan la polinización, ayudando a que las plantas reproduzcan sus semillas.
- Fragrancia sutil: a diferencia de las abejas y otros insectos, los colibríes no dependen del aroma para localizar las flores. Si bien algunas flores pueden tener una fragancia sutil, la mayoría de las plantas que los atraen no son muy fragantes, ya que la atracción principal es visual.
- Accesibilidad y resistencia: Las flores deben ser lo suficientemente resistentes para soportar el constante ajetreo de los colibríes, que a menudo se posan sobre ellas con fuerza o incluso realizan varios intentos en el mismo día. Además, las plantas deben estar ubicadas en lugares accesibles, como bordes de jardines, arbustos o ramas de fácil alcance, para que puedan alimentarse sin obstáculos.
Tres plantas para invitarlos a tu jardín
Salvia guaranitica: esta nativa tiene una llamativa flor que aparece en primavera y es abundante hasta el comienzo del otoño. La forma de su flor es muy atractiva para los colibríes.
A fin de asegurar la polinización, las flores de salvia están diseñadas para interactuar con distintos animales. La curiosa forma en que los estambres bajan al contacto con los visitantes florales y el hecho de que todas las especies producen néctar las vuelven muy populares entre abejas, abejorros y picaflores.
Salvia leucantha: es originaria de México y se adapta muy bien a nuestro clima. Florece en primavera y sobre todo en otoño, es una planta de bajos requerimientos que tolera períodos de sequía, aunque se beneficia con riegos más abundantes en verano.
Requiere una poda para eliminar la parte aérea después de que hayan pasado los fríos intensos.
Buddleja davidii: también conocida como el arbusto de las mariposas. Es originaria del noroeste de China y Japón, su uso se ha extendido como planta ornamental por los jardines de todo el mundo, pero conviene ser cuidadosos porque, si bien atrae a una amplia variedad de polinizadores como los colibríes, en muchos lugares se ha comportado como especie exótica invasora.
LA NACION
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