Texturas hipnóticas, patrones perlados y un linaje botánico que fascina a coleccionistas y minimalistas por igual
3 minutos de lectura'

No brillan por sus flores. No crecen rápido. No buscan atención. Y aun así, estas suculentas te dejan hipnotizado.
Hay plantas que enamoran por exceso. Esta no. Tulista seduce en silencio, con hojas suculentas que parecen esmaltadas, diseños geométricos imposibles de repetir y una elegancia contenida que desafía al ojo.

No es un género para personas ansiosas ni para quienes buscas volumen inmediato. Es para quienes disfrutan lo raro, lo lento, lo impecablemente diseñado. Una joya botánica que parece salida del taller de un escultor.
Durante años, estas suculentas circularon bajo el nombre de Haworthia. Pero algo no cerraba.
“Tulista es un género sudafricano, de la familia Asphodelaceae. Antes estaban incluidas dentro de Haworthia, pero se diferencian de ellas por tener, en general, mayor tamaño y pueden producir un exudado amarillento al quebrarse sus hojas”, explica el ingeniero agrónomo Sebastián Ojeda.
El detalle puede parecer menor, pero entre jardineros y coleccionistas, una taxonomía clara es más que nomenclatura: es identidad.

Diseño natural
Lo primero que llama la atención de una Tulista es su roseta: rígida, simétrica y absolutamente escultórica.
Las hojas, duras y puntiagudas, están decoradas con “tubérculos blancos o perlados, y diferentes diseños de puntos y líneas”, describe Ojeda.
Algunas parecen salpicadas con esmalte en gel. Otras, talladas a mano por un orfebre paciente
Las flores también tienen lo suyo. Son blancas, tubulares, con una corola abultada en la base y dispuestas en racimos que aparecen con elegancia geométrica.

Entre las especies más cultivadas están:
- Tulista pumila, de textura intensa y carácter marcado.
- Tulista kingiana, Tulista marginata y Tulista minor, cada una con su propia firma visual.
Pero el terreno más fértil está en los cultivares, que parecen creados para seducir al ojo entrenado:
- Tulista ‘Tears of Angels’ y ‘Emperor’, con patrones de puntos y líneas que parecen textiles bordados.
- Tulista ‘David Grigsby’, donde los tubérculos tienen brillo perlado.
- Tulista ‘Donuts’, con tubérculos circulares perfectamente distribuidos.

“El género tiene gran potencial para seguir sorprendiendo con nuevos cultivares”, señala Ojeda. Y eso lo vuelve irresistible: nunca se agota.
Cómo cultivarlas
Las Tulista no son para quien riega por reflejo ni para quienes creen que todas las suculentas son iguales.

Su ciclo de crecimiento es OIP: otoño, invierno y primavera. “En la temporada de crecimiento aprovechamos a ubicarlas en posiciones con más sol, pero el verano deben pasarlo a la sombra”, aconseja el experto. En otras palabras: sol sí, pero no todo el año.
Algunas claves de cultivo:
- Sustrato: aireado y con excelente drenaje. Mezclas minerales o arenosas funcionan bien.
- Riego: moderado durante su época activa; casi nulo en verano, aunque “admiten algunos riegos”.
- Luz: pleno sol suave en épocas frescas, sombra luminosa en calor extremo.
- Macetas: mejor si respiran. Las de barro sin esmaltar o cerámica porosa son ideales.
No son plantas rápidas ni complacientes. Pero cuando crecen, lo hacen con dignidad. Y sobre todo: sin perder nunca el estilo.

Una rareza coleccionable
Si estás buscando una suculenta de diseño, que combine rusticidad con geometría, discreción con textura, Tulista puede ser la nueva favorita de tu colección. Cada ejemplar es distinto. Cada cultivar, una pequeña escultura viva.
No es una planta que se luce por volumen ni por floración efusiva. Se luce por carácter. Y eso, en jardinería, vale oro.
Otras noticias de Suculentas
1¿Puede el jardín cambiar de acuerdo al estado de ánimo de sus dueños?
2Cómo lograr que tus dalias florezcan todo el verano y lleguen espléndidas al otoño
3Sin fertilizantes: estrategias naturales para fortalecer tus plantas
4Los trucos que usan los paisajistas para transformar un jardín sin grandes obras









