Un piso a estrenar cambió su estilo de la mano de un gran mueble hecho a la medida del living-comedor y un interiorismo en una paleta ciento por ciento neutra.
No es la primera vez que Sheila Bursztyn, fundadora de Paprika Estudio, es convocada para decorar un departamento comprado en un pozo. El hormigón, los pisos de porcelanato, las varillas de madera y los balcones con baranda de hierro son parte de un lenguaje que ya le es familiar, sobre todo entre sus clientes jóvenes. Ubicado en Avenida Diaz Vélez, en el corazón de la ciudad de Buenos Aires, el piso que compro en su etapa de obra esta familia de Caballito responde al patrón.
"La base sobre la que trabajamos era una clásica construcción con techos de hormigón y detalles en madera que suelen proponer los estudios de arquitectura hoy. La particularidad estaba en el tamaño del living comedor, que se parecía más a lo que se veía en departamentos antiguos que lo que se acostumbra."
Sheila Bursztyn, fundadora de Paprika Estudio
Como en todo proyecto que arranca con el final de una obra, el desafío estaba en sumar calidez y ver la manera de sacar partido de esos metros. “El ambiente principal era muy grande en comparación al resto y los dueños de casa no querían desaprovecharlo. Querían que además de un living y comedor hubiera espacio para un escritorio”, cuenta Bursztyn.
“La alternativa de un gran mueble que recorre el living y el comedor surgió como una manera de hacer más cálido un ambiente que se veía muy grande y sacar partido de todo ese espacio”
El toque racionalista
Tal vez fueron las dimensiones del ambiente lo que la inspiró a la diseñadora o las características de una planta en la que los dormitorios eran más bien chicos mientras el espacio social era grande, lo cierto es que el mueble con que Sheila vistió el ambiente principal tiene algo que remite a los edificios racionalistas de otra época. Puntas redondeadas, elegancia austera y funcionalidad son algunos de los guiños que responden a esa estética aunque interpretados en una clave más contemporánea.
“La entrada al departamento era muy directa: una puerta que está enfrentada al comedor y a unos pasos de la puerta que lleva a la cocina. En ese sentido, el mueble genera cierto resguardo y sectoriza”, explica la diseñadora. La madera en los nichos del escritorio, biblioteca y televisión contribuye a dar calidez a un ambiente que -por su estructura- podía sentirse frío.
“El departamento ya estaba terminado cuando me convocaron a mi, con lo cual trabajamos sobre la base de lo que había”, explica la diseñadora. Con la idea de sumar calidez y dar cierta continuidad a dos ambientes que están comunicados por una puerta corrediza, Sheila sumó detalles en madera a la cocina.
Una pared varillada en madera con banco incorporado son protagonistas en una cocina que era por demás sencilla. “El lugar para la mesa estaba, la idea fue aprovecharlo y proponer algo sistinto”, explica. Los almohadones de tusor (Philomena Home), la mesa de microcemento (Achalilas) y las sillas Moller terminan de dar forma a este rincón ideal para desayunos y comidas familiares.
Intencional o no, los revestimientos de terrazo del toilette hacen su guiño al racionalismo también. La grifería negra y adornos a tono le dan un toque de sofisticación.
Espacio para ellos
Aprovechando que todavía son chicos, la decisión fue que el cuarto de los dos hijos fuera compartido. En una apuesta que combina lo infantil con el diseño, un empapelado y camas con estéticas más lúdicas se combinaron con lámparas de pie y mesa de luz de líneas contemporáneas.
Aunque los dormitorios no son particularmente grandes, la decisión de que durmieran juntos posibilitó que el dormitorio restante deviniera en playroom. Mesa de juegos, libros y atriles de pintura se despliegan en este espacio pensado para disfrutar sin miedo a desordenar.
Juego de texturas
Para el dormitorio principal, la paleta se vuelve aún más clara al despojarse del negro y el gris del living. Una cama con respaldo en pana se combinó con acolchados y textiles en waffle, terciopelo y tusor: un verdadero juego de texturas.
En la pared opuesta a la cama, se opró por un revestimiento en madera que además de un varillado con espejo en cuerpo entero tiene el soporte para la televisión.