Dos jóvenes arquitectas, al frente del estudio Florida, invirtieron el orden de los ambientes y le sumaron un piso y una terraza a un PH centenario en Núñez por el que pocos se hubieran jugado.
Dueñas de un entusiasmo invencible, las arquitectas Sofía Calvaresi y Agustina Servide, al frente del Estudio Florida, son especialistas en desarrollos inmobiliarios de variadas escalas, viviendas familiares y remodelaciones. Sin embargo, tienen debilidad por esa tipología tan argentina que son los PH. Por eso, Jésica y Hernán las convocaron para que los asesoraran en la ardua búsqueda de una unidad para poner en valor. Inesperadamente, a metros de donde vivían, apareció esta construcción de 1920.

Cuando fueron a conocerlo, de la oscuridad de una única planta compartimentada surgió la esperanzadora luz de un patio que marcó el rumbo de una reforma que casi fue una reconstrucción. Decididas a eliminar divisiones para lograr un ambiente social integrado, las arquitectas se largaron a conquistar el espacio con una planta alta y, más arriba, una gran terraza. En cuanto a la decoración, alentada por los ventanales de hierro y vidrio repartido y la evocadora pared del patio, Karina Contini planteó una ambientación de estilo industrial, moderna y práctica para el uso diario.

"La casa le daba la espalda al patio. Vimos que había que dar vuelta la disposición de los ambientes para aprovechar al máximo ese espacio"
Arq. Agustina Servide, socia de Estudio Florida
Todo un hallazgo

Para los dueños de casa era importante destacar algún aspecto de la construcción original. Después de intentar con las bovedillas, que no estaban bien, las arquitectas decidieron dejar el ladrillo visto en el patio. Hoy, Jésica y Hernán disfrutan todos los días de su oasis urbano.
“Nos gusta descubrir el valor arquitectónico que tienen estas propiedades de tantos años, adaptarlas a la actualidad y a las necesidades de las personas”

Adentro, nueva distribución

Sin divisiones en la planta baja, la cocina integrada al estar se ubicó en el extremo opuesto de donde estaba. Un enroque impensado que transformó totalmente el modo de habitar este PH.

Los mosaicos graníticos (Quadri) forman una “alfombra protectora” junto a la mesada (Marmolería Itatí) y los fuegos.

Contar con abundante espacio de guardado y tener ventilación cruzada fueron dos prioridades planteadas por los dueños, que el Estudio respetó a rajatabla.
La reforma no estuvo exenta de sorpresas: las columnas que sostenían la construcción eran antiguos rieles de tren, lo que obligó a hacer un minucioso refuerzo estructural

Qué se hizo
En el plano, los principales aspectos de la reforma

Más, arriba

El dormitorio principal se encuentra en la nueva planta alta donde hay otros dos cuartos y dos baños. Debajo de la ventana, el revestimiento de paraíso oculta los radiadores y más espacio de guardado.

Sobre el respaldo, la obra de Tomás, hecha a partir de pantones, combina con la ropa de cama (Lote Propio)

El gran remate

La antigua terraza hoy es la planta de los dormitorios. La nueva ofrece vistas más abiertas y mantiene su función de esparcimiento.
“Después de un viaje a Portugal, volvimos fanatizadas con los azulejos. Los incorporamos en la terraza para darle identidad al cubo que contiene la escalera y el lavadero”

“Queríamos que la arquitectura fuera parte del mobiliario y lo hicimos con este banco,que es un punto de encuentro”, dice Agustina.

Signos de los tiempos
La fachada se actualizó. Para unificar todos los niveles instalaron un revestimiento de chapa galvanizada microperforada que favorece la ventilación natural, aporta privacidad y crea visuales atípicas desde el interior.
“Nos preguntábamos cómo unir la construcción original con los nuevos metros y encontramos el recurso de esta envolvente que respeta la fachada”