Inmerso en el desierto de Utah, el exclusivo hotel de la cadena Aman es un oasis de confort rodeado de rocas y montañas. El año pasado sumó un glamping para los que buscan mayor privacidad.
No está frente a un mar turquesa, sino en medio del desierto navajo, rodeado de formaciones rocosas sin límites al sur de Utah. Amangiri –”montaña de paz”– es un refugio de lujo para explorar la naturaleza salvaje de esta tierra inhóspita, ubicado estratégicamente entre los cañones de Canyon Point y rodeado de cinco parques nacionales, incluidos Zion, Grand Canyon y Bryce.
Íntimo, remoto y carísimo (sus habitaciones oscilan entre u$s 3.700 y u$s 6.900 por noche), sólo unos pocos tienen acceso a este exótico paraíso. Entre ellos, varias celebrities que buscan recargar energías lejos de los paparazzis.
Brad Pitt y Angelina Jolie fueron pioneros en descubrir este oasis, cuando todavía eran la pareja dorada de Hollywood. Leonardo Di Caprio, Natalie Portman y, más recientemente, las Kardashian (Kim festejó acá su cumpleaños 37 y Kourtney lo hizo un año después) y Hailey Bieber eligieron el resort para desconectarse, mientras que la modelo Emily Ratajkowski pasó su luna de miel en una de sus villas privadas con pileta y posó semidesnuda en varios de sus rincones.
El hotel es miembro del grupo Aman, un sello de calidad que se detecta en el servicio impecable y en la apuesta a la sustentabilidad. Construido en 2009 en torno a una gran piscina central con bloques de hormigón que combinan sin esfuerzo con la roca, entre sus atractivos figuran los programas de bienestar que ofrece el spa, cursos de meditación, masajes y múltiples excursiones personalizadas por los alrededores. El restaurante es otro punto destacado, con un menú que cambia a diario y se abastece de productos frescos y de origen responsable, en línea con la filosofía de esta cadena.
A media hora de caminata (o 5 minutos de auto) de esta estructura modernista, se encuentra el nuevo Camp Sarika, un glamping definido por diez pabellones que se amalgaman con las mesetas, un paso más allá en la experiencia de exclusividad y privacidad.
Cada tienda de campaña tiene su propia terraza al aire libre, fogón y pileta privada (cuya temperatura se regula según el clima), sala de estar, comedor, una o dos habitaciones (a la medida de familias), escritorio y telescopio para observar el cielo diáfano. De espacios amplios –entre 175 y 262 metros cuadrados–, la sensación de aislamiento es única para sus huéspedes: sin interferencias de ningún tipo, reina la vista abierta de los profundos cañadones y montañas de Utah.
El diseño de los pabellones estuvo a cargo de la firma internacional Luxury Frontiers bajo la premisa de producir el menor impacto ambiental posible. Están cubiertos con techos de lona suave, tejidos con botellas de plástico recicladas. Puertas adentro, se destacan muebles de nogal y cuero, cabeceras de madera y materiales naturales que engaman en armonía con las texturas y colores del desierto. Las grandes aberturas facilitan la ventilación cruzada y la sombra que dan las carpas genera un ambiente fresco que permite prescindir del aire acondicionado.
El campamento central fue diseñado por Selldorf Architects y emula a su vecino de estilo modernista, Amangiri. En este espacio se luce una piscina amplia y un restaurante de autor. En la entrada, una impresionante instalación de arte de Maya Lin da la bienvenida. La pieza creada en vidrio y mármol está inspirada en el trazado de la forma del agua a medida que viaja desde el cercano lago Powell hasta el lago Mead.
Las dos salas de tratamientos del spa ofrecen un amplio menú de terapias que rescatan algunas prácticas tradicionales del bienestar de la cultura Navajo, así como otros tratamientos exclusivos de Aman. Su propuesta más exquisita se llama Desert Calm y consiste en una exfoliación suave del cuerpo, seguida de la aplicación de un wrap hecho de arcilla roja de Sedona, infundido con botánicos naturales, que extrae toxinas y proporciona nutrición a la piel. La terapia sensorial culmina con un masaje del cuero cabelludo a base de aceite de sésamo y lavanda, y un relajante baño de vapor caliente.
DATOS ÚTILES
La doble, desde $3.700 con todas las comidas, bebidas alcohólicas incluidas. Los huéspedes del Camp Sarika tienen acceso ilimitado a todos los servicios del resort Amangiri (a 5 minutos de auto o 30 minutos a pie). El aeropuerto más cercano es el de Page, Arizona, a 25 minutos de auto.
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