Trattoria Napolitana Véspoli. La historia de la primera sorrentinería del país que se convirtió en un clásico de Mar del Plata
La familia Véspoli se instaló en la Argentina a fines del Siglo XIX y de ahí dicen que salió la primera receta de los sorrentinos. Más allá del mito, y sus discusiones, en esta trattoria familiar todavía se pueden comer de las mejores pastas del país. Para visitar todo el año.
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La receta es un secreto bien guardado a lo largo de generaciones de la familia Véspoli. Si alguien pregunta, sólo dirán lo que está a la vista: una masa finita que recubre un relleno generoso de jamón y queso o espinaca y ricota, además de la salsa casera que todo lo equilibra. “La primera sorrentinería del país”, señala el menú de la Trattoria Napolitana Véspoli, un clásico de Mar del Plata que atrae tanto a locales como a quienes visitan la ciudad balnearia en busca de la gran especialidad de la casa.
Este restaurante es parte de la vieja guardia de reductos marplatenses fundados por las familias italianas que arribaron a la costa a principios del siglo XX. Y, más importante que eso, es ser, al mismo tiempo, una leyenda supervigente: a Trattoria Vespoli se puede llegar la primera vez por su aura mítica de inventor de los sorrentinos, pero se vuelve porque aquí se preparan y se sirven uno de los mejores del país. Cada día, cada noche, desde 1972.
El clan italiano de los Véspoli arribó a la Argentina en 1887 desde Sorrento, Nápoles, comandados por Francisco Saverio Véspoli y Carmen, un joven matrimonio, acompañados de la nonna, María Gracia. La pareja tuvo seis hijos: Totó, Carmen, Electra, Rolando, Torcuato y Argentino Enrique, más conocido como “Chiche”.
¿La primera del país y del mundo?
Cuando la rambla era aún de madera, y el turismo recién arribaba a Mar del Plata, los Véspoli abrieron hoteles y restaurantes con ímpeto emprendedor, donde servían comidas típicas de Italia. En ese ir y venir de harinas, huevos y agua, crearon los sorrentinos. Según el libro “Los Sorrentinos”, publicado en 2018 por Virginia Higa –integrante del clan familiar-, la receta fue inventada por Umberto Véspoli. El nombre elegido fue un claro homenaje a la tierra natal de la familia, Sorrento.
Tras la muerte de Umberto, “Chiche” fue el único de los hermanos que continuó con la tradición gastronómica. Y así fue que decidió fundar la Trattoria, adonde trabajó hasta su muerte, a los 81 años, sin antes dejar una huella indeleble en el imaginario colectivo marplatense. “Chiche” era una figura muy presente en el restaurante, siempre vestido con tiradores, paseando por las mesas y charlando con los comensales. Era, además, un “fundamentalista” de las pastas. Para él existía un ritual para cocinarlas pero sobre todo para comerlas: el plato debía tener exactamente seis sorrentinos y había que cortarlos con el tenedor. Lo demás, era pura herejía.
En el año 2003, el Club de Leones de Sorrento le entregó un premio a “Chiche” donde certificaba que eran la “primera sorrentinería del país”. El cuadro con el diploma luce hoy en una de las paredes de la trattoria. Los italianos también le agradecieron por la difusión de su cultura y gastronomía.
Hoy el restaurante sigue en manos de la familia. Y la tradición sigue viva.
La trattoria, hoy
Desde todas las mesas del restaurante, se puede divisar una reluciente cocina, donde se elaboran a la vista las famosas pastas y demás platos de la carta. De entrada, hay berenjenas a la napolitana, matambre casero con rusa, omelette a la suiza y sopresatta; de principales, variedad de pollo y de pastas secas italianas.
Sin embargo, el plato estrella siguen siendo los sorrentinos Véspoli, con un suave y perfecto relleno de espinaca y ricota. Vienen con una salsa fileto que se hace con tomates perita y a la que se le agrega un poco de vino blanco y una pizca de bicarbonato. El plato “emblema” viene en una fuente de acero inoxidable, de donde se pueden comer directamente sin llevarlos al plato.
La lasaña; los ravioles de carne y espinaca y los canelones (de espinaca, carne y queso muzzarella) también son muy solicitados. Además, ofrecen variedad de opciones de minutas, carnes y pollos.
Datos útiles
Sí o sí hay que reservar porque desbordan de un público fiel que los sigue desde hace décadas y se divide, equitativamente, entre turistas y locales: 50 y 50. 3 de Febrero 3150. T: (0223) 495-3850. Todos los días. IG: @latrattorianapolitana
LA NACION
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