Aunque muchos sostienen que fueron diseñados con un fin específico, no hay pruebas concluyentes de que hayan sido creados con ese fin; sin embargo los especialistas destacan sus cualidades
Se viene el Día de las Infancias y los pedidos de los niños y niñas empiezan a llegar. Y entre ellos seguramente no faltarán los fidget toys, los juguetes de moda. Spinners, pop its, magic rings, tangles, snappers, monkie noodle (fideo elástico), marble and mesh, simple dimples, stress balls rellenas de orbeez y squishies forman parte de ese amplio e insólito menú infantil difícil de pronunciar. ¿Por qué no pedirán un autito, una muñeca o un juego de mesa?, se preguntan atónitos algunos padres. La respuesta es simple: porque todos estos objetos de nombres raros son los que se ven en TikTok y en YouTube y aunque pocos adultos entiendan qué son o para que sirven (y más aún, cómo es que los chicos se entretienen con ellos) son furor entre los más pequeños que los coleccionan en distintos tamaños, colores y formas, y los llevan al colegio para jugar en los recreos.
Sin duda los más demandados hoy por hoy son los pop it (burbujas de silicona para apretar) y los pop it spinners que adquirieron una nueva vida a partir de incorporar en sus extremos las burbujas de silicona para presionar. Esa pequeña aunque determinante modificación los volvió a poner en el centro de la escena infantil por ser un juguete 2 en 1. Pero hay otros igual de demandados que sirven para estirar, para apretar y hasta para girar o enroscar entre los dedos. Su precio (unos 600 pesos en promedio) y su variedad hacen que para este día se vendan cajas prearmadas con varios de estos objetos, aunque también pueden elegirse a gusto del pequeño homenajeado.
La extraordinaria fama de los fidget toys se incrementó a partir de la idea de que muchos eran terapéuticos ya que habían sido diseñados para niños con trastornos del espectro autista, déficit de atención e hiperactividad (TDAH), problemas de concentración o discapacidad intelectual. Tal vez esa sea la razón por la que en pandemia, debido al encierro y los problemas psíquicos provocados por el aislamiento obligatorio, alcanzaron su pico de interés.
Sin embargo, el origen terapéutico de estos juguetes es bastante difícil de comprobar. “No hay juguetes diseñados específicamente para personas de espectro autista. Pero eso no quita que los usen y sirvan para el tema del estrés, para que la gente se regule -sostiene Alexia Rattazzi, psiquiatra infanto-juvenil y co-fundadora de PANAACEA, una fundación dedicada a mejorar la calidad de vida de las personas con condiciones de espectro autista.
En el caso específico de los spinners, es la misma inventora la que desmiente que su origen haya sido pensado para los niños de espectro autista. En varias entrevistas, Catherine Hettinger, la mujer que patentó el invento por primera vez en 1993, explicó que creó el juguete porque padecía miastenia gravis, una enfermedad autoinmune que causa debilidad muscular, y le impedía jugar con su hija. Entonces, empezó a pensar en un juguete para entretenerla. Cabe destacar que la patente original no tiene elementos que hablen de usos terapéuticos. Además, Hettinger es ingeniera, lo que permite deducir que no tenía conocimientos médicos ni psicológicos para diseñar un juguete terapéutico.
De todos modos, a pesar de que no está comprobado ese origen noble que se les atribuye, los especialistas sí destacan su efecto antiestrés: “La asociación de ellos con el autismo probablemente viene porque muchas veces los niños y niñas que tienen alguno de estos trastornos desarrollan desórdenes del procesamiento sensorial y el hecho de tocar ciertas texturas o hacer movimientos repetitivos los ayuda a calmarse, a recuperar equilibrio interno -plantea Rattazzi-. Se usan bastante para chicos que son muy sensibles a determinados estímulos y estos juguetes sirven para que logren regularse. Muchos también son estimulantes a la vista e interesantes para mirar si es que giran o tienen efectos de movimiento. A veces los niños que padecen este tipo de trastornos se interesan en ver este tipo de objetos”, explica la especialista.
Por su parte, la psicopedagoga Rita Marini resalta que los fidget toys son juguetes que permiten centrar la atención por varios minutos. “Existe una amplia variedad de ellos que ponen el foco en diferentes estímulos. Para los chicos son una herramienta que los ayuda a poder enfrentar situaciones que los estresa -sostiene-. Al focalizar su atención en ellos, se evaden de la cantidad de estímulos que hay en el contexto. Hoy las redes y su publicidad hacen que todos quieran usarlos y en muchos casos también se los puede combinar con otros juegos como dados o cartas numéricas para aprender a restar y sumar de forma divertida”, dice Marini, creadora de los juegos didácticos Atir Aprender Jugando.
A pesar de que todo hace suponer que detrás del origen de los fidget toys solo hay una astuta estrategia de marketing, a esta altura nadie se atreve a cuestionar que son los juguetes de moda y los más pedidos para celebrar junto con ellos un Día de las Infancias sin estrés.