Es la franja etaria que más creció en las plataformas para buscar pareja; en promedio, un usuario tiene 7 coincidencias por semana y el 90% señala la amabilidad como la cualidad más importante en el otro
“¿Cómo se llama eso para conocer gente por Internet?”, le preguntó Emilio Rosenbaum, de 83 años, a su hijo, un sábado a la tarde. “Ah, sí. Tinder, papá”, le respondió el hijo. Esa noche, cuando volvió a su casa, Emilio se sentó y empezó a investigar qué era eso de las aplicaciones de citas. “Ya con el nombre empecé a buscar la página, si bien no soy muy ducho para la computadora –dice el jubilado, que no tiene cuenta de Facebook ni de Instagram–. Completé las fotos y datos que me pedían. Al día siguiente ya empecé a recibir mensajes”.
Emilio solo concretó una cita. Pero gracias a ella, volvió a encontrar el amor, después de haber perdido a su compañera de toda la vida, hace algunos años.
“Estaba la foto de Estela y me llamó la atención. Le di like, y ahí comenzó la historia. Como desconocía el sistema, le mandé mi número de teléfono por el chat. Yo no entendía muy bien cómo responder por la app, era más fácil un llamado. Entonces, Estela me llamó y coordinamos una cita. Nos encontramos un fin de semana a tomar un café en una confitería. Fue algo así como un amor a primera vista, algo muy fuerte”, describe Emilio.
Estela, por su parte, también recibió la ayuda de su hija, que le descargó la aplicación y la asesoró.
En Argentina y el resto del mundo, es cada vez mayor el número de personas de 60 años en adelante que elige buscar pareja a través de las aplicaciones de citas. “Según un estudio realizado por la empresa estadounidense Choice Mutual, la mayoría de los encuestados mayores de 55 considera que las apps de citas son una de las mejores formas de conocer gente, mejor que cualquier evento, actividad o ámbito laboral. Y Business Insider calculó que, en los últimos 10 años, el segmento de usuarios de aplicaciones de citas en línea mayores de 60 años ha crecido más rápido que otras categorías”, analizan desde Kismia, la app de citas con más de 48 millones de usuarios en el mundo, y 2,5 millones en la Argentina.
En promedio, un usuario de Kismia mayor de 60 años en nuestro país recibe unas 7 coincidencias por semana. Del total de participantes, el 8% tiene más de 60 años; mientras que solo el 1,5% supera los 70. En los números generales, se observa mayor presencia de hombres que de mujeres en esta aplicación. “La mayoría busca conversaciones y amistad (31%), alrededor del 30% busca algún tipo de relación, y el 25% busca citas ocasionales”, informan.
Irma Glardon, de 75 años, convive con Juan José Ciccone, de 73, hace más de 3 años. “Nosotros nos conocimos por medio del celular, ambos teníamos la aplicación Badoo. La primera vez que nos vimos fue el 14 de noviembre de 2019, un ratito en una esquina a dos cuadras de mi casa. El sábado siguiente fuimos a cenar a una pizzería y nos conocimos bien”, relata Irma.
A los pocos meses, se fueron a vivir juntos. Irma estuvo soltera durante 20 años, desde que se divorció del padre de sus hijas. Si bien había probado suerte en otras aplicaciones y tuvo diferentes citas, no fue hasta que conoció a Juan José que encontró lo que buscaba.
Su grupo de amigas también es muy activo en este tipo de aplicaciones. Incluso fue una de ellas quien la alentó a sumarse a este mundo: “Tuve propuestas de muchas personas que querían salir. Conocí a varios señores, íbamos a tomar un café, pero ninguno fue para mí hasta que apareció Juan”, dice Irma.
Muchas personas realizan varios intentos en busca de una pareja de forma virtual. “Mis amigas me dicen ‘la reina de las aplicaciones de citas’. Saqué a mis mejores novios de ahí”, cuenta Claudia G., quien asegura estar en este mundo hace décadas. “Creo que fui la primera en la Argentina”, bromea. La mujer, de 61 años, comenzó en este camino en la página Match. “Tengo ojo para esto. A esta altura ya te das cuenta del candidato: si es medio trucho o loco. Sin embargo, nunca tuve un problema”, confiesa. Según Claudia, la clave es hablar lo suficiente con el otro antes de concretar el primer encuentro.
Hace algunos años, su estrategia cambió. Antes, le daba más importancia a lo físico; hoy, tiene otras prioridades. “No hay que fijarse solo en la foto. Hay que ver también si puede ser compatible la forma de vivir de la otra persona con la tuya. Es fundamental esto cuando sos más grande, de joven no pensás en estas cosas”, dice.
Actualmente, Claudia no está en pareja y vuelve a elegir las aplicaciones como una forma de conocer hombres. Además,las difunde entre sus amigas: “Algunas me llaman porque no las saben usar y me piden ayuda”.
La psicoanalista Rosalía Álvarez, especialista en familia, pareja y multifamilias, asegura que entre sus pacientes esta forma de relacionarse es la más elegida. “Es muy extraño que se dé una presentación fuera de las aplicaciones, no lo veo en forma frecuente. Existe, obviamente, pero los que quieren conocer a alguien lo hacen más por apps –plantea–. Como está siendo bastante común, podríamos hablar de algo que se volvió ‘normal’. Esto produjo un cambio en su valoración. Cuando era infrecuente, las apps se ligaban a aquellos que tenían dificultades para formar pareja. Hoy está normalizado conocer al otro de esta forma. Nadie es descalificado por estar en una aplicación”, agrega Álvarez.
Claramente, las preferencias después de los 60 años para encontrar una compañía no son las mismas que a los 20, tampoco que a los 40. El 90% de los usuarios consultados por la aplicación Bumble, de entre 59 y 77 años, señaló que la amabilidad es la cualidad más importante en una potencial pareja. En efecto, 8 de cada 10 encuestados aseguraron que prefieren alguien amable por sobre alguien atractivo.
Bumble, que cuenta con más de 100 millones de usuarios en todo el mundo, también afirma que 1 de cada 3 personas (39%) “le están dando una segunda oportunidad al amor, después de salir de un matrimonio o de una relación seria”. De este porcentaje, el 36% elige usar aplicaciones de citas por primera vez.
“A mi actual pareja la conocí por Tinder. Me divorcié de la madre de mis hijos hace casi 10 años, y estoy hace cuatro con Miriam”, cuenta Héctor Cáceres, de 72 años. Mi hijo menor y sus amigos me sugirieron que probara con una aplicación de citas. Al principio, pensé que no era para mí, sino para chicos. Pero finalmente me animé y estoy feliz”, dice.
La historia de Miriam es similar: se separó después de un matrimonio de más de 25 años. En su caso, la idea de abrirse un perfil en una app fue de una amiga. “Me insistió tanto que me bajé Tinder. También me ayudó a usarlo, porque no entendía nada. Lo conocí a Héctor y automáticamente cerré mi cuenta”, sostiene.
Si bien muchos creen que la falta de conocimiento en la tecnología es un impedimento para participar en las aplicaciones, los mismos usuarios aseguran que son sistemas sencillos. “Para algunos, lo de la tecnología puede ser una dificultad, pero no diría que es una barrera”, sostiene la psicoanalista Álvarez. Y suma: “Se pueden dar el amor y el deseo, lo garantizo. Atiendo a una persona de 80 años que conoció a su pareja de esta manera y está entusiasmadísimo”.
De hecho, ya existe una aplicación diseñada para los usuarios de más de 50 años, que se focaliza en sus necesidades. Se llama Ourtime y forma parte de Match Group, que engloba apps populares como Tinder y OkCupid. Se dirige exclusivamente a la generación silver, compuesta por los miembros del baby boom que nacieron entre 1946 y 1964 y hoy tienen entre 59 y 77 años.
Esta aplicación, con importante presencia en España, busca tener un diferencial con respecto a las que suelen utilizar los menores de 30. Para elegir a los candidatos, hay que responder un cuestionario donde el atractivo físico pasa a un segundo plano. A su vez, Ourtime ofrece el servicio de un chat con una asistente virtual que asesora a los usuarios durante este proceso y cuenta con un love coach virtual que da consejos sobre las citas. Incluso hay asesoramiento privado, con un costo extra.
Facebook, el pionero
En sus comienzos, Facebook funcionó como una red para socializar pero no apuntaba a conseguir pareja. Sin embargo, los usuarios la fueron adaptando a sus necesidades y hoy es la red social más popular entre las personas mayores de 60 para conocer a alguien, ya que muchas de ellas no se sienten del todo cómodas con las apps de citas. Así, los usuarios pueden sumarse a grupos segmentados por edades e intereses. Además, esta red social incorporó hace un tiempo la sección Facebook Parejas, donde hay que crearse un perfil especial, independiente al que tienen todos los usuarios (sin que sea necesario hacer una nueva descarga).
“En mi caso, me incorporé a la página de ‘Solas y Solos más de 40 en Buenos Aires, Argentina’ luego de ver una sugerencia de Facebook. Hice una publicación y me dieron cientos de likes”, comenta Patricia Canave, de 60 años. El noviazgo con Pablo, de ese mismo grupo, comenzó el 25 de julio de 2020, después de varias citas virtuales. “Nos enamoramos, ya llevamos 3 años juntos”, cuenta Patricia.
A diferencia de las apps, donde el intercambio es privado e individual, en los grupos de Facebook los participantes suben una publicación con su foto y cuentan algo de ellos. “Somos muy estrictos en lo que se refiere al respeto hacia el otro. No permitimos faltas de respeto ni vocabulario que no corresponda. Esto hace que nos lleve muchas horas del día para ‘cuidarlo’, pero así logramos que el grupo sea diferente a muchos donde vale todo”, concluye Patricia.