Dos investigadores norteamericanos están elaborando un registro de todos aquellos que lograron adelgazar y mantenerse. Y se sorprenden de cuántos pueden hacerlo
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NUEVA YORK (The New York Times).- Es casi un deprimente artículo de fe entre las personas con sobrepeso y quienes los tratan que el 95 por ciento de los que logran perder peso lo recupera en unos meses o años.
La estadística ha sido citada ampliamente en los últimos cuarenta años en congresos, libros de dietas, investigaciones y seminarios. Por eso, mucha gente se acerca a las dietas con un sentido de desesperanza.
Pero de hecho, dicen los investigadores, nadie tiene mucha idea de cuántas personas pueden bajar de peso y mantenerlo. Ahora, mientras tratan de hallar esas cifras, los científicos también están estudiando aquellos casos exitosos, buscando lecciones que pueden inspirar a otros a intentarlo.
El doctor Kelly Brownwell, director del Centro de Desórdenes Alimentarios de Yale, dijo que este mito del 95 por ciento proviene de una investigación muy antigua (de 1959) que analizó 100 casos. Los resultados fueron tantas veces mencionados que se volvieron parte de los mitos populares.
El estudio pudo haber sido correcto para aquella época, pero los años han traido cambios significativos, el más importante de los cuales ha sido la introducción de las técnicas de modificación de conductas.
Este estudio, y todos los siguientes, investigan a pacientes de hospitales porque son más fáciles de hallar y seguirles el rastro. Pero las personas que se encuentran en tales programas son los casos más difíciles, y por esto tienen niveles de éxito muy bajos. Los pacientes que concurren a una clínica para tratarse tienden a padecer un mayor sobrepeso y es más fácil que sufran problemas psicológicos.
Para conseguir un cuadro más completo, dos investigadores están estudiando a personas que hacen dieta por períodos largos para un proyecto del Registro Nacional de Control de Peso, y han llegado a la conclusión de que es muy fácil encontrar historias exitosas. Y que la mitad de las personas que mantienen su pérdida de peso por más de un año lo logra por su cuenta. Esto sugiere que ellos han encontrado sus propias maneras de bajar de peso y mantener la nueva silueta, pero que nunca han sido tenidos en cuenta en las investigaciones formales.
"Hay algo muy optimista acerca de estos nuevos datos -dijo el doctor Rena Wing, profesor de psiquiatría de la Universidad de Pittsburgh y de la Escuela de Medicina de la Universidad Brown-. Sin demasiado esfuerzo ya hemos identificado 2500 personas que tuvieron éxito."
El doctor Wing y el doctor James O. Hill, de la Universidad de Colorado, están colaborando en el proyecto de un registro, que comenzaron hace cinco años con financiamiento de laboratorios y otras instituciones. Están compilando historias detalladas de personas que hacen dieta desde hace tiempo, y que han mantenido una pérdida de peso de alrededor de más de diez kilos por lo menos por un año. La mayoría de los voluntarios fueron reclutados por medio de avisos en periódicos y revistas.
"Quisimos convencernos a nosotros mismos y a los demás de que hay gente que pudo hacerlo y aprender de ellos", dijo el doctor Wing.
Para su sorpresa, él y el doctor Hill encontraron que en promedio quienes se presentaron habían mantenido un descenso de más de treinta kilos durante cinco años, y que entre el 12 y el 14% habían mantenido una pérdida de peso de más de cuarenta kilos.
La nueva investigación en dietistas exitosos va a descorazonar a aquellos que esperan una solución mágica: la mayoría simplemente había comido menos y más sano, y había hecho ejercicios físicos regularmente. Pero juzgando por sus resultados, es enteramente posible para la gente sin posibilidades de contratar a un personal trainer de alcanzar una pérdida de peso permanente.
Como fuente de inspiración es bueno recordar la historia de uno de los participantes en el estudio: Tammy Munson, una empleada de 32 años, de Jamestown, Nueva York, que perdió alrededor de 60 kilos y mantuvo su nuevo peso por ocho años.
Con una altura de 1,70 m, ella había tenido sobrepeso desde la escuela secundaria, pero subió violentamente a los 130 kilos después de graduarse y casarse. "Sabía poco de nutrición - recuerda-, ni siquiera que los líquidos tenían calorías".
"Me levantaba por las mañanas y me servía helado y galletitas", dijo Munson. La cena podía consistir en tres o cuatro hamburguesas y caramelos.
Su marido, Jeffrey, que perdió 40 kilos, también estaba seriamente obeso. "Nuestras fotos de casamiento son realmente graciosas -dijo-. La primera noche de casados rompimos la cama."
Munson comenzó a enfrentar su problema de peso cuando su presión sanguínea comenzó a elevarse. Al principio, hizo algunas dietas violentas, de alrededor de 650 calorías diarias.
"Empecé a leer cuanto libro podía acerca de cómo mantenerme en peso", dijo. Luego comenzó con dietas más balanceadas, que incluían ensaladas, pescado, hamburguesas de verdura, fruta y siempre un pequeño postre. Y ejercicio. Hace actividad física diariamente y comenzó a correr.
En parte, Munson atribuye su éxito al hecho de que ella no sabía que adelgazar era teoricamente imposible.
"Tienes que descubrirlo por ti mismo -dijo-. Es simplemente respetar la pirámide alimentaria, pero la gente no quiere escucharlo. Si uno ingiere muchos buenos alimentos y muy pocos malos, tendrá éxito. Pero hay que tener un poquito de los malos también."






