Esta es la tercera jornada del reto de la felicidad en siete días donde se propone interactuar con alguna persona que no se conoce bien, con un extraño o con ambos
Durante mi caminata diaria por el vecindario suelo cruzarme con una mujer y su perro salchicha que me ladra frenéticamente. Eso me molesta mucho. Un día, por capricho, decidí ir más allá de saludarnos en silencio y le pregunté cómo podía hacerme amiga de su perro.
“Ay, Petey se molesta cuando ve a gente con sombrero”, dijo la mujer. “Es demasiado agotador decírselo a todo el mundo”. Como durante el invierno más personas usan algún tipo de prenda para proteger la cabeza, me dijo, es una temporada difícil para Petey.
Eso fue suficiente para enamorarme de ese perro salchicha. Ahora, cuando veo a Petey desde lejos, rápidamente me quito la gorra. Se ha convertido en un juego para mí. Honestamente puedo decir que si nunca hubiera charlado con esta mujer, mi caminata diaria sería mucho menos divertida.
El ejercicio de hoy es hablar con alguien que no conoces bien, con un extraño u ambos.
Tercer día del Reto de la felicidad: Charlar con un desconocido
Tan a menudo como sea posible, “busca y propicia oportunidades para tener momentos amistosos”, aconsejó Bob Waldinger, profesor de psiquiatría en la Escuela de Medicina de Harvard y autor del nuevo libro The Good Life.
Pregúntale al cajero/a del supermercado cómo va su día. Haz un lindo comentario sobre el bebé de un desconocido (pocas personas pueden resistirse a hablar sobre sus bebés).
Es posible que tu amplia red de conocidos casuales, e incluso completos extraños, conocidos colectivamente como “lazos débiles”, no te parezca importante, pero lo es. Los intercambios breves pero cálidos tienen un efecto directo sobre la felicidad, dijo Waldinger. Este tipo de pequeñas interacciones pueden afectar tu estado de ánimo y energía a lo largo del día y las investigaciones iniciadas en la década de 1970 han demostrado que contribuyen a una mayor sensación de bienestar.
Vale la pena, aunque se sienta raro
Sí, iniciar una pequeña charla puede ser incómodo. Pero la gente tiende a caernos mejor de lo que suponemos. Esto es lo que los investigadores denominaron, en un estudio de 2018, una “brecha de simpatía”. “Nuestras investigaciones sugieren que después de que las personas tienen conversaciones”, afirman los expertos, “caen mejor de lo que creen”.
Así que asume que le caes bien a la gente y atrévete. Es posible que te rechacen, “aunque descubrimos que eso es bastante poco común”, dijo Gillian Sandstrom, profesora titular de psicología en la Universidad de Sussex, quien dirigió una investigación muy importante sobre los efectos positivos de las interacciones casuales frecuentes con extraños y conocidos. “A las personas que dicen que fueron rechazadas les pregunto ¿cómo sabes que te han rechazado? Es posible que alguien no esté interesado si está mirando su reloj, pero también podría ser que tiene una cita en 10 minutos y por eso está pendiente del reloj”.
Según Sandstrom, si hoy tratas de hablar con un extraño y te ignora o te rechaza “recuerda que no te conoce, por lo que no te están rechazando por quien eres”. Ella sostiene que la mayoría de las personas disfrutan estos momentos de conexión, así que vuelve a intentarlo y habla con alguien más.
Incluso podrías aprender algo
A menudo, los lazos débiles tienen conocimientos diferentes a los de nuestro círculo social inmediato, dijo Stav Atir, profesora asistente de administración en la Escuela de Negocios de Wisconsin en la Universidad de Wisconsin-Madison. En 2022, Atir dirigió un estudio que sugiere que las personas subestiman el potencial de aprendizaje de estas interacciones. “De acuerdo con nuestros datos, a menudo vemos cómo personas que no se conocen comparten recomendaciones, como un nuevo restaurante para visitar, una nueva banda para escuchar e incluso un posible lugar de trabajo”, dijo.
Piensa en los momentos de los últimos diez años en los que estuviste en un avión o en un tren y conversaste con personas que no conocías. ¿Dijeron algo que se te quedó grabado? Incluso la conexión más fugaz puede tener un impacto, dijo Alisha Ali, profesora asociada de psicología aplicada en la Universidad de Nueva York. “No debe ser algo muy profundo para que te impacte. Nunca se sabe lo que revelará un encuentro cualquiera”.
“Soy muy introvertida, pero descubrí que hablar con extraños es muy divertido”, dijo Sandstrom. “Una vez hablé con alguien en el transporte público y aprendí que las personas pueden montar avestruces. Todo el mundo tiene una historia para contar”.
Por Catherine Pearson.
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