Con reuniones operativas, comenzó el traspaso de la seguridad en Puerto Madero a la Policía de la Ciudad

El traspaso de mando de la seguridad en Puerto Madero y en las villas 21-24 y Zavaleta, en la zona de Barracas, comenzó a dar ayer, como habían acordado la Nación y la Ciudad, sus primeros pasos concretos.

Oficiales jefes de la Prefectura y de la Policía de la Ciudad mantuvieron reuniones tendientes a definir cuestiones operativas vinculadas con el despliegue de efectivos y recursos, la logística y las bases involucradas.

“Esto arrancó hoy y estamos en plena transición, ultimando los detalles operativos entre ambas fuerzas para que esto funcione adecuadamente”, dijeron a LA NACION calificadas fuentes de gobierno que están al tanto de las negociaciones entre las dos jurisdicciones.

Como informó LA NACION la semana pasada, al cabo de más de un año de negociaciones iniciadas por la ministra de Seguridad nacional, Sabina Frederic, y su par porteño y vicejefe de gobierno local, Diego Santilli, acordaron que la Policía de la Ciudad asumiría las tareas de prevención en las calles de Puerto Madero y en los dos asentamientos de la zona sur de la Capital.

El Ministerio de Justicia y Seguridad de la Ciudad asignará a más de 700 efectivos para cubrir las necesidades de despliegue en ambas zonas.

En Puerto Madero –que actualmente cuenta con unos 13.000 habitantes permanentes– habrá destacados 355 oficiales, que tendrán su principal base operativa en la Comisaría Vecinal 1E, situada en Ingeniero Huergo y Juan de Garay, en la Dársena Sur.

En las dos villas de Barracas, donde viven unas 33.000 personas, operarán unos 350 policías porteños, personal de la Unidad de Prevención Barrial (UPB) que, por caso, ya funciona en el Barrio 31 y 31 bis, de Retiro.

Durante las próximas semanas no será notorio el “cambio de uniformes”, dado que en la primera etapa de la transición los equipos de ambas fuerzas compartirán información para afinar la logística de despliegue.

Una vez que se complete el traspaso, los policías de la Ciudad serán los encargados de la prevención en tierra, mientras que la Prefectura mantendrá la responsabilidad de las tareas de control y rescate en los diques. El monitoreo de vigilancia será operado en forma conjunta, ya que comprende tanto las calles como el área fluvial.