Condenaron a prisión perpetua a los asesinos de Uma Aguilera, la hija de un custodio de la ministra Bullrich
La víctima tenía 9 años; la sentencia fue dada a conocer por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 de Lomas de Zamora
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LA NACION
Entre aplausos, el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) N°3 dio a conocer la sentencia a prisión perpetua para los tres delincuentes acusados de haber asesinado a Uma Aguilera, la niña de 9 años, que fue baleada durante un intento de robo en enero de 2024 en la localidad de Villa Centenario. La víctima era hija de un custodio de la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich.
La condena dada a conocer hace pocos minutos coincidió con la pena que había solicitado en su alegato la fiscal Viviana Giorgi.
Los delincuentes condenados son Axel Rojas, conocido como Pelusa, Miguel Pastor Romero Molinas, alias Patoto, y Ariel Acuña Vega, todos de entre 20 y 21 años.
Los tres ladrones habían llegado a juicio acusados de robo calificado por el uso de arma de fuego, cometido en poblado y en banda, agravado por la participación de un menor, y homicidio calificado criminis causa, también agravado por el uso de arma de fuego.
La lectura de la sentencia, firmada por los jueces Marcelo Dellature, Luis Gabián y Mariel Elizabeth Alegre, fue transmitida por el canal de YouTube de la Suprema Corte de Justicia bonaerense.
Además, un cuarto sospechoso, Nahuel Coman, fue condenado a la pena de cinco años de prisión. Fue considerado partícipe secundario del delito de robo. Se ordenó su inmediata detención, ya que había llegado a juicio en libertad.
“Siento que Umi va a tener justicia y puede comenzar a descansar en paz”, dijo María Eugenia Rodríguez, madre de la víctima. En declaraciones a la agencia Noticias Argentinas, Eduardo Aguilera, padre de la menor asesinada, agregó: “La verdad es que nada nos devuelve a Uma, pero creemos que a partir de ahora los asesinos empiezan a pagar por su vida”.
Tras la condena, en su cuenta de X, la ministra Bullrich sostuvo: “Los asesinos de Uma fueron condenados a perpetua. Nunca más van a salir. Nunca más van a dañar a nadie. Uma era la hija de Eduardo Aguilera, policía federal de mi custodia, y de María Eugenia, también integrante de las fuerzas. Una chiquita de 9 años con toda la vida por delante. La Justicia hizo lo que tenía que hacer. Por ella, por sus seres queridos, por todos. Los abrazo con el alma, sabiendo que el abrazo no alcanza. Pero con la esperanza de que, al menos, este fallo traiga algo de consuelo. Y que sepan que no están solos".
El quinto acusado, que tenía 17 años al momento del hecho, será juzgado por separado en el fuero penal juvenil a partir del 12 de agosto.
“No hay quantum punitivo que pueda reparar el sufrimiento de la familia de Uma”, había dicho la fiscal Giorgi durante su alegato
Los abogados de la familia de Uma coincidieron con la fiscalía y reclamaron prisión perpetua para los acusados. “Todos los imputados han sido dueños del dolo de matar”, afirmaron.
El hecho ocurrió el 22 de enero de 2024, cuando Eduardo Aguilera, padre de Uma, salía de su casa junto a su hija rumbo al médico y fueron interceptados por los delincuentes armados. Al intentar escapar, los asaltantes dispararon. Uno de ellos se acercó al vehículo y, sin mediar palabra, le disparó a Uma en la cabeza.
La niña fue trasladada en helicóptero al Hospital Churruca, pero falleció horas después. La investigación reveló que los atacantes habían robado un auto previamente para cometer el asalto.
Durante la reconstrucción del hecho realizada por fiscal de instrucción Pablo Rossi y consignada en el requerimiento de elevación a juicio presentada contra los acusados por su colega Ignacio Torrigino, se estableció que la mañana que mataron a Uma, los delincuentes habían salido a robar automóviles y motos.
“El 22 de enero de 2024, a las 8.47, en la intersección de Cosquín y Corinto, de Villa Centenario, Romero Molinas, Rojas, Acuña Vega y el menor, de 17 años, interceptaron a Ariel Alejandro Burrafato, lo amenazaron con armas y le robaron su Toyota Corolla negro. Al huir realizaron un disparo al aire para evitar que la víctima del robo los persiguiera.
Tres minutos después, Romero Molinas, Rojas, Acuña Vega y el cómplice, de 17 años, llegaron a bordo del Toyota Corolla negro a Pío Baroja, entre Amberes y París, también en Villa Centenario y, de la misma forma que hicieron con Barrufato, interceptaron a Eduardo Aguilera y le apuntaron con armas para robarle su Ford Ka, cuando salía de su casa.
En esta oportunidad, los ladrones no dispararon al aire. Abrieron fuego contra el Ford Ka y uno de los balazos hirió en la cabeza a Uma, que viajaba en el asiento trasero.
Diez minutos después, los delincuentes abandonaron el Toyota Corolla negro y se dispersaron. A las 9, en Darwin al 1800, en Villa Fiorito, Romero Molinas y Rojas, interceptaron a Agustín Quiroz y, a punta de pistola, le robaron su moto Corven Energy.
Rojas, uno de los condenados había sido apresado en una vivienda de la ciudad de San Pedro. Su identificación se concretó a partir del seguimiento de las cámaras de seguridad instaladas en las adyacencias de la escena del crimen.
Este acusado, había huido desde el partido de Lomas de Zamora, donde tiene su domicilio, a San Pedro en un Peugeot 307 gris, que fue secuestrado también en esa ciudad y en cuya luneta trasera tiene un sticker con la inscripción “capacidad máxima, cuatro bandidos”.
Otra de las pruebas que vinculó a Rojas con el homicidio fue una impronta digital hallada en el Toyota Corolla negro robado en el que se movilizaban los asesinos de Uma.
Según consta en el expediente, Rojas tenía antecedentes penales por encubrimiento y por hurtos, cometidos entre junio de 2022 y mayo de 2023. Ese camino delictivo lo llevó hasta el raid criminal que provocó el asesinato de Uma.
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