Denuncia de Telecom. Secuestran 7500 kilos de cobre producto del robo de cables del tendido público

La Policía Federal incautó, en el norte bonaerense, 7500 kilos de cobre como parte de una investigación iniciada a partir de una denuncia de Telecom por el robo de cables del tendido telefónico y la compra-venta del material en el mercado informal, en una maniobra en la que llegaban a obtener más de un 1000% de ganancias.

Por orden del juez federal de San Nicolás, Carlos Villafuerte Ruzo, la División Unidad Operativa Federal de San Nicolás de la Policía Federal Argentina realizó tres allanamientos: en un galpón de esa localidad, en una chatarrería de San Pedro y en una vivienda particular de la localidad de Santa Lucía. El cobre estaba distribuido en distintas bolsas de arpillera.

La investigación encabezada por el fiscal federal de San Nicolás, Matías Di Lello, comenzó con una denuncia realizada por la empresa Telecom. De acuerdo a esa presentación, la compañía fue víctima de “innumerables hechos de robo relacionados con los equipos y la infraestructura instalada en la vía pública”.

Específicamente, Telecom sostuvo que el 18 de septiembre del año pasado a la madrugada fueron robados 90 metros de cable en San Pedro. En consecuencia, unos 50 clientes de la zona se quedaron sin servicio de comunicaciones.

Según publicó el Ministerio Público de la Nación en su portal web, fiscales.gob.ar, “la fiscalía dispuso entonces que la División Unidad Operativa de la PFA realice una serie de tareas investigativas con el objetivo de individualizar a los posibles autores del hecho”. Al cabo, constataron que “en San Pedro funcionaba una chatarrería que adquiría cobre (sin el forro o vaina que lo recubre) y lo pagaba a 1000 pesos”.

Durante la pesquisa, los detectives advirtieron que “en diferentes días y horarios, entre marzo y mayo de este año, se acercaron distintas personas con bolsas que, por su forma, podrían contener cobre. Además, se pudo establecer que luego de adquirir el cobre, los implicados en la maniobra lo retiraban del comercio y lo trasladaban a sus domicilios para evitar el acopio en ese lugar”.

La fiscalía precisó que “si bien no se pudo individualizar a los posibles autores de la sustracción de cables [...], los allanamientos de la chatarrería, el domicilio de uno de los dueños del local y el depósito del comprador mayorista del metal eran necesarios para avanzar con la causa y desentrañar la maniobra delictiva”.

Se precisó que el cobre que compraban a 1000 pesos el kilo puede venderse hasta en 11 mil pesos.

En los operativos, realizados ayer, se secuestraron 7500 kilos de ese metal, dos vehículos, 120 mil pesos y teléfonos celulares de los sospechosos identificados en el marco de esta causa.