Denuncian que el comisario de Pinamar liberaba zonas
El intendente recordó que el jefe policial le dijo una noche que, como no tenía patrulleros, debía "rezar" para que no hubiera robos
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PINAMAR.- El hasta hace pocas horas titular de la comisaría de Pinamar, que en una grabación de audio admitió que estaba cansado de "robarle a la gente", quedó apuntado también como supuesto facilitador de una serie de delitos cometidos en este distrito, donde habría generado "zonas liberadas" para que los asaltantes cumplan sus objetivos sin mayores riesgos.
Martín Yeza, intendente de Pinamar, aseguró que había tenido un duro cruce con el comisario Fabián Guiñazú porque una noche le avisó que no tenía móviles para salir a patrullar y por eso debían "rezarle a Dios" para que no haya robos.
"Esa noche tuvimos 14 hechos", recordó el jefe comunal sobre aquella excepcional jornada que casi quintuplicó el máximo promedio de ilícitos que se denuncian por día en esta jurisdicción. Guiñazú, que se había desempeñado en seccionales de La Matanza y Mar de Ajó, fue desplazado de su cargo y su continuidad en la fuerza comenzó a ser evaluada por personal de la Auditoría de Asuntos Internos, que depende del Ministerio de Seguridad bonaerense. También tiene una causa por fraude a la administración pública, pues se cree que incurrió en irregularidades en la administración de horas extras, servicios adicionales y operativos durante su desempeño en Pinamar.

La denuncia la presentó un oficial que hace unos pocos meses asumió como nuevo jefe de calle de esta seccional. Disconforme con las órdenes y las formas de Guiñazú, recurrió a Yeza y lo puso al tanto de las maniobras que siempre implicaban acciones delictivas de recaudación.
"Lo teníamos entre ceja y ceja", reconoció el intendente sobre quien ya le había generado sospechas por su reticencia a responder de manera efectiva a reclamos para mejorar la seguridad en el distrito. Incluso recordó que tanto Guiñazú como algunos de sus colegas se había "ofendido" cuando lo acusó de liberar zonas.
Aquella desconfianza se profundizó cuando el jefe de calle de Pinamar aportó la grabación registrada por otro oficial. En ese audio, un verborrágico Guiñazú relató cómo cometía robos y armaba operativos, referencias que tendrían que ver con sus días de servicio en La Matanza. En esas historias describió como le quitaba dinero a obreros paraguayos y como presionaba al dueño de un bar, al que llegó a sustraerle hasta las bolas de una mesa de pool.
Juan Pablo Calderón, uno de los fiscales de Pinamar, recibió la denuncia y aprovechó la permanencia de autoridades en el acto oficial por el Día de la Independencia para cumplir con el allanamiento de la comisaría local. Secuestró documentación, registros del movimiento de móviles, gastos de combustible, asignación de horas extras y servicios adicionales que, según sospechan los investigadores, se cobraban pero no se prestaban. Al menos por ahora, Guiñazú es el único acusado.
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