Detuvieron en Paraguay a dos intermediarios del megacontrabando de armas
ROSARIO.– A las 17.05 de ayer Interpol detuvo en Asunción, Paraguay, a Eduardo Ramírez Cantero, alias Matungo, y a Carlos Federico León Ocampos, acusados de formar parte del megacontrabando de armas que tenía base en la Argentina, según la investigación que lleva adelante desde el año pasado el juez en lo penal Pablo Yadarola, quien ordenó 52 allanamientos y 17 detenciones.
Estos dos supuestos traficantes de armas paraguayos eran el contacto en Asunción y Pedro Juan Caballero de la banda que operaba en la Argentina, que estaba liderada, entre otros, por Ricardo Deisernia, alias Tuerto, que acopiaba parte del arsenal que se contrabandeaba en un búnker en Martínez, y Román Ragusa.
De acuerdo a la investigación, Matungo había tenido entre 2016 y 2018 varios contactos a través de WhatsApp con Román Ragusa, quien vivía en el centro de Rosario, y era uno de los responsables del acopio del armamento. Una de las hipótesis es que Ramìrez Cantero era el intermediario entre la pata argentina y las organizaciones criminales brasileñas.
Ragusa enviaba a través de ómnibus de pasajeros las cajas con fusiles a Asunción y desde allí Ramírez Cantero las llevaba hasta Pedro Juan Caballero, la frontera con Brasil, donde se vendían a organizaciones criminales de ese país, como el Primer Comando Capital y Comando Vermelho.
En los allanamientos que se produjeron el 26 de junio pasado fueron secuestrados más de 2500 fusiles, armas cortas y explosivos, por un valor –según estimó la ministra de Seguridad Patricia Bullrich– de 200 millones de dólares dólares.
"Se va cerrando el círculo sobre esta banda criminal", dijo el secretario de Seguridad de la Nación, Eugenio Burzaco
Según fuentes judiciales, Matungo y Ocampos serán extraditados a Buenos Aires, donde serán imputados de "contrabando de armas, tenencia ilegal armas de guerra, municiones y explosivos y falsificación de documentos públicos".
Óscar Ariel Caballero, quien también cuenta con orden de captura internacional, es el único que aún sigue prófugo.
Matungo estaba bajo la lupa de la justicia paraguaya desde 2016, cuando fue detenido por la Policía Nacional de ese país en Asunción en un operativo contra armerías truchas. En ese momento Ramírez Cantero ya tenía pedido de captura en Paraguay en una investigación por tráfico de armas junto a un socio, Carlos Federico León Ocampo.
El 2 de julio pasado, una semana después de que en la Argentina se empezaran a ventilar los tentáculos de la megaorganización de contrabando de armamento, Ramírez Cantero negó al diario ABC estar involucrado en la causa que sigue adelante el juez Yadarola. Su nombre había empezado a sonar en torno al caso.
"Las supuestas pruebas que me conectan con un grupo de traficantes de armas desbaratada en la Argentina son totalmente falsas, pues dichos elementos de prueba jamás fueron encontrados o incautados en mi negocio ni en mi domicilio particular", aseguró Ramírez Cantero.
Un día después de las declaraciones que envió a los medios paraguayos, Interpol Argentina recibió un pedido de captura por Matungo y León Campos, junto a otros acusados de distintas nacionalidades.
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