Dos asaltos trágicos desataron una marcha de vecinos en La Matanza
Un millar de personas salió a la calle luego de los homicidios a sangre fría de un remisero, en San Justo, y de un joven, en Gregorio de Laferrère; cortaron la ruta 3 y reclamaron el retorno de la Gendarmería
En pocas horas, el partido de La Matanza volvió a convertirse en el escenario de delitos violentos , donde fueron asesinados un remisero de 56 años, dentro de su auto en la ciudad de San Justo, y un joven de 24 años, dentro de su casa, en la localidad de Gregorio de Laferrère.
Estos episodios fueron el disparador para que casi un millar de vecinos salieran anoche a la calle a reclamar justicia, mayor seguridad y para que vuelvan las fuerzas de la Gendarmería Nacional, que fueron retiradas hace poco por el gobierno nacional.
Horas antes, unos 70 remiseros, en su mayoría de la agencia que opera en el Bingo de San Justo, se movilizaron con sus vehículos hacia la municipalidad para pedir justicia por el compañero asesinado. "Nuestro trabajo es de alto riesgo y todas las semanas nos roban", aseguró Carlos, uno de los choferes de remises, a Radio Universidad de La Matanza.
"Se le abalanzaron los tres"
La nueva ola delictiva comenzó a las 23 de anteayer, en la calle Guatemala entre Terrada y Parral, de San Justo, cuando Horacio Romero dejó a una pasajera frente a su casa. La última pasajera que viajó con la victima, de nombre Teresa y que también participó de la marcha de anoche, aún muy nerviosa por lo ocurrido, dijo: "Cuando dejé el auto vi cómo los tres tipos se abalanzaron sobre él. Oí los tiros y los ladrones se llevaron el auto y lo dejaron tirado: todavía tenía los 27 pesos en la mano con los que le había pagado el pasaje".
Triste y entre sollozos, Teresa dijo a LA NACION: "Esto no da para más". Una semana antes de este asesinato le habían robado la cartera, en tanto los delincuentes la amenazaban con que la iban "a quemar".
Se supo que horas después del asesinato de Romero su Chevrolet Corsa fue encontrado semidesarmado cerca de un descampado.
"Se llevaron a mi ídolo, mi papá era todo. Aunque el pibe que lo mató vaya 25 años preso, a mi papá no me lo devuelve nadie. Espero que no sea un número más", expresó Marcelo entre lágrimas, el hijo del remisero asesinado.
Ayer, pasadas las 18, y bajo una persistente llovizna, casi mil vecinos y un centenar de remises integraron la marcha que partió de la localidad de Villa Constructora, donde vivía la víctima. Luego, por la ruta 3, se dirigieron a la rotonda de San Justo.
"Villa Constructora es zona liberada", exclamaban muchos de los presentes. Para todos los consultados por LA NACION, sólo había una solución para que la inseguridad no vuelva a ser la protagonista en el atemorizado distrito: que las fuerzas de la Gendarmería Nacional vuelvan a patrullar las calles.
Chicos, abuelos, madres embarazadas, todos caminaban con un mismo objetivo: "Basta de inseguridad". Algunos reclamaban la presencia del intendente Fernando Espinoza, quien, según informó Radio Universidad de La Matanza, estaba en una sesión especial con legisladores de la comuna.
Lorena, otra vecina, portaba una pancarta con la imagen de su esposo, Walter Carballo, que fue baleado en enero de este año. "A dos meses ninguno de los tres presos al comienzo de la causa quedó procesado", dijo indignada a LA NACION.
Esther González reclamó exaltada: "¡Que vuelvan los gendarmes!". Segun ella, después de que la fuerza se retiró de San Justo, tal como se dispuso desde el Gobierno, "la inseguridad se volvió insoportable".
Meses atrás, otra vecina, María Elena Martínez, se compró un vehículo. Sólo lo pudo disfrutar 15 días, hasta que se lo robaron a mano armada cuando circulaba por Villa Constructora. Cuando el seguro se lo pagó, adquirió otro. También se lo quisieron robar, pero en un acto de valentía eludió a los ladrones.
Los manifestantes llegaron hasta el bingo, donde el remisero asesinado trabajaba en una agencia. Los vecinos luego se reunieron con jefes policiales, en tanto que otros insultaron al intendente Espinoza.
Otro asalto, otro crimen
Dos horas después del asesinato del remisero Romero, un joven de 24 años fue asesinado de un balazo y su padre sufrió heridas en una pierna por asaltantes que les robaron un televisor LCD en su casa de la localidad de Gregorio de Laferrère, también en el partido de La Matanza.
Fuentes policiales informaron a la agencia DyN que el hecho comenzó cuando tres ladrones irrumpieron en una vivienda de la calle Huemul al 4000 tras romper la puerta a patadas, en la modalidad conocida como "patachorros".
Los delincuentes se enfrentaron con uno de los habitantes de la casa, Alberto Ledesma, al que mataron de un balazo en la cabeza. "Me levanté asustada y lo encuentro a Martín debajo de la mesa. Estaba tirado, doblado", se lamentó Nelly, la madre de la víctima. El padre del joven, al intentar defender a su hijo cuando irrumpieron los asaltantes, fue herido de un tiro en una pierna y golpeado en la cabeza.
Con la colaboración de Valeria Musse
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