Horror en Palermo: falleció el hombre apuñalado en un colectivo
La víctima, Franklin Bedón Galarza, estaba en grave estado en el hospital Rivadavia; el agresor hoy se negó a declarar ante el juez de la causa, Darío Bonanno
Franklin Bedón Galarza, el hombre apuñalado cuando viajaba en un colectivo de la línea 152, falleció ayer a la tarde. Estaba internado en el hospital Rivadavia, donde había sido intervenido quirúrgicamente.
Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. El protagonista del ataque, José Báez, se negó a declarar hoy ante el juez Darío Bonanno, magistrado a cargo de la investigación.
Hasta la muerte de Bedón Galarza, Báez estaba imputado del delito de intento de homicidio.
El hecho por el que está imputado Báez ocurrió anteayer a las 19.30 en la avenida Santa Fe y Vidt, a pocos metros del shopping Alto Palermo. Según la reconstrucción que pudieron hacer los investigadores a partir de las primeras declaraciones testimoniales, todo comenzó cuando Báez subió al interno 56 de la línea 152 y se negó a pagar el boleto.
“En ese momento comenzó una discusión con el chofer; mientras, Báez se dirigió hacia la parte trasera y comenzó a increpar a una pareja que había subido delante de él para que le pagara el viaje. Entonces, Franklin Bedón Galarza salió en defensa de las personas agredidas y comenzó una pelea. Hubo trompadas hasta que Báez sacó un cuchillo y apuñaló a la víctima”, explicaron fuentes judiciales.
Bedón Galarza fue trasladado al hospital Rivadavia y el sospechoso fue retenido por el encargado de un edificio y por los otros pasajeros hasta que llegó el personal de la Policía de la Ciudad.
El detenido tiene 37 años. En 2017 había sido condenado a seis meses de prisión de cumplimiento efectivo por robo y resistencia a la autoridad.
Por pedido del juez Bonanno, una psicóloga y un médico psiquiatra hicieron un estudio interdisciplinario para determinar si el imputado estaba en condiciones de prestar declaración indagatoria.
Según la psicóloga y el médico psiquiátrico que participaron del estudio interdisciplinario, el imputado se encontraba “vigil, tranquilo y sin alteraciones. Con conciencia de situación, sin productividad alucinatoria-delirante ni antecedentes al respecto. Desconoce el delito que se le imputa, no presenta impulsividad [sic] manifiesta, no tiene criterio de internación psiquiátrica; presentas conductas manipulatorias [sic], proyecta culpa en terceros y no presenta remordimientos”.
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