Mendoza: "Destrozaste a esta familia y a la tuya", dijo la madre del rugbier antes de la sentencia

MENDOZA.– En la etapa final del juicio contra Julieta Silva, la joven mendocina acusada de atropellar con el auto y matar a su novio, Genaro Fortunato, de 25 años, en septiembre del año pasado, la madre de la víctima se animó a dedicarle, cara a cara, un duro mensaje a la imputada.

Silva, en tanto, decidió no hablar, por lo que el juicio fue dado por finalizado y la sentencia se conocerá esta tarde.

Durante la mañana de hoy se retomó la etapa decisiva del debate donde se le dio a la imputada, de 31 años, la posibilidad de decir sus últimas palabras, pero la acusada optó por callar. Entonces, los jueces Rodolfo Luque, Julio Bittar y María Eugenia Laigle, dieron por cerrado el juicio y pasaron a deliberar para dar a conocer la sentencia para después de las 14.30.

Previo a todo esto, la madre de Genaro, Graciela Linares, pidió a los magistrados hacer uso de la palabra. "¿Por qué? ¿Por qué pasó esto, Julieta? Genaro te quería, tenía proyectos con vos. Sólo le pido a Dios que le dé paz a tu alma, porque destrozaste a esta familia y a la tuya también. No hay venganza, no hay rencor", dijo conmovida ante la atenta mirada de Julieta, quien tras estallar en llanto y mostrarse incómoda, logró que su abogado frenara la exposición de la madre del deportista y pidiera cinco minutos para recomponer la situación. Linares acusó además al reconocido letrado Alejandro Cazabán de hacer una manipulación morbosa respecto de su hijo. Finalmente Julieta se levantó del banquillo de los acusados y se ausentó ese tiempo de la sala de debate.

La semana pasada, durante la etapa de alegatos, quedaron claramente expuestas las posturas y los pedidos al tribunal. Mientras la defensa solicitó la absolución de Julieta, el Ministerio Público Fiscal pidió la pena de 14 años de cárcel efectiva por el atenuante de "emoción violenta" y no prisión perpetua por el agravante por el vínculo, como había anticipado. En tanto, la querella exigió 20 años de cárcel efectiva y la revocatoria de la detención domiciliaria.

De no absolver a la imputada, el fallo del tribunal deberá definirse entre dos calificaciones: homicidio culposo u homicidio con dolo eventual por emoción violenta. Es decir: si se trató de un trágico hecho involuntario, en el que habría tenido incidencia una afección oftalmológica que padece la acusada, o de una acción en la que la mujer debió figurarse la posibilidad de concretar un acto criminal bajo un estado de ira.

La hipótesis principal es que la noche del 7 de setiembre Julieta y Genaro salieron del bar La Mona, en San Rafael, alcoholizados y minutos después comenzaron a discutir. Luego ella subió a su Fiat Idea, arrancó y no dejó que Genaro subiera, por lo que al acelerar, el chico cayó sobre el asfalto. Segundos después, la joven volvió haciendo una "U" y, sin modificar el rumbo, pasó con el auto Fiat Idea por encima del cuerpo de su novio, que fue arrastrado unos metros. La mujer no llevaba puestos los anteojos que le habían sido recetados, por lo que afirma que no vio lo que sucedía y pensó que se trataba de un pozo. En este punto se ha centrado la defensa para sostener que se trató de un hecho accidental.