Aberrante. Preocupa en uno de los clubes fundadores del rugby la exhibición obscena que realizó un mozo frente a un grupo de menores

Uno de los clubes más tradicionales del rugby argentino fue escenario de una aberrante situación provocada por uno de los mozos que atienden en el restaurante que está dentro de las instalaciones que la institución fundadora de la UAR tiene en San Fernando. Ese joven fue denunciado luego de realizar exhibiciones obscenas a un grupo de chicas de 11 años, que esperaban consumir una merienda antes de la práctica de hockey en Buenos Aires Cricket & Rugby Club.

El mozo se acercó a tomarles el pedido y mostró los genitales a las menores. Se trata de un delito que tiene una pena prevista de seis meses a cuatro años de prisión.

El hecho ocurrió el jueves pasado, pero fue en las últimas horas que trascendió el repudiable hecho que pasó en el restaurante Melé, en la calle René Favaloro al 2500. Los propietarios del restaurante emitieron un comunicado en el que avisaron que desvincularon al abusador.

“Ante lo sucedido y siendo esta una empresa que convive con el Club BACRC, queremos y nos sentimos en la obligación de contarles las acciones tomadas a toda la comunidad”, se expresó en ese mensaje. Y se agregó: “Hemos realizado todo lo que está a nuestro alcance para que el responsable tenga las mayores consecuencias posibles”.

La comisión directiva del club, por su parte, indicó: “Sepa la comunidad de socios de Biei que tanto los entrenadores como los directivos del club tienen como meta fundamental e irrenunciable el bienestar físico y moral de todos los socios y allegados, que concurren y disfrutan de BACRC. Esta Comisión Directiva no cejará en prevenir y reprimir, cualquier evento que perturbe o altere dicho bienestar, con todos los recursos necesarios, tanto legales como de soporte psicológico”. En el texto compartido a los socios también señaló que se había realizado la denuncia penal.

Padres de jóvenes que juegan al hockey en esa institución esperan que el joven exhibicionista quede en prisión preventiva, aunque, en principio, el imputado seguiría el proceso en libertad, pese a que todavía no fue notificado formalmente del inicio de una causa.

La abogada penalista Raquel Hermida Leyenda, explicó en el canal de televisión Crónica que este tipo de causas se catalogan como exhibiciones obscenas y suelen tener una pena de seis meses a cuatro años de prisión.