Tiene 16 años: otro adolescente es el segundo detenido por el homicidio del empresario que se resistió a un robo

Una semana después del homicidio de Rolando Omar Villafañe, el empresario asesinado a balazos cuando se defendió a los tiros de un intento de robo en su fábrica de Caseros, Tres de Febrero, hay dos detenidos por su presunta participación en el crimen. Los sospechosos arrestados son menores de edad.

Así lo informaron a LA NACION calificadas fuentes judiciales. En las últimas horas fue detenido en El Palomar un adolescente de 16 años. En esa localidad del partido de Morón había sido robado el Peugeot 208 usado días después por la banda que asaltó y mató a Villafañe, poco después de las 0.41 del lunes pasado.

“Los dos detenidos tienen 16 años. Hay otros tres sospechosos identificados con pedido de captura”, explicó una fuente judicial.

La detención del adolescente fue concretada por personal de la comisaría 1ª de Tres de Febrero, dependiente de la Estación de Policía Departamental de Tres de Febrero de la policía bonaerense.

Según fuentes policiales, testigos de identidad reservada aportaron datos que permitieron llegar hasta el segundo sospechoso detenido. El adolescente sería uno de los delincuentes que fue filmado por la cámara de seguridad instalada en la fábrica de la víctima.

Entre los sospechosos con pedido de captura hay un joven de 18 años que ya era buscado por su participación en el homicidio de un empleado de la Municipalidad de Tres de Febrero, crimen ocurrido en noviembre pasado. En ese momento, el delincuente aún no había cumplido la mayoría de edad.

Se trata del homicidio de Dardo Alfredo Martínez, chofer del Centro de Operaciones y Monitoreo (COM) de Tres de Febrero. Desde noviembre pasado, cuando se ejecutó ese crimen, en una persecución por el robo de un auto que terminó en Fuerte Apache, el sospechoso está prófugo.

“Nunca llegó a estar preso. Se lo identificó en el marco de la investigación del asesinato del chofer del COM, pero no llegó a ser detenido. En el momento del homicidio de Martínez le faltaban pocos días para cumplir 18 años”, sostuvo una fuente judicial.

En un primer momento, la investigación del homicidio de Villafañe, de 61 años, estaba a cargo de la fiscal Gabriela Disnan. Pero cuando se identificó a los sospechosos y se determinó que eran menores de edad, el expediente pasó al Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil de San Martín en una causa caratulada como “homicidio agravado por el uso de arma de fuego, criminis causae y por la participación de menores”.

El empresario fue asesinado a las 0.41 del lunes pasado en su fábrica de productos de algodón situada en Ángel Pini 5445, Caseros.

Villafañe llegó con su Ford Ranger, activó con un control remoto la apertura del portón de la fábrica e ingresó marcha atrás con la camioneta.

Treinta segundos más tarde, según se observa en los videos de las cámaras de seguridad externas del negocio, un Peugeot 208 oscuro se detuvo unos metros antes de la entrada a la fábrica. Bajaron cuatro delincuentes -algunos, armados- y se acercaron a la puerta de la fábrica con intención de robo.

Desde adentro, Villafañe detectó el intento de robo y abrió fuego con la pistola calibre 9 mm. que tenía en su poder. Ante esa respuesta, los delincuentes, que no llegaron a ingresar, huyeron en dirección opuesta. Pero, antes, uno de ellos efectuó disparos hacia el interior de la fábrica. Los asaltantes escaparon en el mismo vehículo en el que habían llegado, donde los esperaba un secuaz. Veinte minutos después del crimen abandonaron el Peugeot 208 en Ramos Mejía, partido de La Matanza.

Los vecinos que escucharon los disparos llamaron al 911 para dar cuenta de una persona herida de bala. Y fueron a ver qué pasaba. Encontraron dentro de la fábrica a Villafañe, herido en el abdomen y tendido al lado de la Ford Ranger.

La propia víctima llamó por teléfono al marido de su hija mayor para pedirle ayuda porque le habían disparado. El yerno llegó y trasladó a Villafañe en la Ford Ranger hasta a la clínica Trinidad, de Ramos Mejía, donde el comerciante falleció tras un paro cardiorrespiratorio.

Dentro de la camioneta de la víctima se secuestró una pistola Browning calibre 9 milímetros. Se cree que fue disparada por el comerciante. La pistola, que tiene la inscripción “Policía de la Provincia de Buenos Aires”, estaba montada, con 11 balas en el cargador y cinco vainas servidas en la escena del crimen.

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