Pornografía infantil: beneficiaron con la prisión domiciliaria al pediatra del Garrahan

La Justicia benefició con la prisión domiciliaria al pediatra del hospital Garrahan acusado de supuesta tenencia y distribución de pornografía infantil. La resolución de 26 páginas fue dictada por los camaristas Sergio Delgado y Elizabeth Marúm y ya se hizo efectiva.

A partir de esta resolución, el médico identificado como Ricardo Russo abandonó durante la noche el penal de Ezeiza donde estuvo detenido casi 100 días para instalarse en su casa, en el barrio River.

En el fallo, los jueces ordenaron que el acusado sea monitoreado con una tobillera electrónica.

A partir de una investigación encarada por la fiscal Daniela Dupuy, el médico fue acusado de haber tomado, a través de su celular marca Apple, modelo Iphone 6s, una serie de ocho fotografías a una niña, de entre seis y diez años de edad, en las que se observan sus partes genitales, en el interior de su consultorio privado, ubicado en la calle Uruguay al 700.

También fue imputado de haber producido, con su celular tres fotografías de una niña de entre seis y diez años de edad, en las que se observan sus partes genitales, en el interior del Hospital Garrahan.

A partir de la resolución dictada por los camaristas se estableció que el pediatra quede detenido en su casa, hasta el juicio oral

Al fundar el pedido de morigeración de la prisión preventiva el abogado Mariano Izquierdo, quien representa al médico sostuvo que el acusado "tiene arraigo, en tanto vive en una casa de su propiedad -la que, en el año 2012, tenía un valor inmobiliario de U$S 358.750- con su grupo familiar, conformado por su esposa y sus dos hijos, y no registra rebeldías ni condenas anteriores".

Al fundar la resolución, los magistrados sostuvieron que la permanencia del acusado en la cárcel no "resulta indispensable para la consecución de los fines del proceso, debido a que existen otros medios menos lesivos, que sirven también para neutralizar los peligros procesales, teniendo en cuenta que el imputado cuenta con arraigo".

Con respecto a la existencia de los presupuestos que la ley denomina riesgos procesales, como el entorpecimiento de la investigación, los camaristas consideraron que ese peligro era abstracto porque el caso ya fue elevado a juicio oral y no había ninguna posibilidad de que el imputado influya sobre la las declaraciones testimoniales de las madres de las niñas que, supuestamente, fueron fotografiadas por el acusado.

El representante del Ministerio Público fundó su posición a partir de la información aportada por Migraciones que da cuenta de las entradas y salidas del país por parte del imputado, como también que posee disponibilidad económica para hacerlo.

En cambio, el abogado que representa al acusado sostuvo que el eventual peligro de fuga invocado por el Ministerio Público se podía neutralizar a partir del arresto en su domicilio y la colocación del dispositivo electrónico.

"El monitoreo con el sistema de geoposicionamiento constituye una morigeración de la prisión preventiva, dado que, si bien el encartado debe permanecer en arresto, puede hacerlo dentro de su casa, y en compañía de su entorno. De ese modo, los fines del proceso se encontrarán asegurados y no implica, además, un cercenamiento de la libertad tan grande como el que constituye el encarcelamiento cautelar en un establecimiento carcelario", sostuvo el juez Delgado.

El caso se inició en mayo pasado, cuando elmédico fue capturado en el estacionamiento del hospital Garrahan. Los investigadores llegaron hasta el sospechoso tras una información originada en los Estados Unidos, cuyas autoridades brindaron número de IP de computadoras radicadas en la Argentina, aparatos en los que se había compartido imágenes sexuales de menores.