Vínculos, ocultamiento de pruebas y fuga, las claves de la investigación de un crimen en una ciudad balnearia

Ocultamientos de pruebas por parte de los sospechosos, la fuga después de apuñalar a la víctima, Tomás Tello, y los vínculos entre los imputados fueron los fundamentos esgrimidos por el Ministerio Público Fiscal para solicitar la prisión preventiva para Damián Kopelian, alias El Kope, y otros 13 detenidos por el homicidio ocurrido en las primeras horas de Año Nuevo en la ciudad de balnearia de Santa Teresita.

Así lo informaron a LA NACION fuentes judiciales y el abogado Miguel Ángel Pierri, representante de la familia de la víctima.

“Debo dejar constancia que de la valoración objetiva de las características del hecho atribuido, en las cuales ponderando los vínculos habidos entre los imputados, sus condiciones personales y las circunstancias particulares de la presente investigación, en las cuales debo destacar, la fuga emprendida por la totalidad de los sujetos activos, cuyo extremo ha de demostrar claramente la involuntariedad de someterse al proceso penal intentando eludir el accionar de la justicia por parte de los sospechosos, asimismo y no menos importante ha de ser el ocultamiento de evidencias efectuado por parte de los sospechosos, entre ellos la evidencia secuestrada”, afirmó el fiscal de Mar de Ajó Pablo Gamaleri, funcionario a cargo de la investigación, en el dictamen de 279 páginas donde solicitó la prisión preventiva para 14 de los acusados.

El ataque mortal, según la reconstrucción hecha por el fiscal, comenzó en la zona de la playa, a la altura de la avenida Costanera y la calle 38, y fue protagonizado por Kopelian, Federico Brandan, de 22 años; Roberto Nicolás de Jesús Ochoa, de 27 años, y Carlos Amestoy, de 29.

Los agresores “urdieron un plan de antemano con el fin de dar muerte a Tello”. El ataque, según el representante del Ministerio Público Fiscal “estuvo motivado en una disputa previa” ocurrida el 23 de diciembre pasado. Una discusión que hubo en una fiesta organizada por Tello.

La autopsia determinó que Tello “sufrió una herida punzocortante en la línea media del tórax con laceración de la aurícula derecha que provocó un taponamiento cardíaco, lo que le causó la muerte”.

Gamaleri solicitó al juez de Garantías Diego Olivera Zapiola que dicte la prisión preventiva a cuatro de los imputados como coautores del homicidio, entre ellos El Kope, de 21 años, presunto autor material de la puñalada mortal, y a diez de los doce acusados como “partícipes necesarios”, mientras que pidió la excarcelación de los otros dos.

El representante del Ministerio Público explicó que “existen elementos suficientes y motivos bastantes para sospechar” que Kopelian, Brandan, de 23 años, Roberto de Jesús Ochoa, de 27, y Amestoy, de 29, “han participado” como coautores del delito de “homicidio agravado por haber sido cometido con alevosía y por el concurso premeditado de dos o más personas”, por lo que pidió que su detención se transforme en prisión preventiva.

El pedido alcanzó a su vez a Avedis Kopelian, de 57 años y padre de El Kope; Diego Cejas, de 30; Carlos Nahuel Flecha, de 28; Octavio Cejas, de 23; Julián Agustín Cejas, de 24; Lucas Carrillo, de 18; Alexis González, de 18; Dylan Damián Morel, de 18; Dylan Agustín Chávez, de 18, e Iván Ezequiel Canaveri, de 25, después de afirmar que “han participado en la comisión” del crimen “en carácter de partícipes necesarios”.

En los casos de los restantes dos detenidos, Aram Kopelián, de 27 años y hermano del principal acusado, y Darío Espinosa, de 33, el fiscal solicitó que se disponga su libertad, aunque aclaró que la “imputación se ha de sostener, y que el presente no ha de implicar sobreseimiento alguno de los nombrados”.