A partir de abril, estacionar en Vicente López valdrá $15 la hora
Se aplicará en el centro comercial de Munro y en zonas de Olivos y de la costa; se podrá pagar por medio de una app o por SMS; críticas de los vecinos y de la oposición
"Encontrar un lugar libre para estacionar en Vicente López es toda una odisea", dijo Teresa Bravo (45), vecina del bajo de Olivos. En consonancia con este reclamo y a los fines de desalentar el uso de vehículos particulares, a partir de marzo, el municipio de Vicente López comenzará a implementar el sistema de estacionamiento medido en dos zonas: el bajo de Olivos y Vicente López y el centro comercial de Munro y sus zonas aledañas.
En una recorrida realizada por LA NACION se hallaron posiciones encontradas sobre la iniciativa: algunos comerciantes la consideran una necesidad para el beneficio de sus negocios. Vecinos y empleados perciben que será una medida perjudicial para su vida cotidiana.
"La problemática del municipio es que hay más autos -500.000 por día- que lugares para estacionar. Somos el partido con más volumen de vehículos por frentista (2,4 en promedio). Sumado a esto, en los últimos 10 años el parque automotor creció en un 100%. Creemos que esta medida va a incentivar el uso de transporte público y, además, va a ordenar el tránsito generando una mayor rotación de autos. Eso será beneficioso para los comerciantes en zonas donde la gente deja su auto estacionado durante todo el día", dijo Darío Antiñolo, secretario de Tránsito, Transporte y Seguridad Vial del municipio.
Durante el primer mes, funcionará de forma gratuita. A partir de abril, el sistema estará activo de lunes a viernes, de 8 a 20, y los sábados, de 8 a 14, a un costo de $15 la hora. Además, se podrá abonar una estadía de 12 horas. La multa consistirá en el pago de una estadía.
Según fuentes del municipio, el sistema que provea el servicio será tercerizado. Está prevista la realización de obras viales con los fondos recaudados por parte de la empresa que gane la licitación y la posibilidad de que los comerciantes se vinculen con el sistema a través de promociones en sus comercios.
La mayoría de los dueños de los negocios del centro comercial de Munro entrevistados confían en que, si esta iniciativa se lleva adelante, la medida contribuirá a la afluencia de público a la zona. "Creo que va a ser un incentivo, pero los primeros que deben contribuir son los mismos comerciantes que estacionan en la puerta y no les dejan lugar a los clientes", dijo Hugo Paravano, comerciante de Rivadavia 2500. "Es un precio lógico, y si ordena el tránsito, nos conviene a todos", dijo Celia Elasid, que tiene un local en Vélez Sarsfield al 4400.
Daniel Lanati es de los que miran con recelo la propuesta. "Tengo que estacionar mi auto frente al negocio, porque me la paso cargando y descargando mercadería. Me va a resultar muy costoso, pero dejarlo a unas cuadras es muy inseguro", señaló. En la misma línea, Claudio Tarica, comerciante de Vélez Sarsfield al 4100, agregó: "Ya cayeron las ventas desde que esta calle se hizo una sola mano, esto va a espantar aún más a los clientes".
A diferencia de otros municipios donde ya está en funcionamiento el estacionamiento medido, como Martínez y San Isidro, y donde el sistema de pago funciona mediante la compra de cospeles, en Vicente López se ofrecerán tres opciones: "A través de una aplicación de celular, se podrá adquirir crédito en lugares autorizados. Quienes no sean usuarios frecuentes o no tengan smartphone, podrán pagar en los comercios adheridos o mediante un SMS. Es más cómodo que tener que salir de donde estás para poner fichas en el parquímetro", argumentó Antiñolo.
La app brindará un servicio novedoso: "Permitirá a los conductores ver qué calles están disponibles o no para estacionar. Las áreas se dividirán en color verde (espacios libres), amarillo (zona limitada) y rojo (ocupado)", destacó.
Trámites especiales
Con respecto a los vecinos que no tengan cochera, Antiñolo señaló que estos estarán exentos del pago si realizan un trámite de permiso municipal. En el caso de los frentistas, se extenderá en la boca de garaje la disponibilidad de espacio paralelo al cordón hasta cinco metros de delimitación. En cambio, los edificios que cuenten con playa de estacionamiento no tendrán excepción.
El proyecto de estacionamiento medido -aprobado el mes pasado- fue rechazado por la oposición. "El problema de congestión de autos no se va a solucionar, sino que se va a trasladar a las zonas más tranquilas. Es una medida recaudatoria. Además, va a ser el más caro de provincia de Buenos Aires. En San Isidro cuesta $12", dijo Lorenzo Beccaria, concejal del Frente para la Victoria.
El descontento por la iniciativa se replicó entre los vecinos y empleados: "Quieren desalentar el uso de autos, pero esta medida no ayuda. Me va a terminar saliendo casi lo mismo que la estadía mensual en un estacionamiento del centro, donde me piden $3000", dijo Ángel Cura (35), vecino de Olivos que deja su vehículo cerca de la estación Rivadavia todos los días y usa el tren para ir a trabajar a Capital.
"Vengo en auto a correr al paseo costero porque no puedo pagar un gimnasio. No me parece que me tengan que seguir sacando plata del bolsillo", expresó Javier Hernández (38), vecino de Florida .
Así como Carlos Benítez (62), de San Miguel, otros empleados de Munro que llegan en auto perciben que se van a ver afectados. "Voy a tener que salir más temprano y venir en colectivo", concluyó.
"Hoy me es imposible encontrar lugar cerca de mi casa. La gente va a seguir estacionando, solo que ahora van a tener que pagar", dijo Sol Feldman (29), vecina de la Avenida del Libertador al 1400. "Por acá pasan muy pocos colectivos. No tenés mucha más opción que ir en auto o taxi", planteó Javier García (34), de barrio Saavedra .
La iniciativa también generó controversias entre los especialistas en movilidad urbana. "El estacionamiento medido asegura rotación y también tiene un fin recaudatorio. Si se dejan libres las calles principales, es una propuesta lógica", opinó Inés Schmidt, docente investigadora del Instituto Superior de Urbanismo y del Cetam-UBA .
Fabián Pons, presidente del Observatorio Vial Latinoamericano (Ovilam), observó: "Si la medida no se acompaña con otras políticas públicas que reduzcan el tránsito, como por ejemplo la implementación de estacionamientos subterráneos o sistemas de bicicletas públicas, no va a desalentar el uso de vehículos".