Abrió una heladería en Epuyén hace unos meses pero está al borde la quiebra por el hantavirus
Si bien aún no cuentan con datos oficiales, las autoridades advierten que la caída será catastrófica; inquietud de los comerciantes en la temporada más fuerte del año
EPUYÉN, Chubut.- El viernes próximo debía empezar en esta localidad la 29» edición del Encuentro Provincial de Artesanos, una fiesta que, cada año, convoca a unos 30.000 visitantes en las orillas del lago que da nombre a este pueblo de 4000 habitantes. Pero no habrá feria ni premios. Aquí el brote de hantavirus que ya suma diez muertos y 27 infectados obligó a suspenderla.
La cancelación, que se informó a principio de este mes, fue una de las manifestaciones más visibles de cómo la infección golpeó la actividad comercial del municipio que vive, primordialmente, de los ingresos que le deja el turismo. En especial, durante la temporada de verano. Aunque buena parte de los negocios y hospedajes siguen abiertos, la merma de visitantes es rotunda.
En toda la ciudad, hay 154 plazas en cabañas, 57 en hostels, hosterías y departamentos y 120 en campings. A esta altura del mes, el año pasado, la ocupación alcanzaba el 74,7% y trepaba hasta el 80,7% en la segunda quincena. Todavía no hay números de los primeros 15 días del año, aunque en el ente de turismo municipal reconocen que la caída será catastrófica.
Además, hay media docena de restaurantes con capacidad total para 188 comensales. Ante la falta de clientes, la mayoría permanece cerrado al mediodía y atiende por las noches, pero los comensales escasean.
Miguel Fagetti llegó en enero del año pasado desde Buenos Aires y abrió en septiembre Miradas al Lago, una hostería y restaurante de 1500 metros cuadrados en la costa del Epuyén. El edificio había estado abandonado durante 15 años y le llevó nueve meses y una cantidad considerable de dinero ponerlo en condiciones para funcionar este verano. "Trabajábamos bien al principio, hasta que arrancó este problema. Ahora estoy pensando en vender un vehículo para tirar un tiempo", señala.
Como otros pobladores, Fagetti cree que el municipio no actuó con la celeridad necesaria para enfrentar el brote, que causó nueve muertes, aunque culpa principalmente a algunos medios de comunicación de Buenos Aires por la cobertura dramática que hicieron de estos episodios. "El turismo dejó de venir a partir de las notas alarmistas de la TV. A partir de diciembre, todos los que habían reservado empezaron a cancelar", dice.
"La verdad, esto me mató", comenta Fernando Gómez, que llegó el año pasado desde la localidad bonaerense de San Fernando para abrir una heladería en el centro del pueblo. "Entre mejoras del local y otras cosas gasté $130.000. Hoy arranqué con $200 de ventas y tengo $300 fijos de alquiler por día, a lo que tengo que sumar luz, gas y wifi. Mi señora me dijo que tendríamos que volver, pero después de escuchar tantos tiros allá ya no quiero saber nada", cuenta.
Tobías Rafael y Andrés Heber son dos jóvenes barilochenses que hace tres años trabajan juntos en El Quincho del Lago, un bar y restaurante donde además se solían realizar conciertos con artistas reconocidos de Buenos Aires, que en las últimas semanas empezaron a cancelar sus presentaciones por las noticias sobre el hantavirus. A pesar de tener 40 cubiertos, hay días en los que apenas atienden a dos personas.
"La situación ya venía mal por la crisis económica. Ahora no creo que podamos recuperar la pérdida, apenas estamos logrando sobrevivir", revela Rafael. "El desafío es adaptarse a la situación", dice Heber. "Este lugar es increíble, por eso no nos vamos", agrega.
Ayuda financiera
El intendente de Epuyén, Antonio Reato, reconoció en una conferencia de prensa que la situación de los comerciantes es acuciante y que mantuvo conversaciones con autoridades nacionales para evaluar una posible asistencia financiera. "Venimos analizando y charlando con las autoridades nacionales este tema porque no vamos a estar en condiciones de pasar un invierno como la gente -señaló-. El turismo perdió mucho, la persona que esperó diez meses y ahora no tiene una sola reserva quizá se endeudó y no va a poder pagar algunas deudas, cargas sociales e impuestos".
Autoridades municipales consultadas por LA NACION afirmaron que esperan tener bajo control el brote para mediados del mes próximo, ahora que llegaron alrededor de 40 oficiales de policías de Esquel para controlar que las 85 personas que tienen orden de mantenerse aisladas cumplan a rajatabla las pautas sanitarias impuestas, como el uso de barbijo, la obligación de permanecer 30 días en sus domicilios y hacer controles periódicos.
Sin embargo, cayeron mal las declaraciones del secretario de Salud nacional, Adolfo Rubinstein, que, en diálogo con LA NACION, afirmó: "No recomendaría ir a Epuyén o sus alrededores en este momento". Un funcionario local dijo que la frase solo contribuye a empeorar el pronóstico financiero del pueblo para los próximos meses. "Los llamaremos para ofrecerles dos opciones, una ayuda económica o una demanda", afirmó la fuente, visiblemente molesta.
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