Anuncio: la Ciudad renovará por completo la flota de la línea B de subtes
La traza que une el microcentro porteño con Villa Urquiza cuenta con algunos coches de más de 70 años; en los últimos meses se registraron problemas, con quejas de los usuarios
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El gobierno porteño anunció la compra de 174 coches cero kilómetro para modernizar por completo la flota de la línea B de subtes, que es la que más pasajeros transporta diariamente, con el objetivo mejorar la operatividad del servicio que sufre fallas técnicas frecuentemente que provocan demoras y quejas entre los usuarios.
“Tomamos una medida muy importante y relevante para más de 180.000 personas que viajan todos los días en la línea B y es que vamos a renovar toda la flota. Hoy la gran mayoría de las formaciones tienen más de 60 años”, explicó, al respecto, el jefe de gobierno porteño, Jorge Macri.
A través de un posteo en redes sociales hace instantes, Macri precisó que “los 174 nuevos coches serán cero kilómetro, todos con aire acondicionado, cámaras de seguridad, más confortables y con tecnología de punta”. De esta manera, incorporarán 29 formaciones para reemplazar toda la flota actual compuesta por los antiguos coches Mitsubishi y los CAF 6000.
VAMOS A RENOVAR TODA LA FLOTA DE LA LÍNEA B DEL SUBTE
— Jorge Macri (@jorgemacri) September 25, 2024
La línea B, la más utilizada de la red, tiene coches con más de 60 años de antigüedad. Por eso, tomamos la decisión de renovarlos en su totalidad con nuevos coches cero kilómetros. Esto es un paso más para brindarles más… pic.twitter.com/stFaqGG9y3
Fuentes del gobierno porteño señalaron a LA NACION que la adquisición de las unidades se hará a través de la licitación pública internacional lanzada en agosto del año pasado y que este lunes fue prorrogada por cuarta vez.
Pero se harán modificaciones al texto original, que serán efectivizadas mediante una resolución complementaria al llamado a licitación, vinculadas a cambios en la cantidad de coches a adquirir, los que pasarán de 96 a 174. Asimismo, la inversión prevista subirá de 155 millones de dólares a 294 millones de dólares, mientras el plazo de tiempo se extenderá de 36 meses a 48 meses.
La línea B es la más usada de la red de subtes. Transporta 183.000 pasajeros por día entre las terminales de Leandro N. Alem, en el Bajo porteño, y Juan Manuel de Rosas, en el barrio de Villa Urquiza. Cuenta con 17 estaciones y 11,8 kilómetros de extensión; a lo largo de la traza combina con las líneas C, D, E y H. Posee dos talleres propios, Rancagua y Villa Urquiza.
Las nuevas formaciones reemplazarán a los coches Mitsubishi que tienen en promedio 60 años de antigüedad, ya que fueron fabricados entre 1954 y 1965 y comprados en la década del 90 al Metro de Tokio por el Estado nacional, a cargo por entonces del servicio de subtes. Los coches CAF 6000, en tanto, rondan los 20 años de uso.
“Al estandarizar el material rodante en la línea mejorará la operatividad, el servicio y agilizará los procesos de mantenimiento”, precisaron desde el gobierno porteño.
Obras complementarias
Además, para complementar la renovación de la flota, se realizarán obras de infraestructura que acompañen el proceso de modernización. Se incrementará la potencia de la catenaria a 1500 voltios; actualmente, la línea B es la única que opera a 600 voltios. Esto significará la incorporación de tecnología más moderna y producirá un ahorro energético.
Las unidades, además de aire acondicionado, tendrán cámaras de seguridad, un sistema de información para los pasajeros incorporado (visual y auditivo), iluminación led antivandálica, asientos longitudinales y estarán preparadas para funcionar con un sistema de señales como el instalado en las líneas D y H, con mejores condiciones de seguridad.
La línea B de subtes estuvo en el foco de las críticas sobre el estado de deterioro de los coches por parte de usuarios que habitualmente hacen el recorrido, que en los últimos meses registró demoras y problemas técnicos. Por semana, se reportan dos o tres situaciones de interrupción en el servicio.
Uno de los episodios más importantes ocurrió a fines de abril, cuando los pasajeros fueron evacuados de la formación por problemas técnicos en una de las unidades que quedó varada entre las estaciones Ángel Gallardo y Malabia, en plena hora pico.
En lo que va de septiembre, fueron reportadas oficialmente desde la cuenta en redes sociales de Subterráneos de Buenos Aires SE (Sbase) –la empresa estatal que administra la red– ocho interrupciones y demoras en el servicio de la línea B por distintos motivos.
Además, el ramal fue uno de los más apuntados años atrás por denuncias sobre presencia de asbesto, una sustancia contaminante, en las unidades y en los talleres Rancagua, tras lo cual la empresa estatal llevó adelante un plan que contempló el retiro de las piezas y la realización de estudios de calidad de aire en los espacios de trabajo y dosimetrías al personal.