Uruguay: ¿Podrán viajar este verano los argentinos que tienen propiedades?
La decisión del presidente Luis Lacalle Pou se mantiene firme en un contexto de aumento de casos de Covid-19 en su país: cuando ya asoma la temporada de verano, Uruguay sigue cerrada al turismo. Ese impedimento incluye a los argentinos que tienen propiedades allá, quienes reclaman que como pagan sus impuestos todo el año "no son meros turistas" y que deberían poder ingresar.
Por ahora solo pueden entrar al país quienes tienen motivos muy específicos: diplomáticos, pilotos, quienes precisan ir por cuestiones laborales, económicas, empresariales o judiciales, entre otras pocas excepciones listadas en la página web del gobierno uruguayo.
"Está totalmente prohibido el turismo: están ingresando al país solo por razones de negocios, como firma de boletos de escrituras, o de unificación familiar entre padres e hijos. Todas las demás autorizaciones son muy difíciles de conseguir", explica Alejandra Covello, titular de Covello Propiedades, que tiene sucursales en Montevideo, Punta del Este, Carmelo y Colonia, y que ayuda a gestionar los permisos para acceder a Uruguay.
Desde su punto de vista, la pandemia ayudó a muchos argentinos a optar por la residencia uruguaya. "Lo fenomenal de todo este asunto es que hay mucha gente motivándose a comprar y quedarse más tiempo. Hacen alquileres por siete u ocho meses dispuestos a residir. Ahí tal vez pueden quedarse, pero hay que demostrar que venís a quedarte y no a vacacionar", explica Covello. Ella es argentina y reside en Uruguay desde hace un año.
Cristina Rey tenía en mente solicitar la cédula uruguaya pero no llegó a tiempo: tiene una casa en La Barra que usa todo el año y este verano no podrá visitarla. "Como propietaria que paga todos sus impuestos en Uruguay debería tener el derecho de que se contemple mi posibilidad de ir. Yo no soy una turista que va por un tiempito y se vuelve. Pero comprendo las medidas que toma el gobierno uruguayo: hay aumento de casos allá y sé que la infraestructura sanitaria no es suficiente si se disparan", explica.
Según cuenta, más allá del problema puntual de la emergencia sanitaria, la pandemia la ayudó a tomar la decisión de solicitar la residencia.
No hay una cifra formal de ciudadanos argentinos con propiedades en Uruguay. Algunos agentes inmobiliarios estiman que podrían ser más de 200.000. Los inmuebles allí pagan dos impuestos: el de contribución inmobiliaria, que varía según la zona en la que está ubicada la propiedad y el llamado "impuesto de enseñanza primaria", que financia gastos de educación. Ambos son anuales y juntos no suelen sumar más del 1% del valor de la propiedad.
Próximos anuncios
El 18 de diciembre próximo, el gobierno uruguayo analizará las medidas que viene tomando desde el 1° de diciembre para enfrentar al coronavirus. En base a eso hará anuncios. "Se va a definir si tenemos fiestas y si tenemos verano", dijo el secretario de Presidencia de Uruguay, Álvaro Delgado.
"Todo el mundo especula que el 18 habrá medidas más restrictivas porque la situación está muy preocupante, sobre todo en Montevideo", explica Baltasar Urrestarazu, gerente de nuevos negocios del portal inmobiliario InfoCasas. Desde su punto de vista, sería imposible de controlar la llegada masiva de argentinos. Si a ellos se le suman los miles de uruguayos que viven en el exterior, que sí están autorizados para entrar al país para las Fiestas, se podría agravar bastante el hilo epidemiológico que aún no se perdió en Uruguay.
La falta de los argentinos cambió la dinámica de los alquileres en Uruguay. Según Urrestarazu, la ocupación de casas y departamentos en Punta del Este se mantiene por los propios uruguayos que no pudieron salir de vacaciones en la temporada de julio, agosto y septiembre y ahora alquilan casas por el verano por hasta tres meses, algo no tan común. "Probablemente haya muy buena ocupación pero de un público distinto. Y se va a resentir el segmento del lujo", explica.
Sergio Quintieri es otro argentino que va a tener que cambiar su destino de vacaciones. Hace más de 20 años que visita Punta del Este: aún no sabe qué hará este verano y está a la expectativa de novedades. Como propietario suma otra preocupación: "Hace nueve meses que no sé cómo está mi casa", se lamenta. Ni siquiera intentó una gestión en el consulado porque supo que daban turno con una demora de dos meses.
"Hoy se entra por goteo, muy calificado: hay un cuello de botella en el que se tratan unos 150 o 200 casos por semana", define Juan Carlos Sorhobigarat, director general de Terramar Christie's International Real Estate, la división uruguaya de la marca líder de servicios inmobiliarios de lujo.
"La decisión de no abrir las fronteras de ninguna forma nos encuentra con una temporada totalmente desconocida: desde Colonia a Montevideo, se va a vivir con los que ya están adentro o el goteo que pueda entrar por permisos puntuales. Es una temporada casi sin demanda de alquileres", explica, refiriéndose al segmento de alta gama.
La temporada de invierno ya había tenido sus particularidades. "Las radicaciones son impresionantes: tuvimos el mejor invierno que yo puedo conocer en los casi 32 años que vivo en Uruguay. Vi pasar la crisis del 89, la del Tequila, la de Indonesia y la del 2001 y ninguna se asemeja al nuevo ingreso de gente que eligió venir a vivir acá".
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