Ascenso y caída de un barrabrava
José "El Abuelo" Barritta tiene la voz ronca, los ojos muy celestes y la mirada penetrante. Estuvo preso 83 meses. Ahora está otra vez en libertad.
Nacido en Catanzaro, Italia, hace 46 años, vivió en la calle Olavarría, en La Boca, hasta los 13. Luego se fue con su familia a Villa Ballester, donde tiene un almacén de ramos generales que nunca atiende.
Su pasión por el equipo del barrio lo llevó a hacerse socio de Boca en 1966. Enseguida comenzó a frecuentar la barra brava. Luego, durante la gestión del técnico Juan Carlos Lorenzo, durante la década del 70, comenzó a perfilarse como uno de los líderes, junto con "El Capitán", "El Alemán" y "Quique el Carnicero", hasta que por la venta de entradas desplazó al último de los nombrados como jefe máximo.
La noche del 3 de agosto de 1983, Roberto Basile murió en la cancha de Boca cuando una bengala le atravesó la carótida. Barritta fue detenido, pero recuperó su libertad gracias a que un ex dirigente de Boca y un ex técnico de fútbol pagaron su fianza.
Cuando Daniel Taranto, alias "Matutito", hincha de River, perdió la vida en un tiroteo con la barra brava de Boca, a la salida del estadio de Vélez, su nombre sonó como uno de los que había pactado el encuentro. Nada pudo probarse.
En 1985, el ex juez Hipólito Saá lo citó a prestar declaración testimonial por la muerte de Daniel Souto, ocurrida el 3 de diciembre de ese año, cuando un grupo de hinchas de Racing fue emboscado, luego de un partido en la Bombonera. Por ese caso estuvo detenido Jorge "Coqui" López. Barritta nunca fue acusado.
El 7 de diciembre de 1986, en las internas de Boca, ganó la fórmula oficialista, integrada por Antonio Alegre y Carlos Heller. Este último fue apedreado por varios hinchas cuando se retiraba del club y su hija resultó herida.
Barritta y sus seguidores apoyaban a la lista perdedora, que integraban Alberto J. Armando y Luis Conde.
El ex jefe de la barra brava y quien ahora maneja la barra xeneize, Santiago Lancry -alias "Cabezón" o "Gitano"-, fueron detenidos por una denuncia que presentó Heller. Pocos días después, quedaron en libertad.
Barritta volvió a la cárcel años más tarde, cuando se entregó a la Justicia el 29 de abril de 1994, luego de dos meses de vivir en la clandestinidad.
Desde entonces y hasta ayer, durmió en una pequeña celda del pabellón 49de la cárcel de Devoto. Escuchó todos los partidos del club de sus amores y se preocupó cada vez que por TV vio la bandera de la hinchada de Boca con la leyenda: "Barritta botón".
El 16 de mayo de 1997 soportó impertérrito la lectura de la condena a 13 años de prisión, ahora reducida a nueve. Confiaba en que algún día recuperaría la libertad. Y lo logró.
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