Coronavirus en la Argentina. Qué son los casos sospechosos sensibilizados para detectar contagios en las villas

Adultos mayores, personal de la salud, residentes en geriátricos y paradores, y habitantes de villas o barrios vulnerables. Esos son los grupos de riesgo que estableció la ciudad de Buenos Aires por la ola de contagios de coronavirus. Son esos grupos donde las autoridades sanitarias estiman que se encuentra el mayor peligro de proliferación de la enfermedad y así pretenden reformular las medidas preventivas. La estrategia es diferente a la utilizada con el resto de los habitantes de la ciudad: con ellos las precauciones son más extremas, de acuerdo a su necesidad propia.

Así, en este contexto surgió el concepto de caso sospechoso sensibilizado, para detectar a tiempo a las personas que podrían estar contagiadas de covid-19, principalmente, en las villas, donde el virus comenzó a desplegarse con rapidez, sobre todo en la 31, y también en las residencias para adultos mayores, aunque en el último de los casos ocurre de forma espasmódica y con menor frecuencia.

Pero, ¿qué significa caso sospechoso sensibilizado? Surge en el Ministerio de Salud de la ciudad para establecer un criterio diferente para la detección y se relaciona con los síntomas compatibles con coronavirus que puede presentar una persona. Desde que comenzó la pandemia las primeras recomendaciones para toda la población indicaban que si se padecía fiebre combinada con tos seca, dolor de garganta o malestar físico la consulta por posible covid-19 era obligada. Aún más si esa persona había estado en países con circulación comunitaria del virus.

Un caso sospechoso sensibilizado, entonces, es aquel que tiene solo un síntoma y vive en una villa o barrio vulnerable, o está alojada en un geriátrico o parador para personas en situación de calle. Si aparece temperatura corporal alta, dolor de garganta, tos seca o malestar físico agudo se realiza el test PCR para determinar si se trata de coronavirus o no. De esta forma se agiliza el objetivo de cercar al virus.

La tarea más difícil, piensan en el gobierno, es detectar los casos positivos, rastrearlos en el territorio y encontrar a los contactos estrechos para realizar un seguimiento. "El aislamiento en los barrios vulnerables es más difícil, por eso cambiamos la estrategia y vamos a buscar los posibles casos", dicen en la administración porteña. "Ojalá podamos testear más y saber si hay más casos o no", agregan.

Por el momento los testeos preventivos son parte del operativo Detectar, realizado entre Nación y Ciudad, y que comenzó hace dos semanas, pero ya se están realizando pruebas con los kits desarrollados por el Conicet que fueron presentados por el presidente, Alberto Fernández, el viernes pasado. Antes del anuncio Fernández se reunió con Horacio Rodríguez Larreta para mostrarle avance. En los próximos días ya podría ser utilizado en los testeos masivos de la ciudad.

Los testeos preventivos se implementaron primero en la villa 31, luego se sumó la 1-11-14 y, ayer, la 21-24. El operativo consiste en ir a buscar a los posibles contagiados, casa por casa, para asistir a los casos sospechosos y aislar a los contactos estrechos. Desde el 5 de mayo y hasta hoy en la villa 31 hubo 985 personas testeadas de las cuales 585 resultaron positivos (el 59,39% de los casos), en la 1-11-14 se testearon 374 y 165 fueron positivos (47,55 %) y en la 21-24, 40 personas testeadas y cuatro positivos (10%).

En la ciudad de Buenos Aires, hasta hoy, se reportaron 4130 casos de coronavirus de los cuales 1410 se detectaron en villas, el 34% del total. La villa 31, con 966 casos, está a la cabeza en la cantidad de contagiados (el 68,5%) aunque en la 1-11-14 hubo mayor cantidad de fallecimientos: ocho muertes y dos en la 31.

Las medidas preventivas apuntan a contener el virus en los conglomerados urbanos más vulnerables y evitar una segunda y tercera ola de contagios. Aunque el crecimiento de casos es sostenido, se cree que la situación no está desbordada, al menos por el momento, y con cierto control sobre los casos estrechos. La tasa de letalidad en las villas es del 0,85%, más baja que en toda la ciudad (superior al 5%), quizás fundamentada en la población mayoritariamente joven que vive en esos barrios.