Coronavirus en la Argentina: cómo afecta el brote a las personas propensas a la ansiedad
Cuando está en su casa se siente protegido, tranquilo, sin temor al nuevo coronavirus que en la Argentina ya registró 65 casos confirmados. Pero al salir en su auto rumbo al trabajo empieza a sentir dolor y picazón de garganta y se pregunta: "¿serán síntomas compatibles con la enfermedad? ¿Me habré contagiado?". La respuesta llega cuando desaparece el malestar y la certeza que se trata, una vez más, de la fantasía generada en su cabeza ante un riesgo, en este caso, desconocido.
Le pasa a Sebastián que sigue minuto a minuto las noticias sobre la pandemia y que comenzó a tomar medidas más extremas desde que el Covid-19 llegó al país. Pero no está solo. Como él, muchas personas sufren en exceso con la posibilidad de enfrentar al nuevo coronavirus en cualquier ámbito de su vida cotidiana.
Los especialistas advierten que se trata de conductas más frecuentes en personas que desarrollan una ansiedad previa ante cualquier vaga amenaza de peligro. Y que el contexto actual, con la propagación de una enfermedad desconocida, no los favorece. Respiración, meditación, rutina hogareña entre trabajo y esparcimiento, y deporte son parte de la receta para bajar los niveles de ansiedad y paranoia.
"Cuando me duele la garganta lo primero que pienso es ‘tengo coronavirus y debo hacerme el análisis’. Pero como siempre reacciono así ante cualquier situación de enfermedad que haya dando vuelta, me doy cuenta que es mi cabeza. Después el dolor se va", cuenta Sebastián, que prefiere no dar su apellido por pudor. No le resulta cómodo blanquear su hipocondría.
Para él no todo son síntomas corporales. En su casa comenzó a tomar recaudos estrictos, muchos de ellos recomendados por las autoridades sanitarias, pero otros que resultan extremos. "A mi casa no entra mucha gente y menos con esta situación, por lo que descarté limpiar con alcohol los picaportes. Cuando llego me cambio la ropa antes de saludar a mi hija y hasta pensé en desinfectar el calzado antes de entrar", cuenta.
Cerca de su casa vive Paz que tuvo una beba hace pocos meses y por la que aumentó los cuidados hogareños. Todos los días limpia con precaución cada rincón de todos los ambientes, el patio y el pasillo de ingreso desde la calle. "Al trabajo voy en bici, dejé de usar el transporte público. Quiero tener el menor contacto posible con la gente", afirma.
Utilizar alcohol en gel, lavarse con frecuencia las manos con abundante agua y jabón, evitar el contacto físico con las personas y taparse la boca o nariz con el pliegue del codo al toser o estornudar son parte de los recaudos que se deben tomar en cuenta para evitar la propagación del virus. Pero hay conductas que se exageran.
"No siento que sea hipocondríaca, qué sé yo, lo que hago es tomar todos los cuidados necesarios, los que recomiendan los médicos en todos lados", dice Catalina. "Desinfecto llaves, teléfono y hasta las tarjetas de crédito y débito y las de ingreso al trabajo. Me pasó algo extraño: de ponerle tanto alcohol en gel no me funcionan, se desmagnetizaron", agrega.
Antes de comenzar a hacer trabajo a distancia los espacios laborales fueron cambiando su dinámica. Se cortaron los saludos con las manos o besos, se dejó de compartir el mate, se suspendieron reuniones y se modificaron otras conductas. "Ayer nos picaba la garganta y nos daban ganas de toser, pero no lo hacíamos para que no te miraran mal. A algunos nos dolía la garganta o hasta sentíamos frío, pero al distraerte se te pasa y te das cuenta de que todo viene de la cabeza", cuenta Lucía.
"El mayor miedo que tengo es el de contagiar a familiares en el grupo de riesgo. Quedarte en casa trae tranquilidad. Otras medidas que estoy tomando son hacer las compras en el almacén del barrio evitando tanta gente y hacer gimnasia dentro de mi casa con clases guiadas por streaming", agrega.
Un enemigo invisible
"Las personas sufren porque el miedo es difuso. El coronavirus es un enemigo invisible que no se sabe cómo me protejo o quién lo tiene y lo puede transmitir. Está hecho a medida para disparar la ansiedad. El pánico entre la gente reproduce los mecanismos más íntimos de la ansiedad", afirma Pedro Horvat, médico psiquiatra y psicoanalista, para explicar algunas de las conductas de las personas en estos momentos.
Para el profesional la particularidad del coronavirus es que es difícil organizar una defensa y todo se vuelve potencialmente peligroso, en especial en las personas con tendencia a la ansiedad o a generar síntomas de cualquier enfermedad. "El señor que camina por la misma vereda o la plata que me dio el verdulero, todo puede transportar al virus. Si hubiese una epidemia de rabia canina, por ejemplo, uno sabe que se debe alejar de los perros, de esa forma se organiza la defensa, pero en este tipo de situación con el peligro tan difuso, se puede tomar medidas de precaución, pero se vuelve todo peligroso", agrega.
Para Elsa Wolfberg, medica psiquiatra y psicoanalista miembro de la Asociación Psicoanalítica Argentina (APA), por estos días pueden aparecer síntomas de sobreactivación como contracturas, cefaleas, situaciones de estrés "con todo el organismo poniéndose a la defensiva y con el cuerpo preparándose para la acción, para un ataque, para la lucha".
Métodos de control
¿Cómo controlar la ansiedad? "Una buena medida es atender a los consejos de sanidad de las autoridades que velan por la seguridad de la población. Otra: cuando el pico de ansiedad afecta mucho se pueden practicar ejercicios de respiración y yoga. También armar una rutina diaria en la casa y cumplirla ya sea con trabajo, lectura u obligaciones domésticas. El deporte también ayuda mucho", sostuvo Wolfberg.
Otra sana conducta recomendada por los profesionales, para ansiosos o no, es dosificar el consumo de noticias sobre todo aquellas relacionadas con la propagación del coronavirus. Y no atender los artículos o audios que por estos días proliferan por grupos de WhatsApp que carecen de veracidad.
"Las personas con rasgos fóbicos o nosofóbicos, por el temor a las enfermedades, van a extremar las medidas de cuidado. En algún punto esto será beneficioso, porque estarán más protegidos. Pero lo harán a expensas de un aumento muy significativo de los niveles de malestar", opinó el doctor Marcelo Cetkovich-Bakmas, director del Departamento de Psiquiatría del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco).
"Las personas ansiosas deben saber que los ayudará evitar sumergirse en la ola de noticias y redes sociales que confirman sus temores. Tratar de concentrarse en actividades que los ayuden a relajarse, apoyarse en los seres queridos, el trabajo y las actividades de ocio que, por su atractivo, nos ayuden a concentrarnos. Es el momento de los hobbies a puertas cerradas, las maratones de series sin culpa, la lectura la música y la escritura", agregó Cetkovich-Bakmas.
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