Coronavirus en Quilmes: la odisea de una madre con una hija contagiada y sin respuestas durante días
"El miércoles 20, ante un pico mínimo de fiebre de mi hija menor, fuimos llevadas al complejo de aislamiento montado en la Universidad Nacional de Quilmes con mis dos nenas, una de tres años y otra de un año", relata Daiana Rodríguez a LA NACION, en lo que sería el comienzo de una historia que aún no termina y que tiene a la incertidumbre como protagonista.
Daiana no volvió a ver a su familia. Tiene dos hijos más y esperó cinco días a que alguien atienda su situación muy preocupada por el estado de salud de su hija, que desde ayer está con fiebre, tos y vómitos.
"Ese día nos alojaron en un aula de la Universidad", relata la mujer. "Allí hay tantos contagiados como casos esperando confirmación. No hay presencia médica ni ningún tipo de contención. Nos expusieron a todos al contagio", afirma.
Según cuenta, la situación en la Unqui es bastante desorganizada y peligrosa para la gente allí alojada: "Soy consciente de la realidad argentina, de la situación de desconocimiento ante el virus, pero no puedo entender la falta de organización por parte del estado municipal. Aíslan a todos los presuntos casos con los positivos. O sea, si no eras positivo de Covid-19, te lo contagiás en el aislamiento. Así me sucedió a mí. Nunca me advirtieron de la posibilidad de que ante un resultado negativo estuviéramos en peligro de contagio. Le realizaron el hisopado a mi nena de tres años, que había tenido un pico mínimo de fiebre y solo una sola vez, pero a mi bebé de un año y a mí, no. El reactivo de siete horas del cual se informa en el estado nacional, en Quilmes no existe. El resultado demoró dos días de una angustia terrible y compartiendo las instalaciones básicas, como el baño, con muchas personas. Sin el apoyo de la familia y pensando en los que quedaron aislados en mi hogar", detalla angustiada.
Ante la insistencia de parte de Daiana Rodríguez y aprovechando la visita al lugar del secretario de salud del municipio, Jonatan Konfino, solicitó información sobre su hija. El funcionario inmediatamente pidió al laboratorio el resultado para que sea enviado mediante Whatsapp. El laboratorio funciona en el mismo predio y a las pocas horas fue remitido.
Sin contención, sin explicaciones
Allí comenzó la segunda etapa del calvario de Daiana: "Cuando volví a pedir información sobre mi hija, que como toda madre entenderá mi desesperación, me comunican fríamente y sin dar trascendencia que mi pequeña es positiva en Covid-19. Me dicen que supuestamente se van a acercar a hablar conmigo el secretario de Salud en persona. Todavía estoy esperando sus explicaciones para saber cómo continúa la situación, porque nunca se acercó nadie.Esto fue el viernes pasado. Así que ese día, sin conseguir ningún tipo de contención ni explicación, y sin lograr que me muestren el resultado del test, volví al aula donde estábamos alojadas".
"Esa fue una noche interminable. Miedo por ella, por nosotras, por los que estaban en mi casa, mi marido y mis otras hijas. Es una situación en la cual uno necesita apoyo, contención. Sin embargo, recién al otro día se comunicó telefónicamente una psicóloga, con la cual convenimos que nos trasladen al Jardín de Infantes N°4 de Solano, que fue ambientado para esta situación", relata.
"Cuando detectamos la confirmación de un caso decidimos internarlo en la Universidad de Quilmes o en un centro de aislamiento familiar. En estos casos, como es una menor, se interna con la mamá. Luego se hace el seguimiento epidemiológico correspondiente de los contactos. Cuando detectamos que tienen síntomas, hacemos el hisopado", explicaron a LA NACION las autoridades de Quilmes.
El sábado 23, entonces, comenzó la tercera etapa de desidia que marcó toda la estadía de Daiana y sus dos hijas desde el pasado miércoles. Durante tres días estuvo sola con sus dos hijas. Una con test positivo. Recién hoy las testearon a ella y a su otra hija. Esos resultados estarán dentro de otras 48 horas.
"No se acercaba nadie. Antes de la llamada de la psicóloga, nada, la más inmensa nada. Miles de preguntas y miedos. Y estar sola con mis dos hijas más chicas. Solo pregunté si al llegar a Solano me iban a realizar el reactivo. Me informaron que sí. Que debían realizarlo a mi beba y a mí", continúa Daiana. Tardaron tres días.
Daiana agradece al personal que trabaja en el Jardín de Infantes de Solano. "Ellos son muy amables, las chicas ponen todo. El problema es que desde el viernes hasta hoy, nadie se acercó. Y agrega: "Desde el miércoles 20, cuando ingresamos a la Universidad de Quilmes, que hicieron exponer a mis hijas al contagio y a mí también por no hacer los test correspondientes. Nadie dice nada, todos tienen miedo, estoy esperando que nos digan cómo seguimos. Si van a testear al resto de mi familia. Desde ayer que mi hija tiene vómitos y levantó temperatura", afirma muy angustiada.
"Hoy se habla mucho del Barrio Azul, pero hay otros casos de otros barrios como nosotros, que somos de La Rivera de Quilmes. Pero para que esto no le pase a nadie más alguien debe empezar a hablar. Solo pido empatía por las personas aisladas", pide la mujer.